Mandíbula

Clara, una joven profesora recién contratada en un elitista colegio del Opus, víctima de una obsesión imitativa con su difunta madre, ha secuestrado a una de sus alumnas, Fernanda. Mezclando estos hechos actuales también se narra una franja temporal anterior en la que un grupo de amigas, encabezadas por Fernanda y Annelise, “experimentan” y juegan con el dolor, los pactos, la religión y la amistad.

En este thriller psicológico están también muy presentes las relaciones pasionales entre madres e hijas, hermanas y mejores amigas, recreando un mundo de lo femenino-monstruoso que se conecta con la tradición del cine de terror, pero también su versión más actual, los creepypasta.
Los saltos en el tiempo y la variedad de registros y detalles en su estilo descriptivo acaba por invertir las jerarquías, haciéndonos a veces dudar entre quiénes son las verdaderas víctimas víctimas y los verdugos.
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Mandíbula" trata sobre las madres y las hijas; sobre las alumnas y sus maestras. Y la maldita adolescencia. La autora llama a esta etapa la etapa blanca en la que se adora al dios Blanco.
Un grupo de adolescentes, niñas bien del Opus Dei, se entregan al culto de este dios que es su propia miseria, sus dudas, sus rencores, su identidad en proceso... y cómo lo que parece un juego se vuelve realidad.
Clara es maestra de Literatura (je) en un colegio católico de niñas privilegiadas (je) y lleva consigo una ansiedad terrible y el deseo de seguir los pasos de su madre que era maestra también (je), pero Clara estaba enamorada de su madre, terriblemente obsesionada con su madre; y le da clases a niñas obsesionadas con el dolor, con la popularidad, con los límites inexistentes de una sociedad que les da todo y les ha quitado todas las ganas de nada. Estas niñas juegan en un edificio abandonado y descubren ahí su propio abandono, y por lo que sea, por aburrición, por soledad, Clara va a pagar muy caro esta crianza de niñas ricas y de paso también se lo va a cobrar a la alumna que decide secuestrar.

Fernanda aparece secuestrada por su profesora de literatura en una cabaña en medio del bosque. Ella y sus amigas son adolescentes rebeldes que estudian en un colegio del Opus Dei y a lo largo de la trama nos irán contando sus historias.

Yo definiría esta novela como un cuadro abstracto sobre las relaciones en el género femenino. Relaciones entre amigas, madre e hijas, maestras y profesoras...
Trata bastante a conciencia el miedo y describe muy profundamente la ansiedad y los ataques de pánico. Y personalmente, creo que lo describe muy bien.

También hace un guiño a temas bastante tabú como, por ejemplo, el aborto, la masturbación, el descubrimiento de la sexualidad en la adolescencia, la homosexualidad. Todo en un entorno relacionado con el Opus Dei, lo cual genera un gran contraste.

La autora hace una gran caracterización de los personajes; el lenguaje y vocabulario utilizado deja bien claro la edad de las chicas y su nivel de madurez.

Algunos capítulos son cortitos y fáciles de leer, otros son más largos y se hacen un poco densos, hay momentos en que la trama parece que no avanza. Pero no es línea general del libro.

Si bien la novela me ha gustado en general, el final me dejó un poco desubicada, no lo esperaba así, es bastante previsible y aun así deja cabos sin atar. O simplemente no logré entenderlo.

En general, me ha gustado, sí. Pero no me ha sorprendido.

Es una novela narrada de manera no lineal, donde los hombres son ausencias dominantes, se centra en Fernanda, Annelise y Clara, esta última, una joven profesora de un prestigioso colegio, quien sufre una obsesión por imitar a su madre muerta, ha secuestrado a Fernanda, una de sus alumnas adolescentes.

En otro espacio de tiempo, Fernanda y Annelise inician a su grupo de amigas en el culto al Dios Blanco, un rito sadomasoquista que indaga en la violencia de la adolescencia a través de los relatos de miedo y las creepypastas (narraciones colectivas de terror en Internet).

Es una novela atrevida, desafiante, incómoda, que explora la violencia femenina, la literatura de terror, con referencias a Poe, Lovecraft y Moby Dick.

El capítulo XXI es una de las partes magistrales de la historia, donde se menciona el término "Tekeli-li", el sonido sin significado que inventó Poe para el horror blanco, usado también por Lovecraft en At the Mountains of Madness.

Mandíbula relata el secuestro de una estudiante a manos de su profesora. A partir de este hecho se va desenvolviendo la historia de la profesora, de la alumna y de las relaciones entre amigas, madres e hijas. Sobre todo, la violencia que hay en ellas. El mundo femenino siniestro que no vemos tan a menudo en la literatura.
Con esta novela tengo sentimientos encontrados. al principio me costó un poco, no lograba conectarme y terminaba leyendo otros libros. Algunas partes me gustaron mucho, a ratos se me hizo demasiado. Sin embargo quedé enamorada de la escritura de @monaojedaf , una de las escritoras que mas me gustó este año. Quiero leer todos sus libros.

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Fernanda, Annelise, Fiorella, Natalia, Analía y Ximena en su tránsito entre la niñez y la adultez conforman un grupo de amigas que, guiadas por Annelise, ponen a prueba el límite de sus miedos. A falta de estímulos que despierten su interés, estas adolescentes se sienten más vivas al sentir recorrer por sus venas el miedo surgido de historias de terror o retos peligrosos que al superarlos hace que sientan la euforia nacida al enfrentarse a lo terrorífico. La visión de Annelise de la mandíbula de un cocodrilo blanco cimenta la narrativa mitológica en torno al Dios Blanco, un ser sobrecogedor al que las chicas temen y respetan. Este ente, el color blanco y el simbolismo de la quijada del réptil como refugio materno generan en las muchachas una atracción por el miedo. A Clara, en cambio, le atemoriza la figura autoritaria de su madre muerta a la vez que cada hueso de su cuerpo tiembla al recordar cómo la secuestraron dos estudiantes de su antiguo colegio.
El presente narrativo de la obra transcurre durante el secuestro de Fernanda a manos de Clara. La joven, desconcertada, no comprende la situación en la que se encuentra. A través de analepsis centradas en estos dos personajes y su relación con Annelise se van mostrando distintas capas de miedo que albergan las dos amigas y su nueva profesora. El formato de los capítulos comprende el diálogo, el texto instructivo y la carta encadenados con el resto de episodios. Esta intercalación de tipos de escritos enriquece la novela a la vez que los fragmentos de distintos períodos de tiempo aumentan la intriga sobre la situación presente de Fernanda. Por su parte, el léxico característico de las estudiantes acentúa su estatus elitista y su afición por los relatos de miedo se muestra hilvanándolos con referencias a la cultura popular y versos que configuran la mitología alrededor del Dios Blanco.
Mandíbula deshoja el miedo revelando distintas formas de experimentarlo. En el centro de esta exploración por los temores se halla el culto de un grupo de chicas hacia el Dios Blanco como símbolo de una edad de transición en la que añoran su infancia y temen ser como sus madres. Este pánico hacia la figura materna lo lleva al extremo Clara. La historia de estos personajes femeninos que digieren distintos tipos de miedos se va revelando de forma fragmentaria a través de analepsis que ahondan en el terror de sus vidas.

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