En este tercer libro de la saga, Upkike nos muestra a un Conejo que vive sin preocupaciones económicas, administrando el concesionario Toyota que le ha dejado su suegro. Algo lenta la narración, con un exceso de detalles que van desde lo técnico sobre motores automovilísticos hasta las descripciones de las cosas más simples y cotidianas. El apetito desmedido por sexo que pareciera permearlo todo, el declive de la clase media norteamericana son quizás los rasgos más acusados de la novela. Aunque la crítica celebra este como el menor de la tetralogía, me quedo con el segundo. Este me costó leerlo y si lo terminé fue a trompicones.
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