Es difícil leer esta obra sin sentir cierto sentido rechazo, pues Tolstoi maneja ideas un tanto arcaicas. Sin embargo, la narración es tan fluida y el sentimiento es tan vívido que es imposible no empatizar con los sentimientos de Posdnichev. La historia empieza "in extremis res", es decir, todo lo acontecido es tiempo pasado, todo se narra desde los recuerdos e impresiones que tuvo Posdnichev durante su extinto matrimonio: desde su temprano noviazgo hasta la culminación de su matrimonio. A través de estos recuerdos y experiencias aprendemos el sentimiento interno de nuestro protagonista y, por más malo que llegue a ser, podemos comprender algunas de sus acciones (mas no por eso justificarlas). Tolstoi sabe como adentrarse en la psique de su personaje: desde sus más profundos placeres hasta sus más horridos celos se detallan de una manera tan explícita que asusta ¿Cuántos no hemos sufrido más por nuestra azarosa imaginación que por los hechos mismo? Todos llegamos a ser, hasta cierto punto, Posdnichev. Lo somos cuando nos mentimos, cuando nos ilusionamos y cuando nos damos cuenta de las ataduras que la sociedad ha puesto sobre nosotros. Comento esto último por el hecho de que Tolstoi critica de manera severa la educación rusa decimonónica, sobre todo la educación que recibían las mujeres. Si bien no puedo llegar a compartir del todo sus ideales, siento que tiene razón en algunos puntos, como por ejemplo: que el hombre ha sido quien ha impuesto la educación femenina, y es gracias a esto que se perpetúan falacias que romantizan aspectos negativos del matrimonio y la propia vida del hombre. El propio protagonista lo admite al principio, pues se da cuenta que estaba alienado por la sociedad, y es ahí donde comete su primera falta: pecar en contra de sí mismo. En ese sentido, creo que Tolstoi tiene razón, empero, cuando empieza a culpar a la mujer de algunos aspectos sociales... bueno, supongo que es menester entender el contexto de la obra (por más incómodo que llegue a ser). La última parte de la obra comienza cuando habla de los celos. Aquí, de manera personal, debo admitir lo siguiente: pocas veces había temblado por encontrarme tanto en un personaje: desde el sentimiento desgarrador hasta los pensamientos intrusivos poco agradables. Posdnichev es uno de los personajes más humanos que he leído, y lo que más (me) aterra es que uno encontrarse en él: en sus celos, en sus sueños, en su miedo y en su tormento interno. Nunca justificaré el acto que cometió, pero saber que casi todos hemos vivido (o viviremos) su angustia, me hace empatizar de manera profunda con este ser. Catarsis, dirían los griegos. He leído muy poco de Tolstoi, pero por cada obra de él que leo me conozco un poco más, así que sí, lean a este hombre, pues donde él planta lágrimas, nosotros cosechamos almas. + Leer más |
La escritora mexicana Ángeles Mastretta y la encantadora actriz Naian González Norvind nos deleitan con una entretenida charla que gira alrededor de tres obras clásicas de la literatura universal escritas por mujeres.
Además, comparten un fragmento de "Arráncame la vida", obra emblemática de nuestra invitada. Para finalizar, Mastretta nos conmueve con una interesante anécdota sobre su contacto con los escritos originales de una de sus autoras favoritas.
Libros leídos:
“Anna Karénina” de Lev Tolstói
“Madame Bovary” de Gustave Flaubert
“Orgullo y prejuicio” de Jane Austen
“Arráncame la vida” de Ángeles Mastretta
Autores mencionados:
Gustavo Sainz
Émile Zola
Guy de Maupassant
Charles Dickens
Gabriel García Márquez
Octavio Paz
Carlos Fuentes
Libros mencionados:
Las flores del mal de Charles Baudelaire
Lejos de Cassandra de Jane Austen
La cabeza de mi padre de Alma Delia Murillo
Pedro Páramo de Juan Rulfo
Leonora de Elena Poniatowska
La guerra de Galio de Héctor Aguilar Camín