Nadie en esta tierra

El camino de los hijos para no hundirse en las heridas de sus padres es algo heroico.

Se quiera o no, uno se ve arrastrado inevitablemente a ser lo que otros esperan de nosotros.

La ausencia sobredimensiona al ausente y, al final, lo que duele es lo que falta.

A veces, buscando las raíces uno acaba encontrando la tierra.

Pero cuando la vida se presenta con su brutal simplicidad nos muestra que no tenemos nada especial, que no estamos llamados a cumplir un destino heroico. No hay una razón superior que explique por qué nacimos, como no sea que estamos aquí y podríamos no estar, sin que cambiara absolutamente nada.

Tenemos tendencia a confiar en las personas que nos parecen atractivas, nos fiamos más de lo que vemos que de lo que presentimos, queremos entregarnos a quien nos ha tratado con cariño, con respeto.

- ¿Sabes lo que es ser adicto? ¿Puedes entender qué se siente cuando tienes en la sangre un millón de hormigas hambrientas? Ya no eres nada, no puedes razonar, ni sentir ni tener sentimientos que escapen a la necesidad de alimentarlas.
Fugazmente, Julián pensó en Clara. Ella había usado tiempo atrás una metáfora distinta para explicarle lo mismo: " Imagina que tus venas se vuelven de cristal. Un dedo puede hacerlas estallar. Y vives con ese miedo al estallido y al dolor que lleva a aparejado permanentemente. Millones de esquirlas clavadas detrás de los ojos, en el cerebro, en los intestinos, en la planta de los pies."

- Uno cree lo que quiere cuando le conviene. Yo sabía que algo no estaba bien, me lo decía el instinto. Pero ¿qué podía hacer?

Conocen a de los demás lo que quieren mostrarnos, y aún así solemos malinterpretar lo.

Los ignorantes creen que los poderosos lo son porque tienen dinero, y que la finalidad del poder es ganar más dinero todavía. Pero se equivocan, no entienden la verdadera naturaleza del poder. En primer lugar, todos esos jueces, políticos, empresarios corruptos creen que lo tienen, y no se dan cuenta de que son sus esclavos. Bien pagados, pero esclavos. En segundo lugar, el poder no te da solo dinero, te da algo mucho más importante y útil: te da impunidad , te sitúa por encima del bien y del mal.