La noche del profesor Andersen

El autor, un destacado narrador Noruego y muy merecida esta fama, disfraza de novela algo más parecido a un ensayo. Con la premisa inicial de haber presenciado un asesinato en la ventana de enfrente y no verse capaz a informar del crimen, el autor, a través de su protagonista Pal Andersen, nos abre su mente plagada de reflexiones de todo tipo.

Veremos muy bien reflejada la Navidad nórdica, la soledad e individualismo de aquella sociedad, el consumo de alcohol tan habitual en los países del norte y lo que ello conlleva. Pero nos llevará a otras reflexiones de ámbito político y social y a reflexiones más en profundidad sobre el tema que toca al protagonista, como es la Literatura, siendo Profesor de la Universidad de Oslo.

Si bien la historia me ha parecido plana donde el protagonista divagaba por momentos, si bien seguramente es el fuerte de este libro: la mente humana, en este caso en la del profesor Andersen en primera persona. Y todo lo que esta mente puede pensar de cada cosa que ocurre a nuestro alrededor.

Libro para disfrutar de su escritura, para adentrarnos en la cultura nórdica, y para reflexionar desde el punto de vista más filosófico de muchos aspectos. Si buscas acción no es tu libro. ¿Conseguiremos entender porque el profesor no es capaz de denunciar el asesinato que ha presenciado?

Frases destacadas.

“El profesor Andersen había votado que no, porque no veía ninguna razón para votar que sí cuando la gran mayoría de la gente que vivía en nuestro dilatado país estaba muy en contra, no le parecía muy defendible actuar en contra de campesinos, pescadores y camioneros de la poco poblada Noruega”

“Per Ekeberg estaba donde estaba el futuro, lo que le hacía radical a prueba de todo, alegaba él, porque significaba que era capaz de ver sin prejuicios, y, no menos importante, sin ningún antiguo prestigio, los nuevos problemas que surgían”

“Ahora veo con toda claridad lo limitado que es mi horizonte. Que me considerara ilustrado y consciente, e incluso me atribuyera un entendimiento de la historia, y resulta que ni siquiera tengo conocimiento de mis antepasados de tres generaciones hacia atrás, y aún peor: ni siquiera me ha molestado no tenerlo”.

“La literatura no sobrevive como pensábamos. Solo sobrevive en apariencia y eso ya no es suficiente”

“Nuestra relación con el pasado se caracteriza por una profunda indiferencia, aunque no lo queramos reconocer y hablemos con sinceridad cuando decimos que se trata de valores imprescindibles”

“¡Nadie puede tener su propio Dios! ¡Ni siquiera el ateo!”

“Quizá mis malos argumentos sean una expresión de que no me atrevo a reconocer los argumentos reales en los que me baso”

¿Libros que os haya hecho pensar mucho? ¿Y otros donde el autor/a haya conseguido meteros de lleno en la mente del personaje? ¿Lectura actual?

«Uno debe marcharse pronto si está atormentado por pensamientos de peso»
 
Yo soy de esta opinión y, es más, obro en consecuencia, cada cual tiene su propio tormento como para que yo ande contando los míos a unos y otros, escuchar no me importa, pero relatar, no me va. Es una novela que creo que no se apreciará como se debería, porque invita a la reflexión desde una situación que nos parece clara, un caso que no requiere ningún tipo de duda, pero nos pone en posición de pensar. ¿De qué trata? Aborda el problema de la conciencia. Y por qué creo que no se valorará, porque en frío la mayoría de nosotros sabemos lo que debe hacer Andersen y todo su complejo entramado de pensamientos que tiene tras no hacer la llamada, se juzgará negativamente.
 
«Antes me consideraba una persona que podía usar sus recursos de lleno, por lo que, para ser sincero, me sentía orgulloso. Ahora veo con toda claridad lo limitado que es mi horizonte, y me sorprende no haberme dado cuenta antes. Que me considerase ilustrado y consciente…»
 
Tenemos un pensamiento sobre nosotros mismos, mejor o peor, esa idea que tenemos esta cimentada en muchas cosas, pero sobre todo en nuestros principios y valores, ¿qué sucedería si no cumplimos con ellos? Las decepciones cuando son propias duelen mucho. La culpa y el malestar hacen presencia, e intentamos parchear el bache justificando nuestra decisión, acto…, sobre este punto el profesor Andersen abrirá temas filosóficos bastante interesantes que intenta justificar su no acción. ¿Por qué Andersen no se lo cuenta a su gran amigo? Porque también él le decepcionaría si le dice que hizo lo correcto.
                La trama no es lo más relevante de esta obra, y no es el encanto de ella, es el pensamiento del profesor Andersen, esos pensamientos que nos atormentan. Seguro muchos tras leer esta novela corta diréis esto no sucede, sé de casos que miraron hacia otro lado en accidentes de tráfico porque llegaban tarde al trabajo y luego esto les pasó factura; en el maltrato de género, vecinos que no llamaron; atropellos mortales cuyo conductor se entrega semanas después o asesinatos,y un largo etcétera. Esa conciencia que nos persigue
 

