Una mujer rebelde

Hablemos de la pareja, que realmente es un agasajo. Lo primero que debo decir es que el inicio me ha parecido de lo más divertido. Dunford y Henri tendrán un primer encuentro y unos días agitados en donde el uno se dejará caer en las maquiavélicas travesuras de nuestra protagonista, mientras la admiración al encontrar a una igual van creciendo. Es sin embargo, eso lo que permite que se conozcan y se vayan reconociendo como lo que son. Si en apariencia tenemos un romance fácil, sabemos que se puede dar algún giro, que pese a que se logra atisbar, no pude evitar sufrir y sonreír ante ese final que me conquistó de nuevo. En lo personal no me puedo sentir decepcionada. Creo que tenemos una historia que, como siempre, tiene un poco de todo, incluido algo de drama pero que está tan bien orquestado que el suspiro en ese punto final sale acompañado de una sonrisa.
Julia Quinn es una autora que me ha conquistado siempre, sabe profundizar en sus personajes, tiene un sentido del humor brillante cuando se trata de usarlo y no por algo ha llegado donde está con sus romances ¡Feliz lectura!
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''Una mujer rebelde'' de la escritora Julia Quinn. La verdad que éste año he tenido el placer de deleitarme con varios de sus libros y cada uno de ellos es precioso y perfecto, sus romances son únicos de aquellos que te permiten soñar despierta...
Este libro no solo me ha hecho soñar despierta sino que me ha enseñado más que los anteriores de la autora, y me ha hecho reír con su mismo nivel de comedia.
Este libro como dice el título, trata sobre una chica muy distinta a la sociedad londinense del siglo XIX, es decir, lo que para nosotras es normal hoy en día, en esta época no se opinaba igual, todo era juzgado y mal visto por la sociedad, si de una dama se trataba. En esta historia nuestra querida protagonista Herrienta Barret nos enseña que ser diferentes no es malo y por no comportarte »adecuadamente como una dama» o ser »poco femenina» no quita que no seas femenina debajo de ese caparazón o seas vista y deseada por un hombre. Nos enseña a aceptarnos tal y como somos, a que si en verdad queremos podemos aprender y mejorar no solo nuestro aspecto físico sino nuestro interior, nos enseña la humildad y sobre todo también que no todos los hombres son iguales o mejor dicho no hay que juzgarlos por igual, como es en el caso de nuestro otro protagonista Dunford.
Otro punto que se me olvido opinar es que de nuevo nos enseña un poco sobre el amor verdadero, sobre como el no expresarle al otro puede no solo causar confusión sino herir y herirnos a nosotros mismos.
Es muy difícil decidir cual será el libro favorito de los que he leído de esta escritora, pero sin dudas »Una mujer rebelde» tiene más puntos en donde podemos de ello sacar una enseñanzas que tal vez en los anteriores faltó un poco eso. Este libro, es una historia cautivadora, con toques de romanticismo y erotismo, y sin faltar la comedia. Puedo decir que al comienzo la historia de nuestros protagonistas no comenzó amorosamente sino que en una guerra la cual nos saca algunas que otras risitas. Sí, a lo largo del transcurso del libro nos sigue enredando esa comedia, pero también la relación de estos personajes es lo que más nos explota la cabeza y captura nuestros corazones, sin hablar el final, en donde me hizo explotar de emoción el corazón.
La verdad que »Una mujer rebelde» es otra de las historias de éste año que recomiendo sin duda alguna, y segura que para los amantes del género época les va a fascinar, no sé, si tanto como a mi, pero que las va a gustar claro que sí!.

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William Dunford es uno de los solteros más codiciados de Londres pero nadie le echa el guante. Un día, recibe un título y una finca de un familiar lejano que está cuidado por Henry, una mujer valiente y currante que mantiene todo en orden. Cuando llega William, descubre que Henry es una mujer y ve lo fascinante que es, a pesar de vestir y trabajar como un hombre.

