Lo que el viento se llevó

Es mi libro favorito desde siempre, uno de los pocos que he releído. Curiosamente, no me suele gustar la novela histórica. pero es que Scarlett es un personaje tan potente que lo eclipsa todo.
Considero que es una novela completa, buenos personajes, buena trama, bien escrito.
Si alguien o lo ha leído, que no pierda la oportunidad, totalmente aconsejable.

“Lo que el viento se llevó”, de Margaret Mitchell, viene subtitulado como “la historia de amor más fascinante jamás contada”, y sin embargo yo creo que esta no es una historia de amor, o no solo de eso.

Después de algún altibajo en la lectura, de un inicio un poco decepcionante por culpa (como siempre) de las altas expectativas que llevaba, de un poco de aburrimiento en algunos tramos un tanto densos y de mucho enganche en otros, puedo decir que esta es una historia de supervivencia, de lucha, de raíces y arraigo, de expectativas, apariencias, injusticias, guerra, duelo, lealtad, desamor (vale, también amor), pero sobre todo, de mucha soledad.

Una historia narrada dentro de un contexto histórico inmejorable, una guerra tan absurda como cualquier otra de la que siempre salen perjudicados los mismos, como en todas, con unos personajes tan brillantes como pocos: auténticos, complejos, pasionales, divertidos, valientes, cobardes, audaces, ilusos… ¡vivos!

Una protagonista que me consta levanta pasiones, tanto a favor como en contra, de la que debo decir que, a pesar de sus imperfecciones, sus errores, sus puntos de vista o formas de pensar y, sobre todo, de sus actos, me ha parecido un personaje brillante, una mujer que es fiel a sí misma, que lucha por lo que quiere con uñas y dientes y cuyo único o principal problema es haber nacido en una época equivocada. No coincido con ella en nada, no nos parecemos, ni siquiera me cae del todo bien, pero aún así me parece un personaje maravilloso, a pesar de que creo firmemente que el alma de esta historia no es ella, aunque lo parezca. ¿Queréis saber mi favorito? Rhett Butler.

Estoy feliz de haberme animado finalmente con este eterno pendiente, como digo con sus más y sus menos, pero que en resumen es una historia maravillosa, que engancha, fantásticamente escrita, de esas que se quedan contigo para siempre.

Scarlett O'Hara vive en Tara, una gran plantación del Estado sureño de Georgia y esta enamorada de Ashley Wilkes, que en breve contraerá matrimonio con Melanie.
Ambientada en 1861 en plena guerra de Secesión.
Una de las novelas estadounidenses más popular de la historia de la literatura que en 1939 fue llevada a la gran pantalla y se convirtió en una de las películas más míticas de la historia del cine.
La autora tardo 10 años en escribirla y consiguió el Pulitzer en 1937.

Nos encontramos con los personajes literarios más vibrantes de todos los tiempos.
Scarlett, una joven malcriada, déspota, egoísta, consentida y caprichosa. Sin duda, una mujer moderna que coge las riendas de su vida tras la Guerra para salir adelante dedicándose a los negocios a pesar de lo mal visto que estaba entonces en Atalanta.
Demostrará ser una persona sin escrúpulos. Orgullosa y resentida, utilizará sus encantos femeninos para salir adelante. No se preocupará por nada más que por sí misma y arrasara con todo lo que se interponga en su camino para alcanzar sus ansiados propósitos. Todo ello con formas descorteses.
Mélanie será su amiga y confidente. Aparentemente y a los ojos de Scarlett es una chica débil y cobarde pero nada más lejos de la realidad pues es una mujer educada, fuerte y con gran corazón.
Scarlett también ve en Ashley al gran amor de su vida, a una persona fuerte y honorable cuando realmente es todo lo contrario. Y no me puedo olvidar del atractivo y descarado Rhett Butler, el único con la capacidad de conquistar a Scarlett utilizando su inteligencia, descaro y sarcasmo.

Es una historia que trata sobre el hambre, el dolor y la pérdida donde amaras y odiaras a los personajes a partes iguales.
Una historia que no decae en ningún momento y que es una verdadera montaña rusa.

Desde pequeña, estoy muy familiarizada con la historia. He visto la película varias veces e incluso leí este libro en mi adolescencia, pero mi memoria de pez me ha permitido disfrutar de su lectura como si fuera la primera vez.

Todos sabemos más o menos quiénes son Scarlett O'Hara y Rhett Butler pero, aunque la película es muy buena, se queda corta ante lo que es el libro. Aquí, encontramos todos los elementos de una buena novela: personajes muy bien construidos y con contrastes, argumento con gancho, contexto histórico y ambientación brutales… Una maravilla. En ningún momento se me hizo aburrida, y habría podido leer un tercer tomo sin pestañear.

Durante sus más de mil páginas, he reído, he llorado, he amado a Scarlett y a Rhett, también los he odiado, pero no tanto como he odiado a Ashley Wilkes 😂 En mi corazón quedarán para siempre Scarlett, Melanie, Rhett, Mamita… Se ha convertido en uno de los libros de mi vida, junto con “22/11/63” de Stephen King, “David Copperfield” o “El Conde de Montecristo”.

