Kramp

📕Kramp de @mjferradalefenda en @alianzaeditorial Disfrázala de lo que quieras. Cuéntame que el hombre está llegando a la luna, de un viaje largo, de una madre ausente o de vendedores de tornillos. Vístela de lunas llenas o de medias lunas. O de sesiones de cine interminables. de un gran trauma infantil, de hombres que buscan otros hombres, de hombres que buscan fantasmas y de madres que sueñan con sus ex. Es un relato de amor de un padre a una hija. O de una hija por su padre. Hasta que todo se raja.
M y D, son hija y padre. Él es un vendedor viajero y no tiene ninguna taza en la que pone que es el padre del año, ella tiene nueve años. Y están juntos. También está su madre, pero sufre melancolía. Así que no forma parte del viaje. Las melancolías viven del pasado y se arrepienten de su presente. Debido a esa ausencia ambos forman equipo vendiendo productos Kramp, marca de los materiales que D. representa. Como lo que les rodea no termina de encajarles, o ellos en él, crean su particular cosmovisión de la vida. Inventan su hogar y su universo. Para D. se basa en vender y ser vendido, M. registra deudas y técnicas de venta. Juntos son imbatibles. Ambos funcionan a la perfección. Pero todo viaje termina, un trauma, un rescate, y la despedida. Cuando vuelvas a intentar recuperar lo que ya fue nunca será igual. Dudo que mejor. Quédate M. con ese viaje, con los viajeros, con las tiendas, con los productos que parecerían eternos... con los trabajos que no debieron perderse. Esto sólo es una historia de amor, que es capaz de contar a su misma vez los cambios que se producen en el país en esos años. Grandes cadenas, adiós pequeño comercio. Disfrázala de lo que quieras, pero no te vayas... #chile #alianzaeditorial #librosrecomendados #librosycafe #kramp #librosdeviajes #bookstagramespaña #literaturachilena #literaturachilenacontemporánea

Mirar hacia atrás puede ser un ejercicio gratificante cuando nos centramos en todo aquello con lo que fuimos felices durante la infancia y adolescencia. Sin embargo, nuestros ojos de adultos pueden acabar arruinando esos recuerdos si nos da por pensar en profundidad en ciertas situaciones vividas con nuestros mentores de entonces (padres, madres, etc), en el verdadero significado de todo aquello. ¿Es acaso posible conservar cierta magia entonces? La respuesta tal vez la encuentres en Kramp, la novela de María José Ferrada de la que hoy hablaremos.
El mismo día que el hombre llega a la Luna, d'comienza su trabajo como viajante de artículos de ferretería (serruchos, clavos, tuercas, etc) de la marca Kramp. Años después, M, su despierta hija de siete años, le acompañará en sus viajes por los pueblos del sur de Chile. M, que ha encontrado la manera de engañar tanto a su madre ausente como a los maestros de la escuela, cree ser también lo suficientemente lista como para entender cómo funciona el mundo de los vendedores ambulantes en el que se mueve. El paso de los años y la distancia con su padre hará que M descubra el significado de muchas situaciones que de niña creyó idílicas. ¿Podrá la M adulta superar el desengaño y conservar la magia de sus recuerdos?
M, la brillante narradora y singular protagonista de esta novela claramente autobiográfica compuesta por cuarenta y un capítulos cortos, fue una niña inteligente que prefería pasar el tiempo de pueblo en pueblo con su padre, un comercial de artículos de ferretería, que en el colegio o acompañando a una madre que, de tan ausente, vivía en su propio mundo. La historia nos transporta a un tiempo en el que M se hace amiga de los otros comerciales, los dueños de la ferretería caen en la trampa al ver a d'acompañado de su tierna hija y los fantasmas pueblan los lugares abandonados. Son varias las incógnitas que surcan la infancia de M, pero no será hasta su adolescencia cuando nuestra chica descubra la verdad de todo. Una verdad llena de sombras, cuando ella creía que todo era luz; de secretos, mentiras y demás elementos que no pueden más que causarle cierto desosiego. ¿Podrá M soportar tanto desengaño?
Si bien d'no es un padre perfecto, al menos de él se puede decir que tiene una forma particular de educar a su hija (no ideal, desde luego, pero sí propia); de hacer que su pequeño universo, más fantástico que real, se expanda de manera que la niña se sienta más feliz con los viajes que con las clases del colegio. ¿Debería d'haber tratado a M de otra manera? La lógica adulta nos hace pensar que no tendría que haberla hecho viajar con él, ausentándose de la escuela. Sin embargo, yo me pregunto: ¿sería M la adulta que es a día de hoy sin las experiencias vitales que le aportó esta particular forma de vida acompañando a su padre de pueblo en pueblo, de ferretería en ferretería, de bar en bar?
Kramp, en definitiva, es una magnífica novela, tan tierna como cruel e impactante, que nos habla de la particular forma de vivir su infancia de su protagonista, pero también de cómo vemos todos nosotros las cosas cuando somos niños y cómo lo hacemos una vez llegamos a ser adultos. Y vosotros, ¿a qué esperáis para conocer el mundo mágico de la infancia de M y los secretos que descubrió una vez siendo adulta?

