El vampiro

¿Quién fue John William Polidori?
Este, para muchos, desconocido escritor fue inicialmente el médico personal de Lord Byron. Polidori nacido en Londres en 1795 hijo de un exiliado político italiano y un institutriz inglesa demostraría sus aptitudes para el estudio y la medicina al iniciar sus estudios en la universidad de Edimburgo a los 16 años y presentar su tesis en medicina a los 19 años, pero él no pretendía desarrollar su vida en el campo medico, sino que su afán era el de destacar en el campo de las letras.
Los cierto es que el joven Polidori creyó ver una oportunidad de ingresar al ambiente literario que tanto deseaba cuando fue recomendado por un amigo en común con Lord Byron, para ser el médico personal de éste.
Los dos, médico y paciente, emprenderían, siguiendo las ínfulas aventureras de Byron, un viaje por Europa. Es durante este viaje cuando toman contacto con una vieja leyenda griega, la cual habla de monstruos antropomórficos (vampiros) que acechan en las noches, atacando a viajeros o cualquiera que tenga la desgracia de encontrarse lejos de la civilización después del crepúsculo. La cuestión que ambos toman nota de esta y otras leyendas griegas y continúan viaje.
En base de los diarios escritos por Polidori muchos han creído ver una gran amistad entre ambos, aunque es bien sabido que Byron no dejaba pasar oportunidad de humillar en público al médico, tanto por su profesión, como por sus intentos literarios. Debido a estas humillaciones, las cuales no son del todo indicadas en los diarios de Polidori, y a la sumisión, por parte del joven, se puede deducir que tal amistad no era tal sino más bien un encandilamiento propio de un admirador débil de espíritu. Pero ya que no podemos meternos en el alma de ninguno de los dos, todo lo que se pueda decir queda en el campo de las especulaciones.
Es el 17 de junio de 1816, cuando se producirá una de las reuniones cumbres de la literatura pues allí se encontraran Byron, Polidori, Percy Shelley y Mary Godwin, quien pronto se contraería matrimonio con Percy y sería conocida como Mary Shelley. Fue durante esta reunión que surgió el desafío de que cada uno de los integrantes escribiese un relato de terror. Los cuatro pusieron manos a la obra Byron y Percy escribirían sendos relatos que terminarían inconclusos, mientras que Mary realizaría el bosquejo de su novela cumbre Frankenstein. “El pobre” Polidori, llamado así por los demás miembros del grupo, en especial Byron, tomaría el relato inconcluso de éste para realizar su cuento llamado “El Vampiro”.
El Vampiro se convirtió en un relato fundacional generando un mito completamente alejado de la idea original que anidaba en los pueblos sobre los no muertos, ya que hasta ese entonces estos seres eran sanguijuelas en dos patas, siempre acompañados por un olor fétido y nauseabundo. Polidori le daría un vuelta de tuerca a este hecho creando el primer vampiro de la alta sociedad. Lord Ruthven, nombre del protagonista, es un ser seductor, manipulador, cruel y depravado; lo que luego se convertiría en el estereotipo del vampiro moderno, puesto que esta imagen seria repetida hasta la saciedad por todos aquellos que luego quisieran crear sus propios vampiros. La historia da un vuelco importante cuando Lord Ruthven, en uno de los tantos encuentros sociales de la aristocracia, decide elegir un joven caballero, Lord Aubrey, para un viaje por Europa. Durante el viaje todo parece normal, hasta que transitan por Grecia, donde Ruthven muestra su verdadera naturaleza llevando la historia al trágico final.
Seguramente un psicólogo se daría un festín analizando el cuento y la vida de Polidori junto a Lord Byron, puesto que es evidente que el personaje de Ruthven está inspirado, como mínimo, en el propio Byron, así también se podría pensar lo mismo del viaje llevado a cabo por los dos personajes. Es evidente que algo se había empezado a romper en la relación entre el Lord y su médico personal, se podría decir que esta ruptura se empezó a dar incluso antes de que el propio Polidori la notara, pero que en definitiva se expondría en la historia en cuestión.
El Vampiro también se convertiría en el primer relato de no muertos escrito en inglés. La primera edición del cuento vería la luz en 1819 en la revista New Monthly, pero saldría con la firma de Lord Byron, siendo esto un truco de los editores de la revista para aprovechar la fama del destacado poeta. Luego de varias cartas enviadas por Lord Byron a la editorial, ésta terminaría por adjudicarle la autoría a su verdadero creador John William Polidori. La historia tuvo un éxito desmedido para la época seria traducida al francés, el alemán, el español y el sueco. También gozaría de una adaptación teatral realizada por Charles Nodier. Otra vez la bestia se alejaría de su padre ya que se realizarían numerosas versiones del personaje, numerosas de ellas atribuidas, falsamente a Nodier. Por su parte Byron recuperaría la historia original bajo el titulo Fragmentos de una novela.
Por otro lado luego de la separación de Polidori de su paciente, este volvió a Londres y se dedico a la medicina e intento casi de manera enfermiza ingresar al mundo de la literatura victoriana. Salvo “El Vampiro” poco de lo que escribió tuvo éxito de la crítica o de público. Un poema largo llamado “La caída de los ángeles fue ignorado por completo”. Aunque más allá de “El Vampiro”, a Polidori le debemos los diarios escritos por él sobre sus aventuras junto a Lord Byron, es por estos documentos que hoy ese conocen muchos de los detalles de la reunión en villa Diodati. Por ejemplo, escribe Polidori en la entrada correspondiente al 18 de junio: . Por esta y otras anécdotas, sumado a la presencia de Láudano y la vida disipada de los asistentes podemos suponer que no sólo fue un encuentro literario.
El 24 de marzo de 1821, a los veintiún años de edad, John William Polidori se suicido, deprimido y atrapado por importantes deudas de juego. Las hipótesis más firmes aseguran que puso fin a su vida ingiriendo cianuro, pero todo queda en las especulaciones puesto que por aquel entonces su familia movió los hilos necesarios para ocultar los detalles de los hechos. La imagen era algo muy importante para la familia hasta tal punto que cuando sus sobrinos recopilan los diarios escritos por Polidori y los publican censuran muchas partes de estos y para que nunca vean la luz queman los manuscritos originales.
John Polidori moriría sin conocer nunca el verdadero alcance de su obra ese cuento surgido en un verano lluvioso y sin sol pasaría a ser el arquetipo de un mito enorme que ha trascendido épocas e incluso el medio donde nació.

