La maldición del Titán

Señor D - dije. Él se volvió y arqueó una ceja - Me ha llamado por mi nombre correcto. Me ha llamado Percy Jackson.
-Por supuesto que no, Peter Johnson

Porque si una cosa sé de ti, Percy, es que tu corazón no se equivoca. Escúchalo.

Cinco buscarán en el oeste a la diosa encadenada, Uno
s se perderá en la tierra sin lluvia, El azote del Olimpo muestra la senda, Campistas y cazadoras prevalecerán unidos, A la maldición del titán solo uno resistirá, Y perecerá por mano paterna.

Si nunca has visto a Thalia entrando en combate, no sabes lo que es pasar miedo en serio.

A veces los mortales pueden ser más horribles que los monstruos.

-¿Dónde está Quirón? –lo apremié a gritos.
-¡Qué grosería! –El señor D bebió un trago de una jarra de zumo de uva-. ¿Así es como saludas?
-Hola –me corregí-. ¡Estamos a punto de morir! ¿Dónde está Quirón?

Los defectos mas peligrosos son los que resultan buenos con moderación. El mal es fácil de combatir. La falta de sabiduría... mucho mas difícil.