La casa de Liljecrona

4,3 para el segundo libro de Selma Lagerlöf que leo en mi vida. El cual es a la vez muy parecido y muy diferente al primero, “Jerusalén” , que fue una de mis lecturas preferidas del 2022. Aunque ambas obras están ambientadas en la Suecia rural, un solo vistazo a ambos volúmenes nos muestra que “La Casa de Liljecrona”es una obra menos ambiciosa en todos los sentidos. No obstante, esto no desmerece la obra que nos ocupa ni la hace inferior . Si en “Jerusalén” se trataban temas universales, de esos que siempre han marcado los compases de la humanidad y se nos presentaba un colosal fresco de personajes variados y complejos, en “La Casa de Liljecrona” nos encontramos con una historia mas modesta y plácida, pero no por ello menos profunda. Tiene algo de obra de teatro, más enfocada en hacer una historia compacta, con una trama sencilla,pocos personajes y una ambientación estática, que solo cambia en unas pocas escenas. Es una obra sencilla, pero llena de detalles, muy significativos. Y todo eso da al conjunto una entidad propia y mucha personalidad.

Eleanora, conocida como “Pequeñita”, tiene 13 años y acaba de entrar a trabajar en la casa del párroco de Lövdala para servir a la hija de este, Maja Lisa. Pronto la niña desarrollara un gran afecto y lealtad hacia su joven señora, cuya tranquila y apacible vida se ha visto truncada por el nuevo matrimonio de su padre. La madrastra ahora es quien controla todo en la finca, y está dispuesta a hacer cualquier cosa por degradar y humillar a Maja Lisa. En medio de su aflicción, su destino se cruzará con el de los hermanos Liljecrona, especialmente con el de Sven, un joven con un pasado muy triste.

Tal y como se especifica en la presentación de la autora que aparece en esta edición publicada por Libros de Seda, los cuentos de hadas fueron una influencia decisiva en la producción de Selma Lagerlöf, una autora que tiene un nombre propio dentro de la historia por ser la primera mujer galardonada con el premio Nobel en 1909. Esta novela puede entenderse como una versión de Blancanieves, en la que aparecen todos los ingredientes esenciales del cuento; una hermosa y dulce muchacha obligada a soportar todos los desplantes y maldades que se le ocurran a la nueva esposa de su padre, la cual la odia sin ninguna contemplación y está dispuesta a arrebatarla todo lo que era uno y que por herencia le corresponde. Y mientras, nuestra tierna, heroína, Maja Lisa, espera a su príncipe azul, que tiene la forma de un misterioso herrero que toca el violín y que quiere dejar atrás los traumas de su pasado sin mucho éxito.

Desde la primera página, la obra está impregnada de la fragancia del lirismo y del intimismo, algo que dura hasta el punto y final de la novela. Ya desde el minuto uno, Lagerlöf nos introduce en el mundo rural sueco, con sus bosques tupidos, sus vientos gélidos, sus leyendas y sus valles llenos de vida a raudales. Sus descripciones son directas, pero no por ello adolecen de ser vividas y cercanas, están llenas de encanto, detallismo y una belleza conmovedora que hacen que impacten en el lector. Y así la autora logra crear una atmósfera que le atrapa totalmente, una atmósfera que es tan única como cercana. Porque hace una descripción viva de cómo era la vida rural sueca, mostrándonos las costumbres y labores de los campesinos suecos y como era su día a día, todo esto de una forma muy amena y realista, pero sin llegar a ser árida o pesada. Y es que en está versión sueca de Blancanieves no se representa un mundo de reinas y princesas, sino que nos acerca a gente normal y corriente del campo, a campesinos y trabajadores con vidas convencionales y sencillas, y como es el día a día en una finca sueca. Las descripciones más vivaces y cercanas son las de las figuras femeninas, que opacan a cualquiera de los hombres que aparecen entre estas páginas (lo cual no quita para que nos encontremos con hombres con pasados y psicología mental muy interesantes).