Fue una lectura muy grata para pasar un rato distraída a la vez que saciaba una curiosidad que me venía rondando hace tiempo: descubrir qué relato escribió Polidori, quien fue médico de Lord Byron, en aquella famosa noche en Villa Diodati en la que nació también el monstruo de Frankenstein.

En este relato se nos presenta a lord Ruthven, una especie de alter ego de lord Byron, que como bien indica el título, no sólo se dedica a vivir la vida y a ligarse a todo lo que tiene faldas, no... También es un vampiro, es decir, que sacia su sed con sangre humana.

Leer esto hoy día, cuando el mito del vampiro se ha construido y deconstruido tanto, puede resultar algo muy obvio... pero poniéndonos en la piel de alguien de principios del siglo XIX, siendo la primera vez en la literatura inglesa en la que un vampiro se presenta con forma humana y no de cualquier manera, sino como un aristócrata sofisticado y atractivo, lo que los vuelve más peligrosos todavía... tiene su mérito.

La introducción de Mariana Enríquez a esta edición tan compacta, sencilla y barata de Austral, es buenísima para entender la relevancia histórica y literaria de la obra. Fue muy instructiva y me dio ganas de leer más cosas de esta autora argentina.

En general la obra me gustó, sobre todo por lo que significó, lo que me hizo investigar sobre el autor, por esa tensión tan bien transmitida y esa crítica tan feroz hacia quienes sólo se dedican a beneficiarse a mujeres sin tener en cuenta sus sentimientos, una especie que por lo visto ha sobrevivido a nuestros días...

Si bien es cierto que es un relato, y en consecuencia el desarrollo es algo precipitado, pues va directo de un punto a otro sin apenas asentarse, creo que es una lectura interesante para conocer algo más sobre los orígenes de los vampiros tal y como los conocemos hoy día.

Lord Ruthven, un misterioso noble que aparece en los salones londinenses no deja indiferente a nadie. Tiene ojos grises y una frialdad y excentricidad que no solo causa temor sino también una atracción irresistible, especialmente a las mujeres. Lord Aubrey, un joven caballero, queda impresionado por este enigmático personaje y consigue entablar cierta relación; sin embargo, se percata de acciones poco honestas e intolerables de este Lord, se lo hace saber y decide distanciarse de él. Pero ocurre un acontecimiento trágico que lo deja perplejo y desolado, sospecha de su indeseado compañero pero el reencuentro con él le deja aún más confuso si cabe. Tras un juramento y una aparición posterior totalmente inesperada, Aubrey entrará en una vorágine de locura, pero una locura muy cuerda, y verá con angustia cómo lo increíble es cierto y que el mal también busca alcanzar a su propia familia.