Sin duda hay elementos polémicos en esta novela, como es el tema de la esclavitud y los conflictos derivados de su posterior abolición. Choca leer ciertas palabras, ciertos detalles, incluso situándonos en el contexto. Pero pienso que la autora realmente nos está mostrando lo que se vivía en el sur de Estados Unidos antes, durante y después de la Guerra de Secesión, no hace juicios, no condena, simplemente muestra una realidad que, aunque es cierto que hoy en día nos parece inadmisible, en esa época existía y no podemos obviarlo.

Por último quería añadir que, aunque se empeñen en vendernos esta obra como “la historia de amor más fascinante jamás contada”, no lo es. Hay amor, hay pasión, pero no es el tema central de la novela. No os dejéis llevar por esta idea, ni para bien ni para mal, y juzgad por vosotros mismos. Para mí, una experiencia increíble.
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Scarlett O'Hara, cuyo padre posee una gran plantación de algodón en el sur de Estados Unidos, tiene 16 años y no le interesan más que fiestas, vestidos y Ashley Wilkes, que va a casarse con Melanie Hamilton. Pero la situación política es cada vez más tensa y pronto va a cambiar. En sus más de mil páginas, recorremos junto a los protagonistas desde los meses previos a la Guerra de Secesión (1861-1865), la posguerra y la Reconstrucción hasta llegar al nacimiento de Ku Klux Klan.⁣
Scarlett es una protagonista imperfecta y eso hace que la historia sea más interesante. Es frívola, caprichosa, inculta y muy egoísta. No se parece en nada a las heroínas habituales. La guerra la cambia, pero no pierde su esencia. Rhett Butler también es un galán muy particular. Es arrogante, cínico, oportunista, inteligente y muy sagaz. A ellos los acompañan una amplia galería de personajes tan diversos como complejos y bien construidos: Gerald, Mamita, Pitty Pat, Priccy…⁣
Describe a la perfección las costumbres de una sociedad que está atravesada por la guerra y que no puede desprenderse de su pacatería a pesar de que al mundo que conocía se lo llevó el viento. ⁣
Me asombró el gran manejo de la tensión narrativa por parte de la autora. El ritmo no decae a pesar de la extensión de la novela. También hay que resaltar los diálogos entre Scarlett y Rhett, verdaderos duelos dialécticos, que son la parte más divertida de la novela, porque tanto drama está amenizado con toques de humor. ⁣
Mitchell refleja el punto de vista como sureña, no es imparcial y creo que no podemos exigírselo. Somos los lectores los que sin perder de vista la época en que fue escrita tenemos que ejercer nuestro espíritu crítico.⁣
El final, vertiginoso y que oprime el corazón, para mí es el que tenía que ser. ⁣

Un libro cuestionable que se ambienta en el sur esclavista de la época previa a la guerra de sesecion hasta doce años después.

El recorrido de los personajes, sus arcos dramáticos, las tramas, las subtramas y la audacia de que Scarlett o'hara sea un personaje poco amable y sin embargo tan querible hacen que este libro se convirtiera en una de mis mejores lecturas del 2022.

Lo leí para "El club de los libros prohibidos" en Instagram en donde debatimos clásicos y no tan clásicos que fueron censurados por alguna razón.

Creo que un libro que habla de KKK con la soltura que habla este merece cómo mínimo un poco de revuelo.

Reth Buttler ... me rompiste el corazón.

Me siento muy satisfecha y emocionada de haber podido leer este libro, el cual lleva añales, esperando su momento, jamás vi la película porque prefería leerlo primero y la verdad es que lo he disfrutado plenamente

No es solo una historia de amor... son varias historias de amor, de amor fraternal, de amor filial, de amor a la tierra, de amores de juventud y sobre todo de mucho amor propio, de arrancarse el alma y luchar por sobrevivir, en la guerra y la posguerra de un país dividido con un conflicto de clases, de géneros y de razas, de valor, coraje y esperanza

Con el trasfondo de la guerra de secesión, el porqué, sus causas y consecuencias, el sentir de los esclavos una vez liberados, felices pero perdidos y añorando a sus amos, sin saber que la libertad tan anhelada iba a convertirse en soltarse de la mano de aquellos a los que consideraban familia

Espectacular lectura. Si has visto la película te encontrarás en un camino conocido, pero cambiado (para mejor si es posible). Si no conoces la historia, te encontrarás con la guerra de secesión contada como nunca antes y con personajes llenos de carisma y una historia que contar.

Impresionada con esta novela. La cantidad de años y acontecimientos que ocurren en este libro, en el que aprendes mucho sobre la Guerra de Secesión, la sociedad americana en esos años, la esclavitud, el cultivo de algodón y la importancia de las plantaciones, etc.

Acompañamos a lo largo de los años a una protagonista que es tan fuera de lo normal que te atrapa desde el inicio. La odias pero también la quieres y sobre todo, la comprendes.