Y es que los personajes de esta novela son seres humanos y reales en todos los sentidos, para bien y para mal. Ninguno de ellos es perfecto, la autora muestra las luces y las sombras de su carácter, y lo hace de una forma carente de prejuicios, sin condenar a ninguno. Incluso la madrastra, la gran villana de la historia, es representada de una forma sorprendentemente empatica, la autora da a entender varias veces que hay un porque que explique (no que justifique) su odio y maltrato hacia Maja Lisa . Destacan sobre todo las figuras femeninas que pueblan estas paginas, mujeres que se llevan de cabeza todo el protagonismo en cuanto aparecen. La protagonista absoluta de la obra, Maja Lisa puede parecer al principio un carácter pasivo e idealizado en demasía por la mayoría de personajes que la rodean. Pero a medidas que la narración va desarrollándose el lector va descubriendo pincelada a pincelada la evolución de la chica, la cual no será agradable ni carente de dramas. Su arco personal esta muy bien llevado, siendo fácil empatizar con ella por todo por lo que tiene que pasar. Todos los caracteres que aparecen en este libro pueden parecer muy convencionales, que siguen las convenciones sociales entre las que se han criado y sus vidas discurren. Pero en todos hay muchísimo humanismo, son seres que te puedes creer perfectamente que existen. No, sabes que hay muchos como ellos en el mundo y en cualquier lugar. Y eso hace que la lectura sea más cercana para el lector, independientemente de la época en que la lea y de que su contexto cultural no sea el nórdico.

Para mi lo más bello de esta lectura es la forma en que la autora aúna el costumbrismo con el folclore sueco, de una deforma muy orgánica dentro de la cual todo tiene sentido. al igual que en “Jerusalén” me ha gustado mucho encontrar este realismo mágico en una obra tan realista, porque creo que le da a todo un enfoque especial y diferente que sirve para hacer único el libro y que le da. La ambientación un toque muy onírico. Las singularidades de la mitología y la cultura sueca están muy bien representadas por la autora, de forma que se nos muestra la propia esencia del pueblo sueco de una forma amable y cercana.

He disfrutado mucho leyendo esta novela cortita y sencilla. La pluma de Selma Lagerlöf es sencilla y económica, pero está llena de potencia y encanto, es muy depurada y elegante. Su ritmo narrativo es muy pausado y sereno, acorde con la placidez de la trama. No es una historia en la que pasen grandes hechos, pero eso no quiere decir que la autora no introduzca algún que otro momento más dramático que sirve de revulsivo para la trama. Cada elemento tiene su porque dentro de la obra, la autora no da puntada sin hilo. Uno podría quedarse con que lo que tenemos entre manos es un simple drama familiar y romántico. Pero con Selma Lagerlöf todo tiene mucho más fondo y sustancia, nada es tan simple como puede parecer a priori. Gracias a todo esto la novela fluye estupendamente y se lee con gran interés y sin que aburra. Su estructura narrativa es perfecta y cuidada, sigue un hilo conductor (el drama domestico, romántico y humano de Maja Lisa) pero lo sazona con otras pequeñas historias protagonizadas por personajes secundarios, que aportan variedad a todo el conjunto. Y todo encaja a la perfección con la historia central y sirve pasará que Lagerlöf trate de una forma sutil pero firme temas como las diferencias de clase, el feminismo , las relaciones familiares y las férreas convenciones sociales de la época en la que está ambientada la novela (finales del siglo XVIII, principios del XIX).

De todas formas, para mi lo que le falta para ser redonda es tener algo relevante o que le haga destacar y, sobre todo, que consiga impactar al lector y marcarle. En general, la impresión que me ha dejado “La Casa de Liljecrona” es la de una obra interesante y bonita, en la que, eso si, se sufre mucho, pero que le falta algo. En eso creo que ha tenido mucho que ver su final, que me ha parecido muy precipitado. En el sentido en que se pone sobre la mesa una cuestión que si se ha tratado bastante dentro de lo que es la historío a porque es muy importante. Pero que en las hojas finales se le proporciona una potencia increíble, para rápidamente cerrase con un desenlace que me ha parecido un tanto deslucido. Aunque tengo que admitir que esa era la trama que menos me interesaba de esta lectura, quizás si se le hubiera tratado con mas mino y en mas hojas me hubiera gustado más.

Para concluir, decir que “La Casa de Liljecrona” me ha dejado muy buen sabor de boca, en la que la magia se da de la mano con unos ingredientes de corte más realista que llaman a atención y que hacen que la lectura sea muy interesante y disfrutable. Esta lectura a confirmado que tengo que leer todo lo que pueda pillar de Selma Lagerlöf. Una autora con una biografía muy interesante y adelantada a su época ( buscadla por internet, en serio no tiene desperdicio) y una producción amplia e interesante que ojalá vaya saliendo poco a poco traducida para el mercado español. Cada vez se pueden encontrar más obras suyas traducidas a la lengua de Cervantes. La primera ganadora femenina del premio Nobel no se merece menos.

