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Críticas sobre La plaza del diamante (28)
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pieldeletra3
 29 November 2020
Esta novela escrita por Mercè Rodoreda es una de las mejores novelas catalanas de posguerra.

La novela cuenta la vida de Natalia, La Colometa, en la Barcelona de los años 30. Está narrada en primera persona con una magnífica sencillez y una sensibilidad asombrosa.

Natalia deja a su primer novio, Pere, por el Quimet, quien la conquista hasta casarse con ella. La sociedad machista y patriarcal de la época acabará con los sueños de Natalia y tendrá que encargarse de la casa y de sus hijos así como de cumplir los caprichosos deseos de su marido. Mientras tanto él vagueará con los amigos y se meterá en negocios que no le llevan a nada, lo que llevará a trabajar a Natalia hasta la llegada de la II República y la Guerra Civil, donde todo su destino cambiará.

La vida le dará muchos golpes, la castigará duramente pero también la obligará a salir a flote.

Es una novela increíble que destaca por su sensibilidad y humildad con un estilo sencillo, tal y como es La Colometa.

Este libro es un homenaje a todas esas mujeres que han luchado y sufrido tanto y, aun así, han salido adelante. Por eso y más, gracias Rodoreda por mostrarnos la vida real de todas aquellas que sufrieron y lucharon y no un bando u otro de la guerra.

Rodoreda es una gran escritora pero también es una de las más olvidadas y menos (re)conocidas de nuestro país.
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Alixhy
 19 September 2020
En general, se me ha hecho pesado. Me ha parecido lento, con una protagonista a la que la vida le pasa, pero ella no pasa por la vida. Resignada a lo que le toca vivir, dejando que los demás tomen las decisiones por ella.