En su lucha por vivir y su obsesión por tener cada vez más, arrastrará a otros personajes por su camino. Personajes secundarios que no desmerecen para nada a la protagonista. Son la compañía ideal para Escarlata O'Hara:
*Melania y su bondad.
*El capitán Rett Butler y su vida de excesos y habladurías.
*Ashley Wilkes y su pusilanimidad.

Asimismo, destaca por su presencia e importancia, Mamita.

Lo que el viento se llevó nos presenta un sin fin de personas del círculo cercano de Escarlata y su evolución tras la guerra; y lo hace de forma tan magistral que eres capaz de ver e imaginar a todos ellos.

Recomiendo leerla porque, aunque parece que sus 1000 páginas puedan ser un obstáculo; cuando una pasa la última y cierra el libro, solo queda alegría de haber dado con esta historia, pena porque se ha terminado y ansiedad de no volver a encontrar algo parecido.

Es un dramón histórico que no pasará de moda.

Leí Lo que el viento se llevó con trece años. Aquel chaval romántico y apasionado, capaz de pasar las noches en blanco debajo de las mantas para no ser descubierto, bebía historias con una ansiedad sedienta de novedades. Por mis manos habían pasado cuentos y obras cortas, poemas y canciones de otros lugares y tiempos, algunos cómics (como Mafalda), e incontables imágenes de grandes enciclopedias que encerraban no sólo el saber, sino la aventura y la pasión de todo lo que tenía que ver con la vida.

Aquel chaval oía a Aute cantar entre amigos, y a Supertramp; dos años después, leería a Sartre y a Tólstoi (abandonándolos pronto, eso sí), pero las aguas encendidas por el teatro del Siglo de Oro, por los versos de Aquiles Nazoa o de Rubén Darío (el maravilloso Neruda aún tardaría un poco en aparecer por completo) y por ciertos pasajes de El Mío Cid y El Quijote, encontró en esa novela-océano, un puerto natural, una escalada insólita e inmensa para sus trece años.

Me gustó tanto la historia encerrada en Lo que el viento se llevó, en edición maravillosa del Círculo de Lectores, que llegué a saberme pasajes enteros. Durante las semanas que siguieron a abrir sus tapas, y que alargué conscientemente cuanto pude, conviví con todos los personajes el tiempo del Sur, sus lamentos, sus locuras segregacionistas y raciales (eran tan diferentes…, y tan similares); el horror de una guerra que todo lo deshace; el dolor por la pérdida de un mundo que no volverá jamás; el ansia de la pobreza, la desazón y la amargura, y el siempre vigorizante deseo de salir adelante.

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Por descontado, el drama romántico podía sobre todo. Era el centro, en realidad, de esa vasta historia. Pero, posteriormente, algo más importante que los devaneos de cuatro personajes que representaban una forma de ser en el mundo, comenzó a aparecer entre aquellas páginas, y era el retrato del Sur, lo bien expresado que estaban sus hábitos, su estilo de vida; entre los miriñaques, los quitasoles, los encajes y los galanteos, el aroma de la tierra roja, la sombra de los magnolios y el retumbar de cascos de caballos, se levantaba un edificio histórico, un fresco detallado, de lo que fue en un tiempo y lugar, y cuya insensatez, su propia juventud, hizo que fuese llevado por el viento de la vida.

Lo que el viento se llevó es una novela histórica con aroma romántico; no nos sorprendería salida del siglo XIX, si no fuese por esa visión, ya muy moderna, de un mundo perdido y en ruinas. Romántica en los colores con los que pinta la vida del Sur de los Estados Unidos; la melancolía que absorbe cada una de sus líneas; el detallado dibujo de los vestidos, de los muebles, los usos y costumbres, y las lánguidas canciones y los modales pasados de moda. Por lo mismo, es una novela costumbrista, que intenta rescatar del inmediato olvido un mundo aniquilado y hecho cenizas, barrido por el viento del cambio; y es una novela escrita por una mujer, sobre una mujer, que es un mundo, y como tal, complejo y espléndido a un mismo tiempo.

Margaret Mitchell enlazó sabiamente dos historias de temperamento similar y pasión arrolladora: Escarlata O'Hara y el viejo Sur norteamericano lo viven todo, lo arriesgan todo y se reconstruyen a sí mismos con pocos lamentos, con muchos esfuerzos y con una determinación, que nos sirven de retrato del verdadero alma norteamericano, que otros escritores de más fina pluma (¿realmente?) o más cínicos o más incisivos, no supieron desplegar tan bien, o no de una manera tan efectiva como ella.

¿Con trece años? Con trece años una historia romántica, de tanta fuerza y determinación, prevalece sobre todo lo demás, por más que esos detalles se valoren con incipiente raciocinio. Una película mítica, una música singular, una fotografía única, unos actores maravillosos, vinieron años más tarde a amenizar las largas noches de estudio, haciendo ruido de fondo, compañía más nítida pero menos humana, que aquellas líneas fantásticas sobre el amor desmesurado a la tierra, a los sueños y al error que una vez el viento se llevó.
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