¿Fue él?

Me ha gustado muchísimo. Un libro corto pero que lo dice todo, ni le falta ni le sobra. Un libro redondo.
Una pareja de jubilados se construye una casa en medio del campo en la zona sur de Inglaterra. al poco tiempo, una pareja joven hacen una casa y son vecinos. Ella más reservada, él entusiasta, todo le gusta y tiene ilusión por todo.
Un día, ya que no tienen hijos, el matrimonio mayor les propone tener un perrito que les haga compañía. Y ahí es cuando empieza esta historia de celos, angustia, pena...
Recomendable al 100%.

En este relato, de apenas 60 páginas, nos vamos de viaje a la mente del mejor amigo del hombre, en este caso, un bulldog.
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Aparece siendo un cachorrillo en casa de una joven pareja que no puede tener hijos, y vemos como el cariño y devoción que le tenían va desapareciendo con la llegada del cachorro humano tan ansiado.
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Es sorprendente hasta donde nos lleva el autor.
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¡Cómo me hubiese gustado saber qué lo motivó a escribir esta historia y cómo fue su trabajo de documentación! .
¿Cómo piensa un perro?
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El desastre se vislumbra cuando ves el primer encuentro entre perro y bebé.
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¿Quién es el verdadero culpable de la tragedia? ¿el humano que cría o el animal criado?
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Desde luego, sólo por el placer de leer cómo interpreta Zweig los pensamientos perrunos....merece la pena cada segundo que se emplea leyendo este relato.
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Libro cortito pero intenso. Trata sobre los celos, sobre el sentirse desplazado e ignorado… Sobre como un día eres la prioridad y al día siguiente el olvido. Es realmente magistral cómo el autor nos hace sentir multitud de cosas a través de sus palabras.

En esta novela, Zweig trata el tema de los celos con la maestría que siempre le caracteriza. Cómo esos celos pueden llevarnos a sentir un profundo dolor y desamparo, transformándose poco a poco en un enfado tan grande que nos haga llevar a cabo una venganza en toda regla.
Cosa que puede ocurrirle a cualquiera. Incluso a un perro.
Y es que el protagonista de esta novelita corta es un bulldog francés, un tanto mamoncete.

La historia transcurre en la campiña inglesa, donde dos parejas conviven –cada una en sus respectivas casas- teniendo una relación de buenos vecinos. Una de las parejas, compuesta por un matrimonio joven, acaba de trasladarse al lugar; la otra, un matrimonio mayor, cuya voz de la narración es la mujer.
Esta señora nos cuenta la aparición de Ponto, un cachorro de bulldog que su vecino, John Limpley, lleva un buen día a casa. Siendo el hombre impetuoso y bondadoso que es, le dedica sangre sudor y lágrimas al chucho, malcriándolo hasta más no poder. Así, el cachorrito que en un principio era una monada, crece siendo todo un tirano y un déspota, respondiendo de esta forma al gran cariño que su amo le procesa (quizá podríamos tomarlo incluso como una crítica).
Con ello pues, se masca la tragedia.

No voy a decir más del argumento, que aunque se centra en el perro, tiene un giro bastante curioso que no quiero destripar.

Como decía al principio, es un libro que recomendaría a los fans de Zweig –a los que no hayan leído nada de este hombre, si queréis empezar con él, hacedlo con otro libro-, pero sin embargo tiene puntos muy interesantes, como la forma de reflejar ese tipo de sentimientos en un perro y hacerlo totalmente creíble.
Aún así, el autor ha vuelto a sorprenderme.
Enlace: http://locaporincordiar.blog..

Stefan Zweig es capaz de contar en menos de cien páginas historias completas, redondas y sobrecogedoras (otros necesitan cientos y cientos para ni siquiera llegar a acercarse). La novela "¿Fue él?" es un ejemplo claro de todo esto. Un autor que nunca decepciona

El jurado podría declararlo culpable, o inocente por insania.
Pero la realidad es que tras esta historia, tétrica, terrible y dolorosa, existen hechos más que tenebrosos.
El hecho de que haya atenuantes, como la indolencia de quien ha encumbrado a quien no lo merece ni comprende ¿ en realidad no lo comprende? . Generando de esta forma celos enfermizos y conductas altamente lesivas.
La omisión múltiple por considerar irrelevantes datos que pueden llevar a evitar la comisión de algo tan tremendo que no me atrevo a mencionar.
Pero lo más impactante es la forma en que Zweig traslada todo esto de la mentalidad de una mujer madura y que se supone con experiencia, a lo que no sabemos si realmente sucede en la mente de un perro( Ponto ) ...pero ante la evidencia no lo podemos descartar,
Este siempre será un agravante de ley , y por supuesto, de lesa humanidad.
Limpley es culpable por su obsequioso exceso, por su incapacidad para comprender que su conducta por muy afable y amistosa que se pretende debe ser mesurada, y por supuesto dispersa en todas sus acciones, centralizarla solo lleva al fracaso y la ausencia de una felicidad, que tanto asume y presume.
Hay muchos partícipes, muchos culpables de acción y de omisión.
Incluso yo soy culpable por haber disfrutado este escalofriante por probable relato .
Pero dentro de mi mente la duda martillea constante ...
Fue el ?
No existe evidencia...todo es circunstancial.
Excepto la irreparable pérdida.

