De manera grácil y sencilla nos cuenta la historia del Príncipe Sebastian que a pesar de mostrarse como un hijo ejemplar, en el fondo oculta su identidad y yo interior por enmarcarse dentro los cánones sociales, carga que es aún más pesada debido a la inherencia de su posición, sin embargo su válvula de escape parece ser crearse un alter ego con el que pueda expresarse libremente, sentirse bien consigo mismo y comportarse como no podría en su entorno cotidiano.
Y en esta tarea cumple una función esencial su fiel costurera Frances, quien guardará celosamente su secreto y se convertirá en una compañera de aventuras, en una amiga de confianza, a pesar de que esto pueda perjudicar su progreso laboral, poniendo a prueba su lealtad y apego.
Aceptación, es el mensaje que guía a esta corta pero bonita historia.