Este personaje nunca me llamó especialmente la atención, y no lo hizo precisamente por todas las cosas que están ausentes en esta nueva serie. En vez de mostrarnos a Wanda como un personaje sencillamente desquiciado, o como un personaje obsesionado con la redención hasta un punto casi enfermizo (los dos registros que ha tenido desde "House of M"), aquí vemos a un personaje con más capas, y a pesar de seguir mostrando ese afán por arreglar el daño que hizo, y sin dejar de lado sus problemas psicológicos, nos ofrece a un personaje mucho más interesante que trata de evolucionar más allá de los roles en los que siempre se ha visto encorsetada. Uno de los aspectos más interesantes de esta serie es cómo está contada la historia, a través de historias autoconclusivas en las que subyace un hilo conductor, haciendo que tengamos una saga completa pero al mismo tiempo evitando las historias que invariablemente duran 6 números a las que durante mucho tiempo Marvel nos ha tenido acostumbrados. Pocas pegas le puedo encontrar en lo que al guión se refiere, dado que si bien la mayor parte de las historias se refiere no son para echar cohetes, están contadas con buen gusto y ninguna de ellas se hace pesadas. En cuanto al apartado artístico, me sentía escéptico en su uso de un dibujante diferente para cada uno de los números de la colección, pero termina por ser uno de sus grandes aciertos, al dar un tono diferente a cada número. Obviamente esto provoca altibajos en la calidad, pero no deja de ser interesante, especialmente porque muchos de los números (si no todos), han nacido en el país en el que se desarrolla la acción, como por ejemplo Javier Pulido, en la historia que se desarrolla en España (concretamente en Logroño). Aunque si tengo que hablar del apartado artístico, no puedo pasar por alto las maravillosas portadas de David Aja, cada una de las cuales es una pequeña gran obra de arte. Estamos ante una obra magnífica, y si este personaje va a seguir esta evolución, me apunto a ver a dónde se dirige. + Leer más |