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* Cuando sea pequeño deseo escribir como @mjferradalefenda. Narrar una historia tan fantásticamente real como es "Kramp" donde el mundo de los adultos es captado y contado por una niña tal como es la "vida misma". Con fantasías y realidades. Quizás antes lo expresé mal y este relato sea realmente fantástico.
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* "Ese primer intento de venta coincidió con el día en que el hombre pisó la Luna. Los vecinos se juntaron a ver el alunizaje en un proyector...". A Neil Armstrong lo ví dar su gran paso en mitad de un patio empedrado, al cielo raso, en El Arrecife (La Carlota) y miraba más hacia nuestro satélite natural que escuchaba los parsimonios y detallados comentarios de Jesús Hermida como esperando notar algún cambio allá arriba que atestiguara que aquel suceso estaba ocurriendo
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* Ventas. Hoteles. Cafeterías. Catálogos. Serrucho. Tuercas. Ojos mágicos (que supongo mirillas para puertas). Clavos. Bonos para comidas, autopistas,... Pagos. Clientes... es el mundo de D., padre de M. y se convierten en el negocio de D. y de M. También es el de S. y el de E. (Las iniciales abrevian los nombres en este relato. Lo que me recordó cuando las editoriales docentes como Santa María se convirtió en S. M., Don Bosco en EdeBé,... )
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*Me introduje en ese mundo cuando trabajé, simultánea do mis estudios, en Colchones Pikolín. Mallas de somieres, acolchados, nudos, fibras, dimensiones,... todo anotado en unos gigantescos libros de contabilidad con pastas de chapa. D. lo hacía en servilletas. Y M. llevaba en su propia contabilidad a prueba de ser vista por su madre ajena a las transacciones de su hija.
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* @mjferradalefenda ha hallado un final no feliz, acorde con la realidad reflejada por una niña que lo fue en el mundo de los adultos.
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La mejor manera de entrar en esta historia es sabiendo lo menos posible sobre ella. Por eso no os voy a contar mucho de la trama, no quiero desvelaos cosas que es mejor que descubráis por vosotros mismos. .
D viaja de pueblo en pueblo vendiendo suministros y herramientas marca Kramp. M, su  hija, saltándose las clases sin que su madre lo sepa, le acompañará en esos viajes y le ayudará con las ventas.
La vida vista desde los ojos de una niña.
Contada en primera persona por M, un personaje de esos que calan hondo.
Me encantan los libros contados desde el inocente punto de vista infantil y también aquellos en los que parece que no pasa nada pero en realidad pasa mucho.
Kramp, es uno de esos libros.
Cada palabra cuenta en esta pequeña joya, que como los mejores perfumes viene en frasco pequeño, 125 páginas que volarán en vuestras manos.
Muy muy recomendable.

Hacía mucho tiempo que no leía una novela que en tan pocas páginas me hiciera conectar tanto con sus personajes. Kramp, para mí, más que una novela, es un cuento grande para niños grandes.

La extraña historia entre d'y su hija M comienza cuando este decide llevarla a sus viajes como vendedor de una marca de herramientas para la construcción. A partir de aquí, surge una relación tierna y pintoresca. Y digo pintoresca, por no decirle políticamente incorrecta, ya que M deja de ir al colegio y fuma, y todo esto acompañada de su padre. Pero no penséis mal, os arrancará mas de una sonrisa, este no es el fin de la historia.

Con un lenguaje muy ágil y una lectura rápida, la escritora ha conseguido que nos pongamos en el punto de vista de la protagonista. Que sepamos conectar con ese yo pequeño que muchos conservamos aun dentro.

Contada a través de los ojos de una niña, M, que nos intenta explicar mediante los catálogos de la marca de tornillos y serruchos, el mundo de los adultos que a veces es tan difícil de entender. Quienes somos, porque nos portamos así los unos con los otros e incluso que espera Dios de nosotros en el mundo. Por todo esto me ha recordado mucho a Veva de Carmen Kurtz que tanto me gusto de pequeña.

Un aspecto muy curioso son los nombres de los protagonistas. Poquitas hojas y solo unas iniciales para describirnos a todos los personajes que pasarán por esta intensa historia.

En definitiva, Kramp es una historia de amor entre un padre y su hija, que nos hará plantearnos muchas preguntas sobre nuestra existencia, entre tornillos, serruchos y catálogos de construcción.
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