La bestia

A veces, la vida te guarda un regalo donde no imaginas.

En la vida es todo tan casual que de nada sirve hacer planes o pensar en lo que podría haber pasado.

Lo único que se esconde tras el nombre de la Bestia es una sensación pegajosa, tan ausente de forma y tan inquietante como esas descripciones demenciales: EL MIEDO

La sangre no la ha convertido en una mujer, la ha convertido en una víctima. Tal vez esa sea la verdadera metamorfosis que se produce con la menstruación.

En la vida todo es tan casual que de nada sirve hacer planes o pensar en lo que podría haber pasado.

Los cuentos no pasan nunca de moda, [...]. La gente los necesita.

Pero echar la vista atrás para intentar reescribir el pasado es absurdo. El tiempo solo corre en una dirección.

Lucía puede distinguir en el cielo el humo de las barracas incendiadas en las Peñuelas. Se va deshaciendo, tal y como se ha desecho su vida, hasta desaparecer.

La lluvia y las medidas sanitarias que prohíben las reuniones tumultuosas. Este maldito año de 1824 todo parece salir mal: el cólera, la guerra de los carlistas, la Noche de San Juan y la Bestia, también la Bestia.

Los principios morales son perfectos para una tertulia, pero no calientan cuando hace frío.