#LaNocheDelProfesorAndersen de #DagSolstad (1996) | @nordica_libros 📚

Un catedrático en literatura, el profesor Andersen, durante la noche de Nochebuena presencia un asesinato en el bloque de enfrente: un hombre joven estrangula a una mujer. Tras la visión de este hecho, se dirige al teléfono para informar a la policía, pero, en contra de lo que cabría esperar, no lo hace y cuelga. Y ahí empieza todo. Su interior entra en ebullición y topamos con sus reflexiones morales y sobre temáticas de diversa índole. Encontramos toda una exposición de pensamientos, así como de diferentes situaciones y comportamientos, a partir de esa omisión de conducta que la sociedad tacharía cuando menos de juzgable, y que para nuestro profesor no deja de ser también algo reprochable pero que, a la vez, sabe que lo volvería a hacer de la misma forma. Vemos lo que supone para él ese no denunciar, desde esa misma noche hasta los siguientes días, semanas y meses; siendo partícipes de cómo el ser testigo de este asesinato y su reacción imprevista ante el mismo cambia su mundo.

Me había creado una imagen de esta historia y ha resultado ser muy distinta de lo que imaginaba. No me ha disgustado la lectura pero, aunque me ha merecido la pena, no siempre he estado conectada con ella mientras leía.

El asesinato y la reacción del profesor son centrales en cuanto a que a partir de esto se desarrolla todo lo demás; pero en mi opinión, el autor pierde el foco en ciertos pasajes y en las temáticas en las que ahonda (que pienso que no siempre aportan ni se relacionan con nada en concreto, sentía como que a veces era una especie de parloteo sobre cosas que no me interesaban demasiado ni me decían nada). Esto en principio me desconcertó (tú, quizás, lo vivas de otra manera, puede que simplemente no he sabido entender para qué me habla de algunos personajes, situaciones e ideas que no consigo relacionar con nada) y el que no todas esas divagaciones me interesasen, hacía que desconectara de la lectura en ocasiones. Aun así continué y es de esos casos en los que merece la pena, tiene momentos álgidos al final y en cómputo te hace reflexionar bastante.

Una lectura peculiar.

¡Reseña completa en el blog!
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¿Cuál sería vuestra primera reacción al ser testigos de un asesinato ocurrido justo en la ventana del edificio de enfrente en plena Nochebuena? ¿Denunciar rápidamente lo ocurrido? ¿Ocultaros en la penumbra de vuestro salón y desear no haber visto nada?

Esta es la premisa de la que parte la última novela del escritor noruego Dag Solstad. Su protagonista, un solitario catedrático de Literatura de cincuenta y cinco años, ve trastocada su calmada y planificada vida precisamente en la época del año en la que más acentuada aparece la ausencia de familia.

La constante que vertebra el texto es el dilema moral al que se enfrenta el profesor Andersen, quien no consigue compartir con nadie el terrible hecho que ha presenciado y que, además, en un sorprendente giro a la luz de nuestra conciencia social actual, se siente incapaz de delatar al asesino, al que ya ha puesto cara y que le obsesionará hasta tal punto que vigilará sus pasos durante las siguientes semanas.

Si bien esta parte de la historia es la más interesante, el autor dedicará muchas otras páginas al encuentro del protagonista con amigos y conocidos y a un torrente incesante de pensamientos sobre otras cuestiones importantes como el individualismo de la sociedad noruega o la supervivencia de la literatura.

Y aunque estas reflexiones sean necesarias para conocer la mentalidad de nuestro protagonista es cierto que desvían la atención de lo verdaderamente crucial: la toma de decisión sobre delatar o no al asesino.

Esto hace que la promesa de acción que pudiera suscitar la trama quede un poco desequilibrada, aunque no resta disposición a la lectura. El grado de apreciación de esta dependerá de lo que busquemos entre sus páginas: si una trama bien delimitada con un final que convenza o una profunda indagación en la mente de su personaje principal, con la consiguiente inquietud y vacíos que esto pueda ocasionar.

Para quienes, como yo, estéis en proceso de conocer autores/as del norte de Europa, oportunidades como esta siempre serán bien recibidas.
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Es Nochebuena y el profesor Pål Andersen, de cincuenta y cinco años, está solo, tomando café y coñac en su sala de estar. Perdido en sus pensamientos, mira por la ventana y ve a un hombre estrangular a una mujer en el apartamento de enfrente. El profesor Andersen no informa del crimen. Pasan los días y él se paraliza por la indecisión.
Considero que no es un libro para todos los lectores ni para leer en cualquier momento. Es un libro complejo donde a pesar de que la trama parece ser el asesinato para nada lo es. Digamos que el asesinato es el suceso que desencadena todo un tormento psicológico en Andersen. No he logrado empatizar con el profesor pues por momentos parecía que el asesinato lo atormentaba y por otros hacía una vida muy normal con cenas, salidas con amigos y debates superfluos sin fin sobre temas variopintos. Hay debates interesantes como el uso actual de la lectura pero hay otros que no llegué a entender. Creo que este libro no es para mi a pesar de que la portada me parece preciosa y el argumento me atraía. Por otro lado el libro carece de capítulos. Son 150 páginas del tirón. Creo que si se hubiese ahondando más en ese tormento psicológico o en debates relacionados lo hubiera encontrado más interesante