Los malditos asesinos podian matarte a ti o a tu shellan, masacrar a tus pequeños, lo que fuera…pero tenian terminantemente prohibido perturbar a los humanos
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Los malditos asesinos podian matarte a ti o a tu shellan, masacrar a tus pequeños, lo que fuera…pero tenian terminantemente prohibido perturbar a los humanos
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Llevaba años escapando de una u otra forma y estaba cansada. Esta vez se enfrentaria a la realidad y aceptaria las consecuencias
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—No puedo dejar de amarla... solo porque su cuerpo dejó de funcionar.
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Ella levantó los ojos y, cuando quedó frente a aquellos ojos de hielo, dijo: —Ciertamente tendréis que sacarme a rastras de aquí si queréis que me marche. El hermano frunció el ceño. —Nos traen a un peligroso… Un súbito gruñido pareció sorprender al macho. Qué estupidez, pensó N’adie, teniendo en cuenta que era él quien estaba haciendo ese... Pero no. No era él. Era ella. Ese gruñido de advertencia estaba saliendo de su propio pecho y brotaba de sus labios. Mejor, se dijo, y reafirmó con palabras lo que había indicado el gruñido. —Me quedaré aquí. ¿En qué sala lo van a curar? |
Joder, en qué estaba pensando. Se había alimentado de ella una sola vez y además no le pertenecía. Nunca sería suya, por demasiadas razones. En efecto, al pensar en la manera en que hasta aquella prostituta humana había huido de él hacía unos meses, Xcor se dijo que alguien tan puro y perfecto como aquella Elegida nunca tendría nada que ver con un ser como él. Throe, sin embargo, podía tener alguna oportunidad. Pero claro, tampoco era un hermano. Sin embargo, estaba enamorado de ella. Y esa criatura estaría acostumbrada a que la amasen. |
Gregorio Samsa es un ...