Ella es una mujer bella lejos de las normas de la sociedad que traerá de cabeza a William. al descubrir que él también es su tutor, intentará convertirla en una señorita y presentarla en sociedad para que conozca a más hombres pero, en el proceso, descubrirá que es difícil hacerlo si tiene más sentimientos por ella de lo que no ha tenido por ninguna otra.

Me ha gustado esta historia aunque es quizás la más sencilla de las tres y la que más clichés tiene pero aún así la he disfrutado mucho. El personaje de Henry me fascina, tan fuera de todas las normas y de los prototipos. William siempre me ha gustado como personaje en los anteriores libros pero en este, me ha faltado que tuviera más carácter y que no fuera el típico libertino egoista... que al final paso toda la novela pensándolo.

Lo mejor es que tenemos muchos puntos divertidos con los que me he reído mucho sobre todo con respecto a Henry, el momento cerdo corriendo es sin duda de mis favoritos. Me ha encantado que vuelvan en escena las protagonistas de los anteriores y como Dan consejos a Henry, que con sus contestaciones, es mi favorita de las tres.

Una novela típica de época divertida y bonita que disfrutarás.

Este libro esta diferenciado en dos partes, la primera ambientada en Cornualles es sumamente divertida, como Julia Quinn nos tiene acostumbrados, nos descubre a un par de personajes bastante opuestos que harán las delicias del lector, esta ha sido mi parte favorita. Más adelante la historia nos lleva a Londres y ahí he echado de menos lo que antes nos aportó la trama, todo se vuelve algo más serio y trágico y tan solo esperaba que todo pasase lo más rápido posible y volver a disfrutar del amor entre ellos.
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Julia Quinn, escritora estadounidense consagrada en el género de la histórica romántica, se ha vuelto mundialmente conocida gracias a la adaptación cinematográfica de su serie "Bridgerton". Gracias a Titania los lectores podemos disfrutar de toda su obra con un toque más actual en sus portadas.

Siguiendo con el auge de las series familiares, encontramos en "Una mujer rebelde" el tercer y último volumen de la trilogía Blydon.

La pluma de Julia Quinn se caracteriza por ser muy ágil, sencilla, delicada, tranquila y, sobre todo, hilarante. No abusa de las descripciones, permitiendo que sea el lector quien desarrolle su imaginación, del mismo modo que demuestra una gran capacidad y maestría al detallar acontecimientos e ir dando cuerpo a los personajes.

Uno de los rasgos que más se destaca de esta trilogía es la fuerza y gran personalidad con la que Julia Quinn ha caracterizado a sus heroínas. En esta ocasión, presenta a una mujer decidida, adelantada a su tiempo, práctica, empoderada, muy ingeniosa y valiente. Henry ofrece esa visión femenina que se contrapone con los cánones de la época aportando frescura y dinamismo a la trama. Así mismo, es en su persona en donde se encierran temáticas tales como el sentimiento de pertenencia a un lugar, la responsabilidad y el amor por la familia.

Cabe destacar que su carácter la hace digna de alabanza, ya que son sus tretas y sus enfrentamientos de ingenio con el protagonista masculino lo que consigue atrapar al lector de forma inmediata.

Por otro lado, Dunford, el héroe de la historia, también presenta unos rasgos muy particulares que aportan frescura y dinamismo, pues se trata de un hombre encantador, risueño, amable, despreocupado y muy divertido. Su personalidad choca en numerosas ocasiones con las de su compañera lo que ocasiona numerosos tira y afloja entre ellos.

Su relación es curiosa y a la vez original, pues lo que se inicia como un prototipo de enemigos a amigos se convierte después en romance, dando lugar a numerosos momentos cómicos y románticos, pero también tensos repletos de confusiones y malentendidos.  