Leído queda este pequeño relato, creado en Villa Diodati durante el verano de 1816, en la famosa reunión de amigos cuyo anfitrión era Lord Byron y donde estaban tanto Mary Shelley (que ideó Frankenstein) como Polidori (que concibió El Vampiro). Anécdota que no deja de ser curiosa teniendo en cuenta la trascendencia de ambas creaciones (aunque no sean equiparables). Este relato es una pequeña historia que se deja leer bien, sencilla, pero que no me ha hecho vibrar demasiado. Apenas profundiza en los personajes y la ambientación tampoco está muy desarrollada, la idea de base sí me ha gustado pero es como si no llegaras ni a rascar la superficie. de todas formas, me ha resultado ameno y curioso de leer y destaco el final, que aun siendo predecible, me ha parecido muy bueno.

Me quedo con su valor fundacional, primer relato de no muertos publicado en lengua inglesa así como el primero que muestra el arquetipo del vampiro moderno (con esa fachada de noble o aristócrata peculiar y excéntrico, pálido, con un poder de atracción irresistible). Eso es lo más interesante, la huella que dejó para la literatura y otros ámbitos, como bien señala Mariana Enríquez en el prólogo de esta edición. Más en el blog!

En una tarde lluviosa del verano de 1816 en la Villa Diodati en Suiza, destacados nombres de la literatura europea del siglo XIX se reúnen, y como tantas otras veces, el aburrimiento, gran artífice de los grandes ingenios, actúa para dar nacimiento a dos de las grandes obras de la literatura de todos los tiempos: Frankenstein de Mary Shelley, quizá la que más ha trascendido, y El vampiro, de John William Polidori.

La novela nos narra la amistad entre el joven Aubrey y lord Ruthven, hipnótico caballero que aparece en la noche londinense y con el que recorrerá medio mundo hasta sospechar, cada vez con mayor ahínco, el extraño ser que se esconde tras este personaje. Cuando Ruthven empieza a cortejar a la hermana de Aubrey, haciendo peligrar su vida, el delirio se desatará.

Es El vampiro, con sus escasas 80 páginas, un relato o novela corta sobresaliente, donde aparece por primera vez la figura del vampiro moderno tal y como ha llegado hasta nuestros días. Editada, en principio, bajo la sombra y nombre de Byron, de quien Polidori era médico, estamos ante una historia pionera y fundacional, que ejercerá gran influencia en sus sucesoras y en obras tan conocidas como Drácula o Carmilla, incluso llegando al Crepúsculo más actual. El vampiro joven, seductor, rico y con grandes posesiones, que vive a través de los tiempos y las eras a la sombra de una humanidad ignorantemente en peligro, nace con Polidori.

Por todo esto, esta novelita es una auténtica delicia, una historia de lectura ágil y rápida, más que recomendable, que aunque parezca haber envejecido mal y quizá ya no sorprenda tras toda la andadura que el personaje vampírico lleva tras de sí, es de vital importancia como base literaria de todo un movimiento que llega hasta nuestros días. No os la perdáis.

Huelga decir que a mí el mito de Drácula y de los vampiros me fascina. Pero si además, conoces la historia que hay detrás del autor y cómo se gestó este relato, entonces aún llama más la atención este pequeño cuento.

El vampiro, escrito por J. Polidori, médico personal de Lord Byron a cuya persona se atribuyó erróneamente la autoría del escrito. Gracias a lo cual, tuvo tanto éxito. Aunque a mí parecer, no solo fue ese el motivo sino la personalidad del vampiro en sí.

Hasta el momento de la publicación (1819), el mito del vampiro se asociaba históricamente con seres no vivos, más parecidos a monstruos que a personas. Polidori le dió a la figura otro aire. Consiguió crear el arquetipo de vampiro que ha llegado hasta nuestros días. El ser en forma de hombre que seduce y engaña, integrado perfectamente en la sociedad de la que se vale para subsistir.

Me ha encantado conocerlo y leerlo. Son unas 90 páginas que te lees en un santiamén. El plus es que el prólogo es de Mariana Enríquez.

Me alucina como algunos relatos cortos pueden llegar a atraparte tanto. Lo mejor, quedarte pensando en como continuaría la historia si hubiera escrito más capítulos.
Desgraciadamente Polidori tuvo un final trágico y nunca más consiguió fama literaria.