La red de Alice

1947. Charlie St. Clair, es una joven americana de buena familia que está soltera y embarazada. Su familia decide enviarla a Suiza para solucionar su "problema", después de hacer un alto en Inglaterra, decide escapar y dirigirse a una dirección para que le ayuden a buscar a su querida prima Rose (desaparecida en Francia después de la ocupación nazi)

Año 1915 Eve Gardiner es una joven que no tiene familia, que es reclutada para unirse y luchar contra los alemanes. Se une a la "Red de Alice", Dos mujeres que se encuentran y se necesitan. Una traición que destruyó la Red de Alice y que es el momento de desenmascarar, caiga quien caiga.

Una novela histórica, donde las mujeres demostraron que no eran tan inocentes como se les creía.

Es increíble que, a pesar de todos los años que han pasado ya y de todos los libros y películas que he consumido, haya todavía cosas que no sepa sobre la Primera o la Segunda Guerra Mundial.
Y, aunque son muchos los libros que se publican cada año sobre esos negros años de la Historia, La red de Alice destaca porque trata un tema del que se ha hablado muy poco: el de todas las mujeres que jugaron un papel tan importante para el bando aliado trabajando como espías.
Además, se desarrolla, alternativamente, en dos épocas distintas: 1915, en plena ocupación alemana en Francia durante la Primera Guerra Mundial, y 1947, a escasos dos años del fin de la Segunda Guerra Mundial, con lo que resulta muy interesante ir conociendo y comparando datos y hechos sobre las dos guerras.

La historia comienza en 1947, cuando una joven americana, Charlie, embarazada y soltera, decide escaparse del yugo de su madre, que la ha traído a Europa para que aborte en una clínica suiza, e ir a Londres para averiguar lo que le pasó a su prima Rose, que desapareció durante la Francia ocupada por la Alemania nazi.
Para ello, pedirá ayuda a Evelyn Gardiner, una gruñona mujer que vive recluida en su piso, sola y con la única compañía del alcohol y su fiel ayudante.
Evelyn, en 1915, formó parte una importante red de mujeres espías que operaba en Francia, pero una traición destruyó esa red y, desde entonces, vive consumida por la culpa y las ganas de venganza.
La misión que tiene Charlie será lo que la motive a salir y encontrar la verdad que tanto tiempo lleva necesitando.

Como digo, lo que más me llamó de este libro es que nos explica un tema tan poco conocido como es el de las espías. Un grupo de mujeres, y hombres, que se jugaban su vida día tras día para conseguir cualquier tipo de información con la esperanza de que pudiese ayudar a contraatacar a los alemanes.
Se infiltraban entre los soldados, los engañaban, iban y venían con diferentes documentos de identidad, movían mensajes... eran redes muy bien organizadas, en las que debían elegir cuidadosamente a quién meter y en quién confiar. El peligro al que se enfrentaban era diario y podían encontrárselo a la vuelta de la esquina.
Me ha gustado mucho ver cómo se las ingeniaban para esconder los planos y las comunicaciones en los sitios más insospechados y cómo se organizaban para ir pasándose la información.
Además, las que formaban parte de estas redes eran mayoritariamente mujeres, las cuales tenían que mezclarse entre ellos intentando no llamar la atención, pero teniendo que involucrarse más intimamente con algunos alemanes, algo que debían ocultar a sus superiores y vecinos, ya que, irónicamente, eso no era bien visto para su reputación .
A través de Eve, y de su misión de vigilar a un cooperador de los alemanes, también veremos el día a día de una ciudad ocupada: los toques de queda, los racionamientos, el miedo en las calles a que los pararan, los soplos que los podían llevar a la cárcel o a algo peor, las violaciones y las agresiones...
Es una trama muy interesante, que se va desenrollando poco a poco, descubriendo todo lo que sucedió durante esos años, cómo acabaron las componentes de esa red y por qué Eve es como es hoy en día.
Lo mejor es que gran parte de los hechos y de muchos personajes que aparecen pasaron o existieron en realidad, así que la autora ha recreado muchas cosas, introduciéndolas en su propia historia ficticia, con lo que es increíble pensar que todo aquello pasó de verdad.

