Felicidad es una mujer independiente y resolutiva que a sus 80 años gestiona los alquileres del bloque de pisos que tienen en propiedad. Últimamente, están pasando cosas extrañas, hay gente muy rara en las zonas comunitarias que no para de entrar y salir. Todo se vuelve aún más turbio cuando una de sus inquilinas se precipita al vacío y cae muerta en el patio interior. Para más inri, hay un vídeo que circula de cómo quedó el cadáver. Alguien sembró el pánico entre las personas mayores atacándolas en las porterías de sus domicilios, ¿Qué está pasando? ¿Estará Felicidad a salvo? Una novela negra, retorcida y crítica, que nos plantea un montón de personajes como posibles sospechosos y móviles del crimen. Da comienzo con una escena muy impactante y dada la temática, la tensión está asegurada. Felicidad teme ser la siguiente víctima y sus hijos no se lo ponen nada fácil, lejos de tranquilizarla miran cada uno por su propio interés. Como es habitual en la pluma del autor, no escatima en descripciones desagradables ni en situaciones que incomoden al lector más habituado a la novela negra. Un placer en este sentido rencontrarse con su estilo. Me ha gustado mucho el punto de crítica social que contiene la novela, una reivindicación de cómo cuidamos actualmente a las personas mayores, burlándonos de su incapacidad de adaptarse a los nuevos tiempos y a las redes sociales. Así como la crítica a la inflación de precios y a la dificultad de encontrar un alquiler decente. Y a la situación de precariedad que se ven obligados a vivir muchos de los habitantes hoy en día. Sin embargo, a medida que se iba acercando el final me ha dado la sensación que todo se complicaba innecesariamente. Muchas subtramas abiertas, que terminan precipitadamente y algunas de ellas sin demasiado sentido. Una obra que en definitiva logra diferenciarse de lo que se está haciendo actualmente, pero yo personalmente, me quedo con otros títulos del autor. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |