Me ha ocurrido lo mismo que con el anterior libro de Sophie, creo que se ha metido en campos que no son lo suyo. Siempre he leído sus libros porque eran frescos, divertidos, fáciles de leer y sin tener que romperte la cabeza pensando lo que iba a ocurrir. Los dos últimos no son así, ni siquera consiguen que me enfade con alguno de los protagonistas por su comportamiento, algo que era habitual. Ahora son todos planos. Seguiré leyendole porque no dejan de ser historias muy entretenidas y de lectura sencilla, pero ya no es lo mismo. Jessel y Boris no es que despierten pasiones, ni tristezas ni nada por el estilo y la escena del oso con Peggy es penosa, por no hablar de la resolución y captura del culpable. Sin comentarios. Otro dato y espero no hacer spoiler, estaba convencida de que tanto Carter cómo Peggy tenían otra edad. |