Skip

Antes de empezar con la reseña quiero avisar que no será muy extensa ya que al tratarse de una novela gráfica, no quiero crear una reseña pesada o cargada. Esta novela, es una historia que debe disfrutarse sin saber mucho sobre ella, así que diré poco. Dicho esto ¡empecemos!


Como he dicho anteriormente, nos encontramos ante una novela gráfica. Amo las novelas gráficas, los mangas, cómics, etc, y es por esto que puedo decir que es una de las historias ilustradas más bonitas que he visto. La calidad del libro, la maravilla de ilustraciones de Molly Mendoza, la historia, todo hace de esta historia una auténtica obra maestra.

Tengo que reconocer que la edición de este libro podría considerarse de lujo. Es un libro que tiene dos veces el tamaño de un libro normal. Una edición en tapa dura a pleno color, con una calidad de impresión magnífica y muy pero que muy sorprendente. Como ya he dicho, una edición que te deja con la boca abierta.


Dejando de lado la edición, pasemos a hablar de su género. Esta obra entraría dentro del género de aventura. La historia nos presenta una gran aventura a manos de dos personajes. A lo largo de dicha novela, no encontraremos ningún otro género entrelazado, pero tengo que admitir que no hace falta ningún otro elemento. Es una historia tan bonita y tan perfecta que no echaremos en falta ningún elemento.

Al ser una novela gráfica no sentiremos que sea una historia pesada, porque al tener poco texto se puede leer en una horita sin ningún problema. Yo recomiendo leerlo tranquilamente y en varios días para disfrutar de las ilustraciones, los personajes y la historia. A todo esto hay que sumarle que, a pesar del poco texto, la historia se entiende al cien por cien, por lo que no os perderéis mientras lo estéis leyendo.

El género de aventura unido a las ilustraciones tan maravillosas hacen de este libro todo un arte. La autora es capaz de crear mundos y seres únicos y al ver las ilustraciones eres capaz de comprender a la perfección la aventura tan fantástica que están teniendo los protagonistas.



Pasando a la trama, tengo que reconocer que es una historia que me ha mantenido enganchada de principio a fin. Se nos presenta una aventura a manos de Bloom, quien viaja sin querer a otra dimensión donde encuentra a Gloopy. Estos dos personajes empiezan a viajar entre distintas dimensiones y vamos viviendo a través de sus ojos todas sus aventuras. A esto hay que sumarle el hecho de que se nos muestra la evolución y el paso a la madurez de los personajes. Vemos como, poco a poco, van conociéndose a ellos mismos y el mundo que les rodea, hasta llegar a ser personas más conscientes del mundo real. Es una aventura donde los personajes se conocerán, aprenderán y evolucionarán hasta ser mejores personas.

Una de las cosas que mas me han gustado de la trama es, que en cada viaje a una dimensión la autora cambia la paleta de colores. Es decir, la obra no está dividida por capítulos si no por paleta de colores. En la dimensión de Bloom nos encontramos con tonos tierras, en la dimensión de Gloopy vemos tonos azules, amarillos y blancos. Es una maravilla ver las distintas dimensiones representadas por gamas de colores, hacen de la experiencia algo totalmente novedoso.


Los personajes me han encantado porque son humanos, tienen sus cosas buenas y malas, y a lo largo de la obra vemos una evolución en sus personalidades y en su forma de ver el mundo. al final de la historia nos encontraremos con dos personajes muy distintos a los del principio, listos para enfrentar el mundo con una nueva versión de ellos mismos.

Otra cosa que me ha llamado la atención es el género neutro que nos encontramos. Es decir, la autora no nos dice el sexo de ningún personaje ya sea principal o secundario y me parece una decisión fantástica. Este tipo de libros donde en realidad no importa el sexo, si no la historia, los personajes y su evolución son muy necesarios. Algo que aplaudo sin dudarlo.

Los personajes de Bloom y Gloopy me han enamorado de principio a fin. Son de esos personajes que se quedarán toda la vida conmigo, porque aunque su historia es corta o quizás hasta un poco simple, te transmiten tanto y sientes tanto cariño por ellos que acabas encariñándote con ellos.


