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Este es un claro ejemplo, al menos para mí, de esas historias que van de menos a más. Esta trilogía siempre se ha caracterizado por ser sana, respetuosa y nada tóxica y lo ha conseguido hasta el final. A parte de todo ello, es de esas sagas que enganchan y no puedes parar de leer y de disfrutar. Alina Not escribe muy muy bien, sabe expresar los sentimientos de sus personajes a la perfección, los entiendes y empatizas con ellos. Esta ha sido una trilogía que me he bebido en unos días y el final consiguió ponerme un nudo en la garganta al pensar que ya no sabría nada más de sus personajes a los que tanto cariño había cogido pero, al haber tenido un final tan perfecto, no me importó. Mi sorpresa fue bastante grande al enterarme de que había otros dos libros que sucedían años después de este final, ya estoy con ellos, ojalá y no me fastidien esta maravillosa trilogía. |
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