Último libro de la trilogía, pero no de la saga, ya que he descubierto que para septiembre se espera un nuevo libro que transcurre cuatro años después. Y lo Mejor de todo, nótese el sarcasmo, es que será no uno, si no dos libros, la historia se le estaba haciendo demasiado larga… a mi me huele a querer vender más con esa excusa y meter un poco de pana para asegurar más páginas y otro libro. Cosas del mercado, que le vamos a hacer.
Olvidándonos de eso último, vamos a por el libro que nos interesa ahora.
Recta final de la trilogía, después del shock del final del libro anterior, ya puedes imaginarte que toda la ilusión de saber que es lo que uno quiere y ser feliz se ha ido al garete. A Ash parece no importarle el problema en el que se encuentra Cameron, que se siente desubicado, dolido y tiene un miedo atroz. Pero como persona responsable que es , va a intentar hacer lo mejor para todo el mundo aunque sea lo peor para él.
Así que u que Ash quiera estar a su lado, Cameron no quiere a nadie a su lado. El rechazo de Cameron destroza a Ash, y eso hace que Cameron se sienta tambien culpable por hacerle daño. Pero es que Cam lo está pasando realmente mal. Y no es capaz de ver lo necesario que sería tener a alguien que lo ayude y apoye, con quien poder hablar y ver un lado más amable de la situación.
Al final, esta separación los hace descubrir sus problemas, sus faltas y los hace más fuertes y conscientes de si mismos.
Esta parte me ha parecido un poco larga. Las escenas y la evolución. de la relación entre Cam y Ash es buena y bonita, pero me parece muy extensa, porque no pasa mucho más. Da la sensación de que no pasa nada, aunque hay pequeñas escenas constantes que te demuestran una evolución constante, pero que se comprendería igualmente sin tantas.
Se aclara todo lo que queda pendiente, pero para mí este libro no tiene final. Es demasiado abierto. Pero sabiendo que la cosa no termina aquí, te lo todas de otra manera.
Aunque me centré más en los protagonistas, continuan saliendo todos los personajes del primer libro, entre ellos Tyler, que también tiene sus escenas de crecimiento personal y drama. La última frase que le dice Tyler a Ash me parece toda una declaración de intenciones que me da un poquitín de miedo. (Deseando que llegue septiembre para saber si va en serio o no).
Este libro es un poquitín más parado que los anteriores, pero muy dulce y bonito. Cam es un autentico amor (sí, otra vez, es imposible que no te parezca un ser de luz), pero ese giro inesperado de los personajes secundarios no me lo esperaba para nada y te deja bastante en shock.
Después de todo eso, necesito ese libro que saldrá en Septiembre y nos pondrá al día de los personajes unos años después. Aunque al pensar que son dos y tendré que esperar hasta no se cuando para leerlo todo del tirón me da bajón.
Por eso y por algunos detalles más se lleva cuatro estrellas, pero ha sido el libro que menos me ha gustado de la trilogía. Para mi gusto podría haber mezclado el dos y el tres, hacer un libro más largo pero más compacto.
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