Una educación

Una educación es una apasionante novela autobiográfica en la que Tara Westover cuenta todo lo que vivió a lo largo de los años en una familia mormona. Se le da muchísima importancia a la educación, al esfuerzo y a la perseverancia, pero también nos enseña lo que puede llegar a hacer una persona con un pensamiento extremista, que en este caso es el padre de Tara. Además, te invita a reflexionar acerca de la educación que recibimos y de lo que enseñaremos en un futuro -o estamos enseñando- y cómo algo que a día de hoy está al alcance de prácticamente todo el mundo puede llegar a marcar a alguien.

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Una educación es un libro de la escritora estadounidense Tara Westover. En este libro, Tara nos narra de forma autobiográfica su vida y su crecimiento en el seno de una familia mormona de Idaho.

Una educación fue publicada en 2018. En esta historia, Tara nos cuenta su proceso de crecimiento personal a lo largo de su infancia y adolescencia. Siendo la hermana pequeña de siete hermanos, pertenece a una familia marcada principalmente por el carácter extremista de su padre y el carácter agresivo de uno de sus hermanos. Su padre, ferviente creyente de que el gobierno manipula a la sociedad y los médicos y profesores están controlados por este, obliga a sus hijos a vivir de espaldas a la sociedad convirtiéndolas en personas completamente ajenas a esta. Es así como Tara va creciendo hasta que uno de sus hermanos le abre los ojos y le enseña que hay un mundo más allá de lo que su padre le enseña. Es así como Tara comienza a querer abrirse al mundo y su talento comenzará a brillar lo que abrirá una brecha irreparable entre ella y su familia.

La historia de Tara es una historia muy dura. Como ella dice en una entrevista, no todo lo que quieres, te hace bien. En su historia se abordan multitud de temas muy duros: la opresión a la mujer, la violencia física y psicológica, el descubrimiento de un mundo que te ha sido privado... Es una historia de crecimiento y aprendizaje brutal tanto a nivel educativo como a nivel social.

Sorprende el tono con el que Tara nos cuenta la historia. Ella nunca busca culpables, no pretende señalar a nadie con esta historia. Ella cuenta su vida, desde una óptica propia, desde sus vivencias. Lo único que pretende es señalar que la educación es lo más importante que puede tener una persona y que nadie debería privar a nadie de tenerla.

Y aquí ya solo os puedo implorar que leáis esta historia. Da igual que no sea tu género, da igual que no sea tu estilo. Os puedo asegurar que es una historia de la que se pueden aprender muchas cosas. Mi admiración por Tara y todo lo que ha conseguido es enorme.

Sin duda, este libro autobiográfico de Tara Westover se ha convertido en mi mejor lectura de 2021. Venía teniendo muy mala suerte con las lecturas que escogía a lo largo del año, hasta que Tara vino y me rescató. Es un relato sobrio pero descarnado de las vivencias de esta mujer en una familia mormona fanática, y de cómo consigue salir de todo ello, no sin antes pagar un alto precio.
Ha sido una novela que me ha hecho reflexionar acerca de los problemas de la vida y de cómo los afrontamos (o no). No dudaría ni un instante en recomendar este libro a cualquiera que sepa juntar dos o tres letras.

De mis mejores lecturas este año. No suelo leer biografías, por regla general no soy una persona que se interese por la vida de otras personas ajenas a mí. ¡Pero madre mía con Tara Westover! Una educación no es un libro fácil, es una historia real que genera mucha impotencia e indignación. Mientras lees, tienes que aguantar la rabia que te produce hasta llegar a ese estado de alivio y paz. En la vida de Tara suceden muchas cosas a las que no estamos acostumbrados a ver ni padecer. Es uno de esos casos en los que te cuestionas la veracidad de los hechos porque todo lo que ocurre te parece inverosímil. Después de leer este libro, solo me queda darle las gracias a la autora por compartir una realidad tan dura. Pero sobre todo, le doy gracias porque a todos sus lectores nos ha dado una gran lección. Con su historia nos ha demostrado la importancia de tener una educación. Sus últimas líneas merecen ser compartidas ya que, para mí, el cierre de este libro es de las mejores conclusiones que he leído en mucho tiempo y solo me quedó aplaudir: «Podéis llamarlo transformación. Metamorfosis. Falsedad. Traición. Yo lo llamo una educación.»
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Hay libros que duelen, que incomodan, que cabrean... Y que precisamente por todos esos molestos verbos, hay que leer.

Tara Westover se abre en canal y nos cuenta su historia. Desconozco si pesa más el fin catárquico o el reivindicativo, pero lo que sí sé es que es la muestra de que existen realidades que nuestra mente es incapaz de imaginar. Nos hace levantar la vista de nuestros smartphones (que parece que todo lo saben) y el culo de la poltrona (esa que tanta seguridad nos da) para comprender que lo que damos por sentado en países del primer mundo, no siempre está a diposición de todos.

Tara rompe nuestros esquemas y nos muestra lo doloroso y trabajoso que fue romper con los suyos o, mejor dicho, los que otros habían decidido legarle.

Porque... Hay más vidas que la propia, más oportunidades que las que te han ofrecido hasta ahora, más pasado que el que te han contado. Pero si no puedes verlo. No te dejan verlo. No hay nada.

Impotencia. Mucha. Total. Tanta que a veces me costaba avanzar.

Incomprensión. Bastante. Porque comprender significaba tender un puente y decidí quemarlos todos. Bueno, todos no, quería encontrarme con Tara.