"En lo que a mí respecta, puedo decir que estoy segura de que él fue el asesino, aunque me falta la última prueba, la irrefutable." Con estas palabras de Betsy empieza esta historia narrada en primera persona.

Betsy y su marido tienen nuevos vecinos: el matrimonio formado por Ellen y John. Él, un hombre feliz y exagerado en esa demostración de felicidad y suficiencia. Ella, "una mujer paralizada y agotada por aquella sobreabundancia de vitalidad".

No puedo contar demasiado de esta pequeña novela (74 págs) ya que me resulta imposible hacerlo sin destriparla, pero sí puedo decir que me ha mantenido en vilo todo el tiempo, ya que, a pesar de intuir el desenlace desde muy pronto, Zweig maneja la intriga de una manera excepcional.

Por momentos he sentido realmente la angustia que transmite la narradora porque todo vuelve a ser -como nos tiene acostumbrados Zweig- muy visual y sensitivo.

Con pequeñas pinceladas de terror y suspense, este relato escrito en 1935 nos habla de los celos y de los amores desmedidos, de los inconvenientes de los extremismos (sobre todo cuando hablamos de emociones) y de que, al final, por acción u omisión, todas las acciones tienen sus consecuencias, aunque no estemos dispuestos a asumirlas y no todas sean buenas.

Es increíble cómo este autor es capaz de transmitir tal cantidad de sentimientos y emociones, y sobre todo es impresionante qué personaje de la novela los experimenta (o eso nos hacen creer). Otra joya totalmente imprescindible que además se lee de una sentada.

Un matrimonio jubilado se traslada a vivir cerca de Bath para pasar sus últimos años en tranquilidad. al poco tiempo, aparece una pareja joven, los Limpley. Ella es una mujer silenciosa e introvertida. Por el contrario, el señor Limpley es muy efusivo y exagerado respecto a sus sentimientos, actos y pensamientos. Esta manera impetuosa suya de manifestarse y comportarse será el motor que deriven los acontecimientos. El relato lo conocemos por la voz de Betsy, mujer inglesa que junto a su marido serán testigos de la trama funesta que está por acontecer. Betsy se da cuenta que la señora Limpley está triste, así que decide regalarle un perro bulldog. Ponto será el nombre elegido para el can. al contrario de lo que esperaba Betsy, Ponto no hará compañía a la señora Limpley sino que será su marido con su vitalidad y su carácter apasionado por las cosas quien dedicará multitud de atenciones al perro, convirtiéndose prácticamente en su esclavo.

El relato está muy bien construido como suele ser habitual en la obra de Zweig, ahondando en la psicología de los personajes. La obra se abre con la sospecha de Betsy y el caso queda sin resolver, aunque para ella es un hecho evidente que no puede demostrar. A decir verdad, todo el relato nos llega filtrado por la narración de Betsy, así que no conocemos más realidad que ella conoce y su punto subjetivo de ver las circunstancias. Varios son los cuestionamientos que se presentan en el relato como son las consecuencias de compartir o no una información relevante para otros o cuál es el lugar idóneo para situarse entre el exceso y el defecto. A modo personal, pensamos que Zweig quiere trasmitir varias ideas, pero primordialmente remarcar un término medio, es decir, tener una medida intermedia y justa de las cosas que el señor Limpley no es capaz de lograr. Su amor desmesurado a Ponto, le lleva a desequilibrar al perro y provocar los celos de él al verse abandonado de sus atenciones sin saber muy bien la causa. Si ya leyeron a Zweig, saben que no deben perderse esta pequeña joya del maestro.
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¿Fue él? de Stefan Zweig, escrito entre 1935 y 1940, aunque permaneció inédito incluso en alemán hasta 1987.

Sigo con las novelas cortas de este maravilloso autor. Esta es una historia de celos, rabia y venganza con tintes detectivescos.

En ella ahonda en el dolor y el desamparo que produce el sentirnos sustituidos en los afectos de nuestras personas queridas por un tercero que, cuanto menos, tiene los mismos derechos que nosotros. Y de lo que podemos llegar a hacer cuando lo sentimos.

En esta historia el protagonista es un perro y le atribuye a él (el mejor amigo del hombre) todos estos sentimientos rencorosos y vengativos que a mi modo de ver sólo poseemos las personas.

Me ha gustado mucho y como siempre, en un relato corto Zweig nos lo cuenta todo muy intensamente, y te deja reflexionando: cuando se tiene una sospecha de algo ¿cómo es mejor actuar?

Un libro para reflexionar sobre como nos comportamos con los animales de compañía y sus sentimientos