Si debía morir pronto, me habría gustado saber cómo estaban hechas de cerca, en realidad, las muchachas más hermosas que puede ofrecer la vida, aunque hubiese sido otro y no yo, nadie incluso, quien debiese aprovechar aquella oferta
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Si debía morir pronto, me habría gustado saber cómo estaban hechas de cerca, en realidad, las muchachas más hermosas que puede ofrecer la vida, aunque hubiese sido otro y no yo, nadie incluso, quien debiese aprovechar aquella oferta
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Para muchos jóvenes de mundo es con mucha frecuencia su querida la que resulta su verdadero maestro y las relaciones de este tipo la única escuela de moral que los inicia en una cultura superior, en la que aprenden el valor de los conocimiento desinteresados
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Sé cuánto se puede sufrir por cosas que los demás no comprenderían
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¿Qué vida no hubiese parecido afeminada comparada con la que, según él, debía llevar un hombre y que nunca le parecía suficientemente enérgica y viril?
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No se puede dar dos pasos sin encontrarlos. Por principio no soy irreductiblemente hostil a la nación judía, pero aquí ya hay plétora
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Ése que decía: "Soy el conde Alfred de Vigny". Se es conde o no se es conde, eso no tiene ninguna importancia
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La belleza es una serie de hipótesis que la fealdad restringe obstaculizando el camino que ya veíamos abrirse a lo desconocido
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Porque un deseo nos parece más hermoso, y nos apoyamos en él con mayor confianza cuando sabemos que, al margen de nosotros, la realidad se adapta a él, incluso aunque para nosotros no sea realizable.
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Mi padre que solía verlo (a Stendhal) en casa de M. Mérimée - éste por lo menos sí tenía talento -, me dijo muchas veces que Beyle era de una vulgaridad espantosa, pero ingenioso en una cena, y que ni él mismo se hacía muchas ilusiones sobre sus libros. Además, hasta usted sabe que se encogió de hombros como respuesta a los elogios desmesurados de M. de Balzac. En esto, por lo menos, era un hombre de buen tono.
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Aquel arabesco tan grato a las mujeres que habían sido bellas durante el Imperio, y que sabían, con los hombros caídos, la espalda recta, la cadera metida, la pierna estirada, hacer flotar su cuerpo blandamente como un pañuelo de seda alrededor de la armadura de un invisible tallo inflexible y oblicuo que lo habría atravesado
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¿En que año nació Marcel Proust?