La segunda parte, en cambio, es la que va transcurriendo en un viaje por carretera por Francia, con tres personajes completamente opuestos.
Su misión no tiene nada que ver a la de Eve durante la Primera Guerra Mundial, ya que ahora los países aliados intentan volver a la normalidad después de esos oscuros años, con lo que esa sensación de peligro ha desaparecido, y sólo buscan recabar información sobre la prima de Charlie.
A través de varios contactos y los datos que van dando, iremos descubriendo los pasos que siguió desde que dejó su hogar en un pequeño pueblo francés.
Son dos historias en tiempos diferentes, dos mujeres completamente distintas entre sí, pero cuyas vidas están conectadas por un denominador común.
Es cierto que aquí todo sucede más lentamente, hay menos acción y el interés recae en averiguar lo que le pasó a Rose, que se alarga más tiempo de lo necesario para ir al mismo ritmo que la historia principal.
Pero creo que aquí la parte que más me ha flojeado ha sido el romance. Es algo secundario, pero totalmente prescindible para mí y que acaba resultando algo rápido para mi gusto.
Aun así, me ha gustado la evolución de los personajes, especialmente Evelyn, que es el alma del libro, una mujer con una apasionante historia, pero nada fácil, luchadora y decidida a superarse y con la que acabas congeniando y comprendiendo el por qué llega a ese extremo.

La red de Alice es un libro que he disfrutado muchísimo. Una novela histórica que reconoce el importantísimo papel que tuvieron muchas mujeres durante las dos guerras y que cuenta con una gran ambientación, que te permite conocer más datos y hechos casi desconocidos para muchos y una trama muy potente e intrigante que no puedes evitar devorar.
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Es 1947 y la jovencísima Charlotte St. Claire de 19 años, viaja junto a su madre para ir a Suiza, puesto que ha cometido un Gran Error, y tiene un Gran Problema, así que le han asignado una Cita, para deshacerse del Problema, y así Charlie pueda tener de nuevo las opciones de poder casarse bien, que es lo que básicamente a lo que aspira a pesar de ser un hacha en matemáticas. Si bien cuando llegan a Londres, cuando su madre la deja sola, Charlie decide ir en busca de su prima Rose Fournier, que está en Francia, desaparecida desde que terminó la guerra. Tiene un papel que no para de remirar, allá está bien escritos el nombre de Evelyn Gardiner, su esperanza para que le diga en que rinconcito de Francia esta su prima, y mejor amiga.

Su encuentro con Evelyn, no es como ella pensaba que sería, la recibe una mujer ajada, con las manos destrozadas, tartamuda, alcoholizada y gritando que le pegará un tiro si no se va de su casa, aunque de pronto le dice que se quede a dormir, pero que se largue por la mañana... sin saber que hacer, hace noche en esa casa, temiendo que una loca la mate. A la mañana siguiente se encuentra con Finn Kilgore, el chico para todo, decidida ir en busca de Rose, no duda en vender sus perlas para financiar el viaje, pero para su sorpresa se le une Eve. Así los tres irán en busca de su prima, Charlie para poder reencontrarse con una compañera de juegos, Eve para ver su venganza.

Y es que Evelyn Gardiner ha cambiado mucho desde que en 1915, trabajase en un bufete de abogados y el Capitán Cameron, le preguntase si sabía alemán, su respuesta cambiaría el rumbo de su vida, la formarán para ser una espía, usará una identidad falsa, bajo el nombre de Marguerite le Françoise, se verá metida en la red de Alice, y Alice Dubois, o Lili, como quiere que la llamasen, era la mujer más sorprendente del mundo, con su cháchara intrascendente, sus paquetes que no paran de caerse, esa sonrisa que hace que el sol brille y sus rizos rubios, no parece que sea una espía... y mucho menos que tenga toda una red.
Lili (Alice) y Violette Lameron, la ayudarán a que pueda hacer su papel, y es que Marguerite tendrá la misión de vigilar a René Bordelon, con sus ojos grandes y su tartamudeo, parece tonta, así que no le será difícil enterarse de lo que planean los alemanes.
Pero todo se escapa a su control, un buen día toda la operación salta por los aires, Eve acaba con las manos rotas, encarcelada y con un gran sentimiento de culpa, veintidós años después tendrá la oportunidad de poner vengarse del cerdo que le destrozó la vida.

