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Es Nochebuena y el profesor Pål Andersen, de cincuenta y cinco años, está solo, tomando café y coñac en su sala de estar. Perdido en sus pensamientos, mira por la ventana y ve a un hombre estrangular a una mujer en el apartamento de enfrente. El profesor Andersen no informa del crimen. Pasan los días y él se paraliza por la indecisión. Considero que no es un libro para todos los lectores ni para leer en cualquier momento. Es un libro complejo donde a pesar de que la trama parece ser el asesinato para nada lo es. Digamos que el asesinato es el suceso que desencadena todo un tormento psicológico en Andersen. No he logrado empatizar con el profesor pues por momentos parecía que el asesinato lo atormentaba y por otros hacía una vida muy normal con cenas, salidas con amigos y debates superfluos sin fin sobre temas variopintos. Hay debates interesantes como el uso actual de la lectura pero hay otros que no llegué a entender. Creo que este libro no es para mi a pesar de que la portada me parece preciosa y el argumento me atraía. Por otro lado el libro carece de capítulos. Son 150 páginas del tirón. Creo que si se hubiese ahondando más en ese tormento psicológico o en debates relacionados lo hubiera encontrado más interesante |
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