-Sí, pero ¿de qué sirve ver el futuro si no puedo hacer nada para evitarlo? -No puedes evitar las cosas -le explica Celia-. Puede prepararte para cuando llegue el momento. |
-Sí, pero ¿de qué sirve ver el futuro si no puedo hacer nada para evitarlo? -No puedes evitar las cosas -le explica Celia-. Puede prepararte para cuando llegue el momento. |
Lo que diferencia a un contrincante de un compañero es la perspectiva -dice entonces Tsukiko-. Dependiendo de por dónde lo mires, la misma persona puede ser los dos, ninguno o algo completamente distinto. Es difícil reconocer el verdadero rostro de las cosas.
|
El amor es inconstante y pasajero -prosigue Tsukiko-. Casi nunca sirve de fundamento sólido para tomar decisiones, sin importar cuál sea el juego.
|
Estoy harte de intentar unir lo que no puede unirse -dice Celia, cuando él se le acerca-. De controlar lo incontrolable. Estoy cansada de negar lo que deseo por miedo a romper cosas que no podré reparar. Se romperán de todos modos, haga lo que haga.
|
Yo también te habría escrito, si hubiera podido expresar todo lo que quería decirte. Ni un mar de tinta habría sido suficiente.
|
Se encuentran muy cerca, a punto de entrelazarse en un abrazo, pero no se tocan. Las cabezas están inclinadas en dirección al otro, los labios congelados en el momento previo (o posterior) al beso. Aunque los observas durante un rato, no se mueven. No estiran los dedos ni baten las pestañas. Ni siquiera se sabe si respiran. -Es imposible que sean de carne y hueso -comenta alguien a tu lado. Muchos espectadores les echan un vistazo y siguen caminando, pero cuanto más tiempo los observas, más sencillo resulta detectar el más sutil de los movimientos: el cambio en la curva de una mano que está a punto de apoyarse sobre un brazo, la alteración de una pierna en perfecto equilibrio. Cada amante gravita hacia el otro. Sin embargo, no se tocan. |
El pasado se queda adherido a las personas igual que el azúcar glasé se adhiere a los dedos. Algunos consiguen librarse de él, pero los acontecimientos y las cosas que te han guiado hasta el presente permanecen.
|
Es difícil ver la realidad cuando uno está involucrado en la situación. Resulta demasiado conocida, demasiado cómoda.
|
Somos peces dentro de una pecera, querida -le dice Tsukiko, con la boquilla colgando de los labios-. Peces custodiados muy de cerca, observados desde todos los ángulos. Si uno de nosotros termina flotando en la superficie, no es un accidente. Y si hay un accidente, es porque quienes nos custodian no prestan suficiente atención.
|
Los secretos son poderosos -empieza a relatar Widget-. Y ese poder disminuye cuando se comparten, así que lo mejor es guardarlos, y muy bien. Compartir secretos, secretos genuinos, importantes, aunque sea con una única persona, los modificará. Escribirlos es incluso peor, porque nadie sabe cuántos ojos los verán en el papel, a pesar del cuidado que se tenga. De modo que es mejor no compartir los secretos, si uno los tiene, por el propio bien y por el de los secretos.
|
¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?