Me ha resultado dulce a momentos y muy amargo en otros. Hay escenas que han conseguido dejarme un nudo en la tripa.
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Edd62
 11 May 2020
Como un buen Chismorreo de vecindario en el que siempre se ha vivido , al caer la tarde.. sentado en un viejo sillón y con una taza de café en la mano. El recuerdo de la Plaza del Diamante . Y el baile.
Cuando todo ha pasado, los quehaceres, el día, la vida...Así narra Natalia / Colometa ésta, su historia.
A través de las páginas, va desgranando, desmenuzando su memoria, plagada de descripciones, de anécdotas de simbolismos , que adereza, perfuma, suaviza, lo dura que ha sido su vida por su condición de mujer.
En un lenguaje coloquial, que lejos de volver tediosa invita a seguir leyendo/ escuchando lo que tiene que contar, literatura de postguerra, con una historia de antes y después, marcada , dividida, señalada por la guerra a la que solo ha vivido desde lejos y sin embargo la ha herido y dejado una cicatriz y un dolor que solo puede sosegar con un grito sin sentido.
Historia que entristece, enternece y trata de aligerar , lo que siempre resultará ominoso, la guerra fratricida, la guerra que no le pertenece a nadie, pero en la que pierden todos, por causas que siempre son ajenas e inconcebibles,
Colocados en el lugar de siempre, que ha dejado de serlo para siempre, deteriorado y deslustrado por el paso de los años y empañado por la guerra, la vida vuelve, a su cauce, de manera cíclica.. hay nuevos comienzos, hay otras esperanzas, pero los recuerdos siempre nos acompañarán, a veces para alegrar.. a veces para entristecer y torturar.
¿ Que te estaba diciendo.. ? .. ah sí.. Quimet.. .. y Antoni......
Leerlo en el idioma original debe ser una delicia.
La vida viscuda entre Colomets
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Mundosconsolapas
 15 April 2020
Este libro me lo tuve que leer para el instituto y, aunque no tenía muy buenas expectativas me acabó tocando muy a fondo. Es denso de leer y las descripciones son muy detalladas y eso hizo que me quedara atascada más de una vez, pero consiguió sacarme decenas de lágrimas en todo momento.
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MarioG17
 11 February 2020
«Claro que era verdad, como mi padre siempre decía, que yo había nacido exigente…, pero lo que a mí me pasaba es que no sabía muy bien por qué estaba en el mundo», dice Mercè Rodoreda en La plaza del diamante a través de la protagonista. El pasado 10 de octubre se cumplieron 111 años del nacimiento de la escritora catalana, que estuvo en este mundo para dar a luz obras literarias como la que ahora nos atañe.
La plaza del diamante, publicada originalmente en 1962, se presenta en esta edición más reciente de Edhasa y traducida por Enrique Sordo como una obra, quizás no la más célebre de Rodoreda, pero sí una de las más reconocidas. Con La muerte y la primavera como obra magna de esta autora y otras de magnífica calidad como Cuánta, cuánta guerra, Rodoreda pone el foco en esta novela en su protagonista, Natalia, aunque más conocida como Colometa.
Narrada en primera persona, la novela comienza hablándonos de Colometa y de cuando conoció al que más tarde sería su marido. Con su madre muerta y su padre casado de segundas y sin apenas relación con ella, Colometa se rinde a un muchacho aparentemente afable que conoce. Pronto, el lector se irá dando cuenta de cómo trata este hombre a Colometa, llegando a levantarle la mano en actitud de pegarle poco después de conocerse y maltratándola psicológicamente también desde antes de casarse.
Con el paso de las páginas, la narración se apacigua y la relación se vuelve rutinaria, con menos referencias a este maltrato, desarrollando la vida de esta pareja que va saliendo adelante con un hijo, una hija y un criadero de palomas. Todo parece ir bien hasta que llega la Segunda República y el marido de Colometa se compromete con el nuevo gobierno. A partir de aquí, la narradora dará un salto temporal hasta la Guerra Civil española, que obligará al marido de Colometa a ir al Frente de Aragón, donde morirá más adelante.
Colometa y sus hijos vivirán penurias y miserias por culpa de la guerra, mientras que el lector podrá contemplar con el paso de los capítulos cómo la tristeza se pasea por la novela, escondida en personajes como Mateu, un amigo de la familia, que se marcha al mismo frente a defender la República, previendo su derrota.
La segunda parte de la novela está anegada de emotividad al tomar un cariz desolador, y las últimas cien páginas son de una tristeza destacable. Con la miseria de la guerra comiéndose los cimientos de sus vidas, Colometa lo pasará mal sin poder alimentar a sus hijos y culpando a la guerra de haber separado a una familia que, mejor o peor, iba saliendo adelante siendo relativamente feliz y manteniéndose unida. La desesperación se entrelaza con la ayuda desinteresada de otros en un paisaje de guerracivilismo que generó pobreza y hambre.
La plaza del diamante existe y está en Barcelona, ciudad natal de Rodoreda y en la que se desarrolla la trama de la novela. Ese es el escenario donde se mueve Colometa y por donde en su día también se movió Rodoreda para luego escribir esta novela. La muerte y la primavera es un emblema de las literaturas catalana y española, y no es para menos. Sin embargo, La plaza del diamante tiene ese encanto narrativo con el eco de la Guerra Civil de fondo y una historia trágica que conmueve al lector.
Esta es una novela que, pese a no ser la más conocida de Rodoreda, está infravalorada, por su incalculable valor humano y sentimental que la historia y los personajes transmiten en sus páginas.
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sgonzarribas
 26 December 2019
La forma de ver la vida de Natalia, personaje principal de la historia, la manera tan personal que tiene la autora de acercate a sus sentimientos y pensamientos, como evoluciona el personaje casi sin darte cuenta siendo alguien totalmente distinto del principio hasta el fin, hace que considere la "Plaça del Diamant" una de las lecturas obligatorias para cualquier amante de la literatura. Hay tantos detalles, metáforas, simbolismos, que cada frase utilizada es digna de ser analizada. Es la historia de una chica normal, como cualquiera de la época, con una historia muy normal de aquellos años, hasta que te das cuenta que tanta normalidad enmascara una realidad que envuelve a la protagonista en un laberinto de difícil salida.
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pasiondelalectura
 21 October 2018
La plaza del Diamante es una obra maestra y es arduo escribir un billete sobre una obra tan rica y compleja.

En todas las obras de Rodoreda la protagonista tiene un vacío existencial, encontrándose abandonada de todos y sin una función concreta.

La plaza el Diamante (1962) la escribió en Ginebra en 1960, durante el exilio; la novela se considera como la obra más importante de la narrativa catalana de la posguerra, ambientada en el barrio popular de Gracià en Barcelona; es una novela histórica, psicológica, costumbrista y universal que da para varios niveles de lectura, con muchas metáfóras y simbolismos.

El libro corresponde a una estructura de Bildungsroman o novela de formación porque seguiremos paso a paso el destino de Natalia desde su formación individual y luego colectiva (relacionada con un tiempo histórico dramático) hasta la madurez y una metamorfosis. La novela versa sobre el aislamiento, la soledad y el silencio de una mujer de esa época y en esas condiciones.
LA NOVELA : la novela tiene una estructura circular porque comienza y termina en la plaza del Diamante, una plaza del barrio de Gracià (erigida sobre un terreno comprado en 1860 por un joyero). La plaza es una metáfora de libertad para Natalia, una chica como tantas, de clase obrera cuya vida y esperanzas fueron destrozadas por la Guerra Civil. Natalia va a pasar de la potestad del padre a la potestad de un marido que la aniquila totalmente, robándole hasta el nombre decidiendo que se llamará Colometa (diminutivo de coloma o paloma pequeña en catalán).

