Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo

La libertad es la ausencia del miedo. Tal vez, esa frase alguno de vosotros no la comprenda, por eso voy a explicarla.
Como mujer no conozco la libertad de ir por la calle y sentirme segura. Como mujer soy valiente porque no me queda más remedio, incluso a golpes he tenido que defenderme. Desgraciadamente, como mujer no soy libre. Eso es algo que se muestra en cada página de esta novela.
Este verano quería lecturas "light", pero sabía que esta sería la excepción, ( y menuda excepción!!!). Una lectura hermosa, profunda, intensa, inspiradora y terrible. Nos muestra la vida de un variopinto conjunto de mujeres (principalmente) unidas en la periferia de la sociedad, rechazadas por motivos diversos.

Su protagonista está muerta en un contenedor, así de contundente comienza. Ella sabe que está muerta. Es consciente, pues desde el momento de la muerte hay unos diez minutos en los que el cerebro aún funciona. El libro es una visión panorámica de los recuerdos que vuelven a ella en ese breve espacio de tiempo: los secretos de su familia, el sufrimiento que le ocasionaron los que debían cuidarla y amarla, su gran amor, sus amigos, el sabor y aroma del café de cardamomo... Todo ello envuelto en el innegable amor a su tierra, Turquía. Cuna de Imperios, de leyendas y exotismo (a ojos europeos). En el último siglo ha cambiado mucho, con su apariencia cada vez más occidental (incluso en su escritura), pero las mujeres siguen luchando contra un mar de limitaciones y tradiciones.
Es un libro duro que muestra la vida de mujeres, prostitutas, transexuales... en Turquía de mediados a finales del siglo XX. El día a día de los rechazados de la sociedad.
En conjunto, no es un libro triste aunque acabé emocionada cuando sus recuerdos se terminan y solo sus amigos sufren su pérdida. En ese tramo del libro sentí que era barrida por una ola de tristeza, pero después me recuperé gracias al resto de personajes. Entonces, de forma sorprendente comencé a reír con la locura maravillosa que se les ocurre a los amigos de Leila.
La belleza también duele y en esas páginas está la demostración.
Todo el tiempo sabes que Leila está muerta, pero en ningún momento pierdes el interés por el relato, eso ya demuestra la magia y verdad que Elif Shafak imprime en sus palabras. Logra acabar una historia tan complicada con un toque de esperanza, de humor y alegría.
Una lectura muy hermosa y valiente en la que aprendes sobre la historia de Estambul en el siglo XX, sucesos que ocurrieron a finales de los años 70 (antes de que yo misma naciera).
Recomiendo que lean (o escuchen el audiolibro) incluida la parte final con la nota al lector donde menciona una ley terrible y vergonzosa que afectaba a las prostitutas.

En esos 10 minutos y 38 segundos que se cree que tarda el cerebro en dejar de funcionar desde que el corazón se para, Tequila Leila (nombre con el que la conocen sus mejores amigos) nos relata la historia de su familia de sangre y de su “familia” en Estambul, sus cinco amigos (Nostalgia Nalán, Sabotaje Sinán, Yamila, Zaynab 122 y Hollywood Humeyra) que por diferentes avatares de la vida, terminaron como ella, solos, huyendo de sus familias.
La novela se estructura en un primer capítulo titulado Fin y tres partes divididas en capítulos.
La mente: La más extensa. En ella transcurre ese último tiempo que le queda al cerebro de Leila de forma correlativa (primer minuto, segundo minuto….). Una descripción lineal que empieza desde el momento de su nacimiento, dedicando cada apartado a una parte de su vida e intercalando de vez en cuando un capítulo dedicado a cada amigo.
Intentando no desvelar mucho de la trama, diré que ya tuvo un nacimiento accidentado y toda su infancia vino marcada por acontecimientos que no presagiaban nada bueno, hasta que huye a Estambul.
Las otras dos, El cuerpo y El alma:
En esta parte los amigos intentan recuperar el cuerpo de Leila y darle digna sepultura, siguiendo sus tradiciones (no como se enterraba a los indeseables; en silencio y con premura). También se explica cómo Leila termina en el contenedor.

Una impresionante novela donde, desde el principio, sabemos el desenlace final, pero esto no hace que el libro desmerezca nuestra atención en ningún momento.
A través de su bonita forma de describir la autora nos muestra la gran capacidad de amar de la gente, la valentía, la lucha por cumplir los sueños, Estambul y sus costumbres pero también sus injusticias. Una crítica social al patriarcado, a la corrupción, a la discriminación, las diferencias entre clases sociales pudientes o repudiados, el acceso a la educación, la dura vida de las mujeres …

Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak narra la historia de Leila, Tequila Leila, una prostituta que aparece tirada en una calle de Estambul, asesinada.

