Los defectos más peligrosos son los que resultan buenos con moderación —dijo ella—. El mal es fácil de combatir. La falta de sabiduría… mucho más difícil.
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Los defectos más peligrosos son los que resultan buenos con moderación —dijo ella—. El mal es fácil de combatir. La falta de sabiduría… mucho más difícil.
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No tengas miedo de los sueños.
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—El amor lo puede todo —aseguró ella—. Mira a Helena y Paris. ¿Acaso permitieron que algo se interpusiera entre ellos? —Pero ¿no provocaron la guerra de Troya y causaron la muerte de miles de personas? —¡Pfff! Ésa no es la cuestión. Tú sigue a tu corazón. —Pero... si no sé adónde va. Mi corazón, quiero decir. |
Que no se te olvide, Percy. Incluso los más valientes pueden caer.
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—Estrellas —murmuró—. Las veo otra vez, mi señora. Una lágrima resbaló por la mejilla de Artemisa. —Sí, mi valerosa amiga. Están preciosas esta noche. |
—Puedo aparecer como una mujer adulta, o como un fuego llameante, o como desee. Pero esta apariencia es la que prefiero. Viene a ser la edad de mis cazadoras y de todas las jóvenes doncellas que continúan bajo mi protección hasta que se echan a perder. —¿Cómo...? —Hasta que crecen. Hasta que enloquecen por los chicos, y se vuelven tontas e inseguras y se olvidan de sí mismas. |
-Que el mundo aprenda a honrarte, mi cazadora -dijo Artemisa-. Vive para siempre en las estrellas.
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A veces los mortales pueden ser más horribles que los monstruos.
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Señor D - dije. Él se volvió y arqueó una ceja - Me ha llamado por mi nombre correcto. Me ha llamado Percy Jackson. -Por supuesto que no, Peter Johnson |
A veces los mortales pueden ser más horribles que los monstruos.
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¿Cuál es la nacionalidad de Rick Riordan?