“… el rosto de la chica tomaba más color y sus ojos parecían los de una niña perdida en la oscuridad cuando ve llegar a su madre con una vela”. Tenía muchas ganas de leer esta novela de 1921, que tanta gente alaba como una precursora de la famosa Rebecca de Daphne du Maurier, uno de mis libros favoritos. Es cierto que tiene ciertas similitudes, pero la historia se separa de la intriga de la segunda para poner frente a nuestros ojos y con mucha crudeza la realidad no infrecuente de tantas mujeres a lo largo de la historia de la humanidad. Con el avance de las páginas te envuelve en una sensación de tal incomodidad que hace que quieras gritarle a la protagonista “¡despierta!”, y ella… no te escucha. Me ha resultado muy desasosegante, hasta su mismo final que, soy sincera, no me esperaba para nada. Me ha dejado desconsolada y teniendo claro al pasar la última página como va a continuar la historia. Mención aparte, merece el hecho de que, al parecer, tiene claros tintes autobiográficos, y eso la hace aún más escalofriante. Resulta sorprendente que un relato así pudiera ser publicado en aquella época y me imagino el revuelo que pudo causar; no en vano la autora lo publicó de forma anónima, como tantas mujeres han tenido que hacer a lo largo de la historia para poder ser escuchadas (hecho que en el día de hoy y con un reciente premio concedido ayer a tres autores escondidos tras un seudónimo, irónicamente femenino esta vez, me entristece todavía más). No quiero desvelaros nada de la trama, leedla y poneos en el lugar de Lucy y en el de Everard, y especialmente en el de la tía de la protagonista, espectadora impotente de la situación que se desarrolla ante sus ojos sin que pueda hacer nada para evitarlo, en esa sociedad anticuada y retrógrada en la que la opinión de la mujer vale poco menos que nada, si no concuerda con la de sus congéneres masculinos. Un imprescindible. Gracias Jan por acercarnos a este clásico del suspense psicológico. Y gracias a @lalabookland por organizar la lectura conjunta en la que hemos disfrutado comentándolo. + Leer más |