Aunque pudiera parecer un thriller policiaco con esta introducción, la historia no trata sobre la búsqueda del culpable si no de ese momento en el que, según dicen, toda tu vida se proyecta como una película por tu mente antes de morir. Esos diez minutos en los que tu mente se mantiene activa a pesar de que tu corazón acaba de pararse. Así, Leila nos narra su infancia, marcada desde el mismo momento en el que nació, hasta el momento en el que, huyendo de su hogar, acaba refugiada en un burdel.

Me parece especial como introduce cada etapa de su vida recordándola a través de un sabor que ha significativo para ella y, también, nos presenta a sus amigos, los que ella llama Los Cinco: una pandilla de lo más peculiar.

Leila es una mujer rechazada, desheredada, olvidada por su familia y por el mundo y serán ellos quienes no permitirán que su amiga descanse en un lugar que no merece.

A su vez, la autora presenta un marco social y cultural criticando la injusticia, la falta de libertad, la violencia y el maltrato hacia algunas personas que se salen de la norma.

Esta magnífica novela, aunque es fácil de seguir, me ha hecho sentir que debía leerla a fuego lento. La he disfrutado leyéndola con mucha calma...

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Se dice que el cerebro es capaz de permanecer activo hasta 10 minutos y 38 segundos tras la muerte de una persona. Con esta curiosa premisa la autora, Elif Shafak, nos presenta una novela misteriosa, cargada de una gran crítica hacia a la igualdad y libertad de las mujeres.

Nada más empezar nos encontramos con la misteriosa muerte de Leila, la protagonista y narradora de este título, justo en el momento en el que yace en un contenedor de basura de Estambul tras haber sido asesinada. Durante estos escasos diez minutos nos metemos de lleno en su mente para realizar un recorrido a lo largo de toda su vida, desde su nacimiento hasta su último aliento.

La autora nos lleva de la mano para recorrer una vida nada fácil. Paseamos por su complicada infancia que incluye la pronta muerte de su hermano con síndrome de down; su marcha solitaria cuanto tan solo tenía dieciséis años hacia Estambul para escapar tanto de su familia como de su pasado, o el abuso recibido por su cuerpo tras haber trabajado como prostituta durante el resto de su vida.

A lo largo de la novela escuchamos las historias de los cinco amigos más queridos de Leila que fue conociendo en diferentes etapas clave de su vida, los cuales se convierten en su nueva familia. Estos cinco amigos se terminan juntando y de una forma bastante surrealista, tratan de que Leila tenga un entierro decente. Dicen que los amigos son la familia que uno elige, y para Leila fueron todo y el único apoyo que tuvo.

A pesar de ser una dramática historia, se hace una lectura bastante amena ya que la novela está contada con positividad, con algunas acciones tan surrealistas que terminan sacándote la sonrisa a pesar de tratar temas como la muerte. En definitiva, una lectura muy recomendable

En este libro vamos a encontrar una crítica aguda a la cultura del islam y al papel que juega la mujer en ella. Ha sido una lectura dura, original y profunda, con Estambul como telón de fondo. El libro se divide en tres partes: en la primera de ellas nos metemos dentro de la mente de Leila y descubrimos junto a ella todos esos pensamientos que tiene durante los 10 minutos y 38 segundos antes de su muerte (ojo, esto no es spoiler), y conocemos la historia de sus cinco amigos; en la segunda y tercera parte vemos, respectivamente, qué sucede con el cuerpo y el alma de Leila y cómo sus amigos afrontan esta situación.

Elif Shafak da voz a los más desfavorecidos en esta historia, donde la prostitución, la trata de blancas y la transexualidad son los temas principales. La amistad también juega un papel muy importante en este libro. Amistad verdadera entre personas que se unen por el sufrimiento, la violencia y el desamparo. Juntas afrontan la vida con fuerza y esperanza. En este punto me gustaría avisar de que el libro contiene escenas muy duras y explícitas de abuso sexual infantil, escenas que a mí, personalmente, me han resultado muy difíciles de leer, pero que son necesarias para entender el contexto de la historia.

La narración de la autora me ha parecido sublime, y es que con sus descripciones te permite transportarte al lugar y sentir todos esos sabores y olores a los que hace referencia.

Una vez terminado el libro es inevitable suspirar y pensar en todas esas injusticias que en él se relatan, pero también te deja una sensación esperanzadora, por la lealtad y el amor que se puede encontrar en la «familia de agua», los amigos.

El cerebro es capaz de permanecer activo hasta 10 minutos y 38 segundos tras la muerte de una persona. Y esta curiosidad es la que lleva a Elif Shafak a explicar la vida de Leila en este libro tan especial. Tres actos: mente, cuerpo y alma.