En conclusión, es una historia maravillosa con una edición de lujo y una de las mejores ilustraciones que he visto en mucho tiempo. Una lectura que recomiendo sin dudarlo, porque es algo que debe leerse y en especial disfrutar visualmente.

Lo primero que llama la atención de Skip es el apartado gráfico, tanto el color como las distintas composiciones de página que nos son las que podemos esperar en un cómic en principio dirigido para un público juvenil. La estadounidense Molly Mendoza hace un trabajo espectacular desde la portada hasta cada una de las viñetas. Seguramente es debido que a Molly es además de al cómic y a la ilustración también se dedica a la pintura. Sus trabajos como pintora se han expuesto en galerías de todo el mundo, lo mismo sucede con sus trabajos de ilustradora que se ha podido ver en publicaciones como The New York Times, Hazlitt o The Atlantic. Se trata de su primer trabajo publicado en cómic en formato físico aparecido originalmente dentro del eclético catálogo de Nobrow Press.

Bloom vive a las orillas de un lago junto a Bee en un futuro postapocalíptico. Llevan una vida sencilla que se ve alterada un día cuando a través de una radio reciben una señal que les hace creer que más personas han sobrevivido. Bee acude a investigar y Bloom se queda a cargo del campamento. Tras varios días sin noticias, Bloom sufre un arrebato de furia que le lleva a arrancarse el collar de que Bebe le ha dejado y arrojarlo al lago. al instante se arrepentir de sus actos y decide buscar el collar, pero cuando se sumerge en el lago es transportado a otro mundo en el que conoce a Gloopy que también está solx ya que ha sido exiliadx de su comunidad. al investigar por donde ha llegado Bloom acaban en otro mundo distinto. Ambxs conectan al momento ya que tienen las mismas inquietudes, así que emprenden un viaje Interdimensional que le llevará por mundos cada vez más extraños mientras tratan de volver a sus mundos de origen.

Al principio hemos dicho que se trata de una obra pensada para el público juvenil, pero alguno de los mensajes que tiene la obra están pensados más para un público adulto. Lo mismo que sucede con obras como Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll o El mago de Oz de L. Frank Baum que son los referentes claros de esta obra. Aunque Skip se desarrolla en un mundo postapocalíptico, pero del que prácticamente no sabemos nada, aunque lo único relevante para la historia es saber que Bee y Bloom viven solxs. Es una historia de viajes en la que como en la gran mayoría de este tipo lo más importante es el viaje interior que hacen sus protagonistas que les sirve para madurar y convertirse en adultos, o en jóvenes adultos.

La trama de la historia gira en torno a Bloom y sus viajes junto a Gloopy, un ser extraño que resulta muy dificil de identificar. Vemos como su amistad les sirve para juntxs superar sus miedos y aprender a conocerse a si mismxs. Además de aprender a convivir con lo que la sociedad espera de ellos y a gestionar las pérdidas de seres queridos. En definitiva, a todo lo que supone hacerse mayor con todas sus consecuencias.

Mendoza transporta a sus personajes por mundos fantásticos con mucho de oníricos en los que se cruzan con todo tipo de seres desde cocodrilxs comportándose como jóvenes de fiestas hasta entidades electrónicas que controlan un mundo virtual. Un derroche de imaginación. Pero por muchos mundos que visiten no pueden huir de lo que les espera en casa, una realidad que no tendrán más remedio que afrontar tarde o temprano.

Sin duda el principal motivo de compra de Skip es el espectacular apartado gráfico, sobre todo la cambiante paleta de colores con los que Mendoza recrea cada uno de los mundos que visitan Bloom y Gloopy. Pero el uso de esos colores no es únicamente descriptivo y de creación de atmosferas, sino que sirven para mostrarnos y reflejar las distintas emociones y las etapas del viaje interior de lxs protagonistas y los personajes con los que se cruzan en ellos. También destaca la composición de las páginas con algunas realmente brillantes y experimentales que funcionan a la perfección para mostrarnos las peculiaridades de esos mundos e imbuirlos de irrealidad y fantasía. Es de agradecer el valor que Mendoza tiene para experimentar con las posibilidades narrativas del medio. El resultado es fantástico y convierte a la obra en una de las más atractivas de las aparecidas este año.