Natalia vive con su padre y la segunda esposa de éste, trabaja en una pastelería hasta que conoce a Quimet en la fiesta de San Juan en la plaza del Diamante. A partir de este encuentro, Quimet decide de todo, la aniquila como persona y la llama Colometa o María. La pareja tendrá dos niños y vive bien aunque Quimet es algo desaprensivo y soñador, violento y tiránico en su hogar, es el reflejo del rol paternalista. Quimet sueña hacer fortuna con la crianza de palomas y toma para ello parte del espacio de libertad que tenía Colometa en el terrado de su apartamento y decide construir allí un palomar. Las palomas invadirán el espacio de Colometa que comienza a odiarlas. Estas palomas en el relato son un símbolo (entre otros tantos símbolos como el color azul, las flores, el gato de la suegra, los lazos de la suegra, el embudo etc). Las palomas aquí tienen un símbolo de sujeción y de fragilidad pero no de libertad porque están enjauladas exactamente como Colometa. La construcción del palomar es otro elemento simbólico que supone un microcosmos social donde todas las clases están representadas por tantos estilos de palomas diferentes.

La actitud de rechazo de las palomas será la primera rebeldía de Colometa y un paso hacia su madurez y la recuperación de una identidad.

Quimet partirá a la guerra y no volverá como muchos, dejando una viuda y dos niños totalmente desamparados. Es tal la miseria de Colometa que la pobre mujer piensa envenenar a sus hijos con aguafuerte y luego suicidarse, pero un tendero del barrio que la conocía bien a última hora le tiende la mano y le propone primero ayuda y luego matrimonio. Es un matrimonio blanco porque el buen hombre ha quedado lisiado después de la guerra.

Gran parte de la novela funciona con un monólogo interior donde Colometa habla y comenta su vida de manera simple, casi simplona, pero sincera e inocente; los años se suceden desde antes de la Segunda República (capítulos I a XVII), pasando por la Guerra Civil (capítulos XVIII a XXXII) hasta la posguerra (capítulos XXXIII a XLIX) . Es más o menos de los años 1928 a los 50 y tantos.

Los espacios domésticos de Natalia/Colometa son cerrados contrastando con los espacios masculinos que son abiertos. Colometa circula primero en el apartamento del padre y la pastelería donde trabaja, luego en el apartamento de Quimet, luego en el apartamento donde ejerce de criada para terminar en el apartamento de su segundo marido.

Las calles en la novela (Colometa tiene miedo de la calle Mayor) son metáforas de cierta fuerza social que le impide avanzar en la vida. al principio de su vida Colometa tiene miedo de los espacios abiertos y se confina en sus cuatro paredes. En cambio en el período de su madurez su agorafobia se transformará en claustrofobia y elle busca los parques y jardines abiertos y con flores (pasión de Rodoreda).

Al final de la novela Natalia está preparada para reconstruír su personalidad y parte a visitar los lugares donde vivió armada de un cuchillo que simboliza la ruptura con lo anterior. Así, dará un alarido descomunal como para romper el silencio y la pasividad de su pasado.

Una obra de una gran riqueza interpretativa que con tanto simbolismo me recuerda lo mejor de la obra de la escritora chilena María Luisa Bombal una contemporánea (1910-1983).
Enlace: https://pasiondelalectura.wo..
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raxel92
 17 February 2018
Esta es la historia de Natalia, una joven y humilde barcelonesa. En el momento en el que la conocemos, aún es una adolescente que vive los últimos años “buenos” antes de la inevitable guerra civil española. Tiene a sus amigos y a su noviete, todo parece que marcha bien, que su única preocupación es casarse, formar una familia y hacerse con una buena casa donde criar a sus futuros hijos. Pero aparece en escena Quimet, el joven que conseguirá robarle el corazón; así que nada, deja al otro chiquillo y decide empezar una vida junto a él. Una decisión crucial. Quimet, desde el minuto uno, la bautiza con el apodo de Colometa, su nuevo nombre. Natalia deja de existir para dar paso a esta nueva mujer, quien será una sombra de lo que fue. Vive como cree que debe, hace lo que considera correcto, cuida de su marido, tiene hijos, lleva la casa, intenta que todo esté en orden y limpio, a pesar del nido de palomas que debe aguantar en el tejado (idea de su querido marido)… Vamos, todo un chollo. Se suceden los años, llega la guerra civil y Quimet deja el hogar como tantos otros. Penurias, hambre, supervivencia en estado puro…, un ambiente nada acogedor que consigue una verdadera evolución de nuestra Colometa. Ya no es aquella niña sino una mujer con arrugas, con experiencia y con una fuerza que no sabía que tenía...
[Más en el enlace]
Enlace: http://labibliotecaderachel...
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