Estaremos entre esas dos épocas, escuchando la historia de Eve y viendo si Charlie se reencuentra con su prima, la atracción que siente hacía Flinn es muy intensa, pero hay varias cosas que se interponen, el embarazo de ella y el pasado oscuro de él.
Luego esta Eve, su voz es potente, a pesar de su tartamudeo, y una desea que tenga la paz que tanto anhela, puesto que a medida que va contando su historia, el corazón se encoje más y más.

Me ha enamorado todo de este libro, partiendo de Evelyn Gardiner, un personaje inolvidable que nos va contando el horror que vivió y la razón de que le dé la bebida y de sus pesadillas, la historia de Alice Dubois ha sido trágica y apasionante, puesto que cada vez que leo algo sobre la primera guerra mundial, me sorprende que aún haya cosas que desconozco, y es que este libro está basado en hechos y personajes reales, junto con una trama que engancha, hace de la red de Alice un imprescindible de la novela histórica.
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Como llevo comentando desde hace un par de años, parece que las novelas de espías vuelven a estar de moda. Desde luego, La red de Alice es una novela de espías, aunque no va a llevarnos a la guerra fría, sino hasta la primera guerra mundial.

Una novela que está basada en buena parte en sucesos reales, pues la Red de Alice realmente existió, como bien podrás comprobar si buscas en Google, aunque mi consejo es que esperes a realizar dicha búsqueda a terminar el libro, porque al acabar la novela la amplia nota de la autora te aclara cuáles de los personajes del libro son reales y cuáles no. Además, hacerlo puede suponer destripar en gran parte la intriga de la novela, o por lo menos parte de ella.

Está narrada en capítulos en los que van alternándose las dos protagonistas de esta historia. Por una parte la historia de Eve, que nos lleva a 1915 y por otra la de Charlie que transcurre en 1947, hasta que finalmente, aunque sigan alternándose los capítulos de cada una de ellas, la historia transcurre ya enteramente en 1947.

En la actualidad, Eve es una mujer que vive completamente alcoholizada, hundida por el peso de la culpa. Una culpa que en cierto modo no deja de ser más que el dolor de haber sobrevivido.
Frente a ella Charlie, una chica completamente desorientada a la que la muerte de su hermano que se suicidó después de volver de la segunda guerra mundial la ha llevado a una vida disipada cuya consecuencia es ese embarazo, ese pequeño problema que lleva encima. Con lo fácil que para ella son las matemáticas.


La red de Alice ha sido un éxito arrollador en Estados Unidos, donde ha vendido más de un millón de ejemplares. Lo cual no es sinónimo ni de que sea una buena novela, ni de que sea del gusto de los lectores españoles, pero que como mínimo es siempre un buen reclamo.
Lo cierto es que es una novela que puede también triunfar en España, porque tiene una gran historia, mucha intriga, acción y unos buenos personajes. Lástima que las dos historias que se nos van narrando no tengan, por lo menos para mí el mismo interés, porque la de Eve la espía está (insisto que esto es una apreciación muy personal) bastante por encima que la de Charlie. de ahí que siempre desease entrar en un nuevo capítulo de Eve.
Eso no es sin embargo un obstáculo para que el ritmo de la novela sea muy ágil, pues son unos personajes y unas historias que atrapan. A lo que contribuye un malo malísimo: René Bordelón, el dueño del restaurante en el que trabajará Eve y desde donde espiará a los altos mandos alemanes.

La red de Alice intenta contarnos de un modo bastante realista cómo fue la vida de aquellos espías, de aquellas mujeres de las que nadie podía sospechar que fuesen espías y que día a día se jugaban la vida para obtener una información que sirviese de ayuda a las tropas aliadas y contribuyese a poner fin a una guerra tan cruenta.
Sumadle a toda esa acción y suspense un poquito de romance (que lo tiene) y tendréis una combinación irresistible para una novela histórica que a mí me ha convencido y, por la experiencia compartida con otros lectores que como yo pudimos leer una edición novenal de esta novela, seguro que hará las delicias de muchos lectores.
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