La trama es muy dinámica, parece estar dividida en dos partes; por un lado, el conflicto que da lugar a la premisa de la novela en donde Henry trata de deshacerse de Dunford. En este apartado el lector se puede imbuir de lleno en el costumbrismo de la vida campestre inglesa, siguiendo cada una de las actividades, el estilo de vida y las dificultades diarias. Por otro lado, a partir de un giro de acontecimientos, la acción se traslada a la capital en donde se vislumbra la idiosincrasia de la clase alta y sus prejuicios, poniendo de manifiesto la educación de una dama contrapuesta con la ausencia de protocolos y modales de las mujeres en el campo, así como la dificultad de los segundos para encajar en los primeros y el rechazo general de los primeros ante los segundos pese a su esfuerzo.

A lo largo de la novela el lector podrá encontrar a los protagonistas de los volúmenes anteriores, descubriendo la evolución de las parejas después del matrimonio, así como la relación entre el grupo de amigos. Este hecho trae consigo pequeños guiños a las historias anteriores que sacan las sonrisas de los lectores.

Del mismo modo, Quinn continúa produciendo dentro de sus temáticas más destacadas la sororidad, la amistad, la familia, la búsqueda de identidad y la pertenencia a un grupo, algo que la caracteriza y hace que sus novelas no pasen de moda.     

Por todo ello, considero que "Una mujer rebelde" es la historia perfecta para dar cierre a esta original y divertida trilogía liderada por mujeres fuertes e independientes que consiguen atrapar toda la atención y admiración del lector.

Personalmente, he disfrutado mucho con esta novela en donde cada pasaje conseguía sacarme, al menos, una sonrisa, disfrutando con los encuentros y desencuentros de sus protagonistas y emocionándome al descubrir la relación de mis parejas favoritas.

Muy recomendada para aquellos que deseen una historia fresca, amena, dinámica, divertida y original y para todos los amantes de la romántica que deseen darle una oportunidad a Quinn o seguir sus pasos literarios.  

Tenía ganas de leer esta novela desde hacía tiempo, la tenía reservada para cuando me apeteciese algo de histórica y humor.
Julia Quinn es una autora que por lo general me gustaba mucho y cuando empecé la lectura de esta novela creía que iría genial.
Tiene una primera parte ambientada en Cornualles, en una granja, por cierto, podría estar en cualquier otro lugar, ya que la ambientación de Cornualles me ha parecido muy sosa. Una granja es una granja en cualquier lugar si no se le da ninguna particularidad y dado el paisaje de Cornualles, creo que se le podría haber sacado más provecho.
Es un comienzo que me gustó mucho, que tiene humor y una protagonista un tanto diferente. Viste con pantalones, cree que es fea y no tiene amigos. Es alegre y le hará gamberradas a Dunford para tratar de que se vaya y la deje administrar la casa por su cuenta. La relación que se establece ahí entre los personajes me gustó, es dinámica y divertida, aunque Henry peca de inocente tonta en muchas ocasiones. No me gusta cuando hacen que las protagonistas, como son "inocentes" cuando les dan un beso se vuelven tontas y dependientes de ellos.
Bien, la siguiente parte se sucede en Londres y la novela se vuelve más típica. Henry tiene que aprender a ser una dama, yo no veo mucha diferencia en su comportamiento, pero en fin. Y ahí es cuando Dunford, que le quiere buscar marido y acostarse con ella, se vuelve un capullo. Se justifica con los celos pero por mucho que todos los personajes alaben lo bueno que es, su imagen queda dañada por ser idiota. No hay manera de que la autora pueda hacernos cambiar de idea, en toda la segunda mitad de la novela me pareció muy tonto y pesado. Un cliché de un libertino reformado.
Además, por desgracia, la relación se basa en el deseo, Dios, creo que esa es la palabra que más se repite en la novela..
A estas alturas no me valen las novelas así, clichés, personajes no muy profundos, algunos mejor caracterizados que otros, protagonistas un tanto tontas, galanes que no las tratan bien y sin ilógicos, y un amor que nace de la atracción y apenas nada más.
Debido a esto, aunque al principio me parecía que iba por buen camino, el giro que da después hizo cambiar totalmente mi opinión de la novela. Ya no fui capaz de disfrutarla y la verdad es que esperaba mucho más.
2.5 estrellas, se salva porque la primera mitad fue divertida