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Calificación promedio: 5 (sobre 158 calificaciones)
/En este #RecomiéndameUnLibro, Amanda Calderón nos habla de UNA EDUCACIÓN de Tara Westover, una memoria que nos muestra como la escuela y la curiosidad cambió la vida de la autora. Un libro fundamental para el regreso a clases. Encuéntralo aquí: http://bit.ly/2PWe2Br
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Una educación de Tara Westover
Fue un alivio escapar de aquella elegancia y aquella belleza, que se me permitiera ser fea en vez de un elemento de contraste.
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Una educación de Tara Westover
(…) de modo que reprimí los berridos recurriendo al método del pasado: mirando desafiante mi cara en el espejo y regañándola por cada lágrima. Era un procedimiento tan conocido que al llevarlo a cabo rompí en mil pedazos la ficción que con tanto esmero había fabricado en el último año. El pasado y el futuro falsos se volatilizaron
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Una educación de Tara Westover
La abuela era una fuerza de la naturaleza: impaciente, enérgica, dueña de su misma
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Una educación de Tara Westover
No era más que una mujer de clase trabajadora con un vestido bonito. Hasta que creyó en sí misma. Entonces no importó el vestido que llevaba puesto.
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Una educación de Tara Westover
Era lo único que me quedaba de la vida que había llevado en esa casa: un rompecabezas cuyas reglas nunca llegaría a entender porque no eran reglas sino una especie de jaula destinada a encerrarme. Podía quedarme y buscar lo que había sido mi hogar, o podía irme sin demora, antes de que las paredes se movieran y la salida se cerrara.
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Una educación de Tara Westover
De niña esperaba desarrollar mi mente, acumular experiencias y consolidar mis decisiones para tomar forma hasta adquirir la imagen de una persona. Esa persona, o esa imagen de una persona, tenía un sentimiento de pertenencia. Yo era de la montaña, de la montaña que me había creado. Solo con el paso de los años me pregunté si acabaría como había empezado, es decir, si la primera forma que una persona toma es su única forma verdadera
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Una educación de Tara Westover
«Eras mi niña. Tendría que haberte protegido.» Viví toda una vida en el momento en que leí esas dos frases, una vida que no era la que en realidad había vivido. Me convertí en otra persona, que recordaba otra infancia. No entendí la magia que obraron aquellas palabras, y sigo sin entenderla. Solo sé que, cuando confesó que no había sido para mí la madre que desearía haber sido, se convirtió en esa madre. |
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Una educación de Tara Westover
(…) vi que el pasado se modificaba. El cambio se inició con los recuerdos que guardaba de mi hermana. Cuando evocaba alguna parte de nuestra infancia que habíamos vivido juntas, momentos de ternura y de comicidad, de la niña que yo había sido junto a la niña que había sido ella, el recuerdo se alteraba de inmediato, se desfiguraba, empezaba a pudrirse. El pasado se volvió tan horrendo como el presente.
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Una educación de Tara Westover
Empecé a experimentar la mayor ventaja del dinero: la posibilidad de no pensar en él, sino en otras cosas
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