Dibbuks hace una gran edición con un diseño fantástico y una gran reproducción. Siguen con su apuesta por traernos cómics y autores distintos sin importar su procedencia.

Molly Mendoza firma con Skip un cómic lleno de aventuras e imaginación que encierra una reflexión sobre la perdida de la inocencia infantil. Algo que hemos visto en multitud de ocasiones, pero con un apartado gráfico lleno de color y experimentación formal y narrativa que multiplica su valor.
Enlace: https://www.zonanegativa.com..

Se trata de una novela gráfica, fantástica y juvenil. Diría que es una bildungsroman ilustrada que me ha sorprendido gratamente, desde su presentación en gran formato y tapa dura; su trama con una historia distópica que entretiene, pero sobre todo la propuesta estética de Molly Mendoza: la forma en la que alarga y deforma las figuras, en que dispone los colores en función o en favor de las diferentes dimensiones por las que se mueven Bloom y Gloppy, los personajes, quienes se sumergen y te sumergen en una atmósfera surrealista, psicodélica y en la sensación constante de movimiento.

Una novela gráfica en la que el cómo se cuenta dirige al qué se cuenta. La historia es sencilla: Bloom y Bee reciben un mensaje de otros supervivientes en un mundo postapocalíptico, Bee acude en su ayuda y deja a Bloom en su espera, pero este termina sin querer en otra dimensión, en donde conoce a Gloopy, un exiliado de su comunidad junto a quien Bloom se encontrará con una serie de personajes y situaciones fantásticas que le llevarán a enfrentar su propio miedo, antes de volver a casa. La historia es sencilla decía, sin grandes giros o acontecimientos profundos (más allá del viaje que en sí lleva siempre una alta dosis de profundidad), la riqueza, originalidad y potencia radican en el estilo de Mendoza, joven ilustradora y autora de cómic estadounidense, cuyos otros trabajos deberíamos conocer, muchos de ellos resaltan la belleza y la fuerza de la mujer y de las personas querer y trans, algo que también se puede ver en Skip, aquí los personajes no tienen un género atribuido y los diálogos se desarrollan con lenguaje inclusivo.

Gran iniciativa de Dibbuks de traducir y publicar esta obra. Espero que llegue más de Molly Mendoza a los lectores hispanohablantes.

Antes de nada, aclarar que en esta reseña de Skip me dirijo hacia los personajes sin atribuir género masculino o femenino, al igual que lo hace la obra, atendiendo a la diversidad que la autora ha querido darle.

No sé muy bien como empezar a explicar esta reseña porque toda la historia es una absoluta locura y consecuencia de multiversos. Pero creo que lo mejor es explicar un poco la historia. 

Nos encontramos con Bloom, nuestrx protagonistx, que vive en un mundo postapocaliptico. Vive apartadx junto a Bee la persona que lo salvó. Un día se queda solx y se lanzx al lago buscando una cosa, apareciendo en otro mundo alternativo. Allí conoce a Gloopy. Juntxs  viajan por diferentes multiversos hasta encontrar  lo que quieren y superar sus miedos.

La historia me ha gustado pero me ha faltado que se profundizara en algunos puntos. Y es que la autora solo le ha dado importancia a la parte artística y visual de la obra. Por lo que la parte del guión cojea en algunas partes de la historia. Además que algunos saltos a estos multiversos se me han hecho un tanto innecesarios o que no tenían ningún sentido para el ritmo de la historia salvo lo estético.

La parte final y el mensaje de la historia es muy bonito e importante. Es simple de comprender y creo que se da mucho rodeo para explicar algo tan simple o que no se ha sabido trabajar bien el concepto para llevarlo a una historia más larga como pretendía la autora. Y es que los dos protagonistx buscan superar sus miedos y descubrirse, saber quienes son  ellxs en este mundo. 

Como destaco en la parte anterior, lo mejor de la obra es la parte visual. Tiene mucho color y unos dibujos que te hacen pensar ya que en muchas ocasiones son muy abstractos. En unos de los multiversos se puede ver la influencia de Picasso. 

En conclusión, una historia a la que le falta guión porque quiere dar un bonito mensaje que no sabe como explicar a lo largo de las páginas. Aunque la forma artística de la autora es muy bonita
Enlace: https://almalectora.wordpres..