Certeza. Absoluta. de que en la educación siempre reside el cambio.

La historia de Tara Westover es una historia sobre creencias, sobre cómo la fe puede llegar a corromper las almas hasta lo más hondo, cómo no se es capaz de abrir los ojos ante la verdad más canalla, y cerrarlos plenamente para creer lo que nos han inculcado desde la cuna, sin réplica, sin amagos de desobediencia, sin rencor. Solo se acepta el todo, no hay medias tintas, no hay evolución, pero Tara solo ve un camino en su salvación, una educación.

Al principio me perdí un poco en la historia con los saltos en el tiempo, pero una vez que te ubicas, es una lectura muy recomendada. Os puedo asegurar que he odiado con toda mi alma a más de un personaje, y saber que es una historia real, hace que algunos capítulos sean estremecedores.

Es una historia sobre la familia, sobre convicciones, y sobre cómo sobrevivir cuándo nunca te han enseñado a hacerlo en un ambiente abierto y moderno. Que malo es creer que tienes la verdad absoluta, ciego y empoderado. Las decisiones que se toman cómo padres, lo que le inculcas a tus hijos, perdurará en sus memorias y lo harán ser de una u otra manera, enfrentarse mejor a la adversidad y saber evolucionar ante la sociedad. Las frustraciones que tienes se las traspasa a ellos, y esto a veces, no nos damos cuenta. Es un libro que te hace reflexionar, y mucho.

¿Y lo peor?? Pues saber que estás cosas, aunque encubiertas, siguen pasando en la sociedad, dónde empieza tu libertad más absoluta y verdadera, es dónde muchas veces coartas la de otros. Creerse el mejor, no te hace serlo. Hay que dejar hacer.

Lectura muy recomendada por mi parte y necesaria para los estrechos de miras.

Después de todas las opiniones favorables que había leído, tenía ganas de leer este libro.
Lo cierto es que no me ha defraudado en absoluto. La historia personal narrada, nos muestra tal transformación partiendo de una posición desfavorable respecto al resto de personas que componemos esta sociedad hasta llegar a alcanzar unas cotas difícilmente imaginables para cualquier persona que parta de su posición.
Si relato personal me ha llegado y recomiendo su lectura. Tara ha sido capaz de hacer un relato autobiográfico sumamente interesante en su primer libro y tengo cierta curiosidad por comprobar su evolución en el futuro.

Una educación son las memorias autobiográficas de Tara Westover, última hija de una familia mormona fundamentalista.

Tara, sin recargos ni florituras, nos narra su historia, sus recuerdos desde corta edad. Mostrándonos aquellos momentos de su vida que la marcaron y quedaron grabados en su memoria.

Criada en casa y llevada a trabajar al desguace de su familia desde los 10 años, Tara no tiene ni partida de nacimiento ni va al colegio. A ojos del mundo, Tara no existe. Y además, es mujer. Ella, desde corta edad sabía que su destino estaba ya escrito y que nada podría hacer ella para cambiarlo.

Sin embargo, gracias a sus ansias de saber más, de luchar y de abrirse otro camino, Tara descubre que el mundo no es como se lo han contado. Tara comienza a dudar.

Una educación es una lucha contra los demonios del maltrato, una guerra de palabras contra el fanatismo. Una manera de alzar la voz y limpiar su alma de la culpa y el rechazo.

Maravillosa, desgarradora, inspiradora. de esas historias que te marcan y te hacen reflexionar.

A ver, a ver. ¿Me estás diciendo que yo todavía no había subido reseña de este libro?
Pues dejadme deciros que lo leí hace aproximadamente un mes y se ha convertido en mi libro favorito del año y en uno de mis libros favoritos de la vida entera.
Llegó un punto en los últimos capítulos en que yo LITERALMENTE no podía soltar el libro, iba caminando por la calle y leyendo, haciendo la comida y leyendo.
Es que no puedo definir lo que me marcó este libro.
Simplemente LEEDLO.
Y gracias Tara, yo solo quiero que todo te vaya bien en la vida.

Esta es la historia real de la autora desde su más tierna infancia hasta la edad adulta. Es una historia donde queda patente el daño que hace todo fanatismo, en este caso religioso, hasta el punto de dividir a una familia y repudiar a los miembros que no sigan los designios del Señor… En fin.

Este relato me ha hecho sufrir mucho. Tara sufrió de pequeña el fanatismo de su padre, un mormón obsesionado con el fin del mundo que alejó a su familia entera de la educación, de los servicios médicos y de cualquier organismo público. Según él, eran infieles. Tara tenía inquietudes desde pequeña pero su cerebro estaba lavado por las creencias de su familia. Sí, lavado, porque cualquier religión es una secta, en mayor o menor medida. Se me ha hecho muy duro leer el maltrato y la manipulación a la que estuvo sometida solo por ser mujer y por tener inquietudes.

Cuando avanza la historia y Tara crece, nos cuenta cómo accede finalmente al conocimiento que tanto ansía y, en contraposición, las manipulaciones de su familia para que deje la universidad y vuelva a las montañas con ellos.
Es una historia muy dura y desgarradora pero que merece la pena leer.

Después de terminar el libro y dejar reposar el relato en mi mente he llegado a la conclusión de que quizá se convierta en uno de los mejores libros que voy a leer en mi vida, y esto es porque me ha hecho reflexionar y ratificarme en mi opinión sobre las religiones, cualquiera, y en la importancia que tiene recibir una buena educación en el seno familiar.

Creo que es un libro imprescindible, así que desde aquí os lo recomiendo encarecidamente.