Ella está inerte en un contenedor de basura a las fueras de Estambul, la han asesinado y tiene esos poco más de 10 minutos para rememorar sus amistades, locas, diferentes y que han huido tanto o más que ella. Y tiempo para pensar en su familia, sus dos madres, su padre y el concepto “hogar”. Leila vive algo parecido a aquello de he visto mi vida pasar pero explicado con una sutileza y delicadeza que hace que este libro se deba leer a sorbos. Hay que saborearlo. Porque la forma de escribir de la autora bien se lo merece. Es brillante.

Leila está muerta pero su pasado nos habla de huidas, de desigualdades, de jóvenes desfavorecidos, de abuso sexual, de injusticias, del cuerpo y alma y de la amistad y su lealtad…y de un país en plena transformación. Pero también de olores, sensaciones y aromas de comida callejera típica de Turquía. Un viaje en toda regla.

Por una recomendación, es el primer libro que leo de esta autora. Y qué gran descubrimiento.
Elif nos cuenta una historia dura y cruel, a través de una narrativa pulcra y cuidada al máximo. A pesar de los pasajes duros que te encuentras a través de las páginas, la autora no se recrea en los detalles, si no que los cuenta a través de dulzura y cariño, lo que hace que te encariñes de Leila y los 5 desde el inicio de las dolorosas situaciones que hacen que estas 6 personas se conviertan en familia de agua. A veces, el llevar la sangre de otra persona es circunstancial. Ciertamente lo que hace que llames familia.... FAMILIA o AMIGO a una persona son los hechos. Las demostraciones del día a día, como lo hacen los 5 con Leila después de su asesinato. Una lealtad que va más allá de la vida.
En poco más de 300 páginas, Elif Shafak nos mete de lleno en la cultura musulmana en una ciudad como Estambul. Nos pasea por la capital mientras nos sacude con las costumbres ligadas a la religión y el papel de la mujer entre otras.
Un pequeña gran joya de la narrativa que hace que se te encoja el corazón... y el alma.

Un libro distinto y muy interesante. Duro en algunos pasajes y muy entretenido en otros.
Habla sobre la sociedad turca de la última mitad del siglo XX. de la represión del Estado, la marginación de las mujeres, la radicalización del islam, la violencia contra la comunidad LGBT y contra las trabajadoras sexuales.
Lo mejor ese grupo de amigos tan variopinto, tan distintos y tan unidos contra todo.
Y un tema tan interesante como el pensamiento de los recién fallecidos.
Un gran libro.

Este libro es por el que Bookish ha apostado en su cajita del mes de enero y tengo que decir que me ha encantado. No conocía a Elif Shafak y este libro y su forma de escribir me ha fascinado.
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Tequila Leila no nació con ese nombre, su padre eligió para ella el nombre compuesto Leyla Afife ("casta, sin tacha") Kamile ("perfección") pero las cosas pocas veces salen como se planean y Leila no llevó una vida sin tacha ni perfecta y mucho menos, casta.
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En los primeros párrafos del libro Leila se encuentra en un contenedor de basura. En ese contenedor, a las afueras de Estambul en el amanecer de un nuevo día, recuerda momentos de su vida con total precisión: olores, sensaciones, momentos vividos... Su cerebro aún vive pero ella está muerta.
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Recorriendo sus últimos 10 minutos y 38 segundos de actividad cerebral nos hace partícipes de momentos y personas importantes de su vida: la infancia junto con su padre, su madre y su tía, el nacimiento de su hermano, su huida a Estambul para escapar de los abusos que sufre por parte de un familiar y sus cinco amigos que la acompañan a lo largo de su vida y con los que finalmente forma una familia de elección como la que nunca llegó a tener de sangre.
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Leila fue asesinada pero eso es lo de menos porque este libro no es un thriller. Ni siquiera tiene demasiada importancia quién es el asesino porque este libro habla de personas. de esas personas desfavorecidas y repudiadas por la sociedad que nadie quiere tener cerca pero que tanto abusamos de ellas y de su situación.
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Es un libro en el que se habla de la violencia en el seno familiar, en la calle y en nuestras mentes. de unas mujeres fuertes que se reponen cada día a la situación que les ha tocado vivir.
Se habla de sus vidas, unas vidas que quizás no sean ejemplares pero es la que tienen y la disfrutan como pueden. Porque "Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo" tiene todos los ingredientes para ser un libro triste pero no lo es.
Es un libro potente, reivindicativo y escrito con una elegancia como pocas veces he visto.

Viendo el título, sabes que la protagonista no termina bien. Pero la autora nos muestra como durante ese tiempo la protagonista va a recordar momentos de su vida y con esos momentos de su vida pasará luego a enseñarnos a esa "familia de agua" que tiene la protagonista y que cuidará de ella incluso hasta el momento en que descanse en paz.Siendo un tema duro, la autora tiene una facilidad para narrar situaciones que incluso arranca una carcajada.