La noche del profesor Andersen de Dag Solstad
“¡Nadie puede tener su propio Dios! ¡Ni siquiera el ateo!
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La noche del profesor Andersen de Dag Solstad
“¡Nadie puede tener su propio Dios! ¡Ni siquiera el ateo!
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La noche del profesor Andersen de Dag Solstad
¿Pero puedo estar perdido si no creo en Dios?, se preguntó entonces el profesor Andersen. Porque no creo en Dios, ya que me resulta imposible seguir el mandato divino. Ah, eso no me sirve, suspiró, porque ya conozco la perdición, soy capaz de hacerla desaparecer por arte de magia. Ni siquiera temo sacar la lengua a Dios, y nadie se sentiría sacudido en su interior si se lo contara. Es simplemente una idea desconocida para mí haber cometido un pecado. Puedo entender la perdición, pero no que al chasquear los dedos y dejar que un asesino se fugara, cometiera un pecado contra Dios. Eso resulta extraño, raro. Y tengo frío. He traspasado un límite y me he topado con algo que me resulta necesario denominar Dios. Es extraño y helador. No, no quiero quedarme aquí. Me lo sacudo, me doy la vuelta y sigo andando hacia casa, por así decirlo, pensó el profesor Andersen.
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La noche del profesor Andersen de Dag Solstad
Todos deseamos hacernos personas más sabias con el paso del tiempo, ¿pero es verdad? En mi caso desde luego que no. No soy más sabio ahora de lo que era cuando tenía veinticinco años, simplemente soy mayor. Las experiencias que he cosechado no valen gran cosa más que para mí mismo. Mis experiencias no son un valor que pueda transmitir a otros más jóvenes, son un peso con el que tengo que cargar yo solo. Tengo que relacionarme con mis experiencias como impedimentos que me hacen capaz de relacionarme con mi propia edad, y no seguir comportándome como "joven", "de mente joven", algo que en realidad es de mal gusto, a decir verdad».
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La noche del profesor Andersen de Dag Solstad
La literatura no sobrevive como pensábamos. Solo sobrevive en apariencia y eso ya no es suficiente
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La noche del profesor Andersen de Dag Solstad
Ya no ocultaría que, en su opinión, vivían en una época miserable. Él se sentía muy mal en ella, a la vez que no podía hacer nada para ofrecer una alternativa. "Porque no somos intelectuales atemporales, somos intelectuales en la época del mercantilismo, y profundamente caracterizados por lo que conmueve los corazones de las masas. Lo que conmueve los corazones de las masas son las consecuencias de nuestra propia insuficiencia. Simplemente. ¿Hace cuánto que no te estremeces al ver o leer una tragedia griega? Me refiero a estremecerte de verdad, sentirte conmovido en lo más profundo de tu ser.
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La noche del profesor Andersen de Dag Solstad
Nuestra relación con el pasado se caracteriza por una profunda indiferencia, aunque no lo queramos reconocer y hablemos con sinceridad cuando decimos que se trata de valores imprescindibles
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La noche del profesor Andersen de Dag Solstad
Quizá mis malos argumentos sean una expresión de que no me atrevo a reconocer los argumentos reales en los que me baso
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La noche del profesor Andersen de Dag Solstad
Ahora veo con toda claridad lo limitado que es mi horizonte. Que me considerara ilustrado y consciente, e incluso me atribuyera un entendimiento de la historia, y resulta que ni siquiera tengo conocimiento de mis antepasados de tres generaciones hacia atrás, y aún peor: ni siquiera me ha molestado no tenerlo
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La noche del profesor Andersen de Dag Solstad
El profesor Andersen había votado que no, porque no veía ninguna razón para votar que sí cuando la gran mayoría de la gente que vivía en nuestro dilatado país estaba muy en contra, no le parecía muy defendible actuar en contra de campesinos, pescadores y camioneros de la poco poblada Noruega
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La noche del profesor Andersen de Dag Solstad
Per Ekeberg estaba donde estaba el futuro, lo que le hacía radical a prueba de todo, alegaba él, porque significaba que era capaz de ver sin prejuicios, y, no menos importante, sin ningún antiguo prestigio, los nuevos problemas que surgían
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Gregorio Samsa es un ...