Llevaba un tiempo en que, fuera de relecturas, no leía nada que realmente me emocionase y que me llegase. Este libro me ha sacado un poco de esa apatía 8 que no bloqueo) lector, y por eso le estoy agradecida. No creo que vaya a ser el libro de mi vida, pero al menos me ha gustado mucho.

Ambientada en Suecia de 1800 esta historia está contada como si de un cuento se tratase; nos habla de las aventuras y desventuras de Eleonora una niña de apenas 13 años que a pesar de su corta edad irá a trabajar a la rectoría de un pueblo, allí junto al parroco, su hija y la madrastra de ésta, vivirá curiosas situaciones, pero si algo tiene esta "pequeñita" es valor, una sabiduría innata y sobre todo integridad 
Por otro lado Maja Lisa, hija del párroco, esta en esa edad complicada de cambios adolescentes, una chica que ha quedado huerfana de madre y que hace lo imposible por no disgustar a su padre
Juntas y de la mano, se disputan el protagonismo de esta corta novela, donde el frío, la nieve y la ambientación de la época hacen de ella una lectura muy entrañable 

Selma Lagerlöf, ha sido la primera mujer en obtener el Premio Nobel de Literatura en el año 1909. 

Esta novela nos cuenta la historia de Eleanora, una niña de trece años, que se dispone a ir a casa de su tío pero una terrible tormenta se interpone en su camino. La valentía e ingenio de la niña hace que la mujer del vicario se fije en ella y acabe viviendo en su casa, una casa en la que no todo es felicidad, armonía y dulzura.
Una novela contada como el cuento de Blancanieves, con madrastra, rencor y maldad incluida, a pesar del drama vivido está contado con mucha ternura.
Es una novela ambientada en Suecia a principios del S. XX de estilo costumbrista rural, la acción se desarrolla en una granja, reflejo de la propia vida de la autora, y esto da pie para distinguir distintos estamentos sociales, una clase rural completamente empobrecida, una clase social acomodada y la iglesia, evidenciando así las disigualdades entre las personas de una misma comunidad.
Me ha encantado descubrir a esta autora porque no la había leído anteriormente, no conocía esta época en Suecia, como describe el clima, algo muy importante en este país que forja un carácter y unas costumbres muy determinadas y arraigadas, con valores muy profundos, religiosos, esto además hace que las mujeres no sen damiselas en apuros esperando que un hombre venga a salvarlas, ellas mismas tienen que hacer frente a situaciones adversas y esto la autora lo refleja con un marcado feminismo, mujeres fuertes, inteligentes, resolutivas, y a pesar del frío que transmiten sus palabras cuando describe una terrible tormenta, notas el calor que desprenden estas mujeres, el amor, la dulzura, la comprensión, la compañía que hay entre ellas, todo ello contado de una manera muy ligera, dulce, y entrañable, como un auténtico cuento.
Muy recomendable.

"El reloj de péndulo, alto, que había en la alcoba junto a la cocina en la vicaría de Lövdala, dio las seis con un estruendo, como si las pesas se hundieran hasta el fondo en el subsuelo. El ruido despertó a Pequeñita, que dormía sobre tres sillas, un lecho poco seguro, que le habían preparado a toda prisa a altas horas de la madrugada. Chilló y se levantó del lecho improvisado de un salto. Había soñado que estaba durmiendo en un ataúd, que iban a enterrarla y que las campanas de la iglesia doblaban por ella. Cuando tocó con los pies el suelo frío, se despertó de inmediato". En La Casa de Liljecrona, Selma Lagerlöf nos lleva a la Suecia campestre de principios del siglo XIX de la mano de Nora, a la que todos conocen como Pequeñita. Todo empieza con Pequeñita, su madre y su hermano que se llama.... Pequeñito. Así tal cual os lo cuento. Les pilla una ventolera de las de no salir de casa en el campo sueco pero claro, ellos tienen que salir porque son pobres y les espera una opípara cena de Navidad en la casa de un pariente rico. Y Pequeñita se dice, yo ahí llego aunque sea haciendo el pino, ya te lo digo. Y llegan, claro que llegan. Y no sólo cenan, Pequeñita sale de allí con un trabajo en la rectoría de Lövdala, haciendo no se sabe muy bien qué. En principio, como dama de compañía de la hija del rector, Maja Lisa, pero luego la tienen un poco para todo y nada, porque apenas vuelve a salir. Eso sí, cuando Pequeñita aparece y abre la boca, sube el pan. Maja Lisa, la verdadera protagonista de esta historia, está pasando las de Caín gracias a una madrastra muy mala a la que nadie soporta, hace un sortilegio con una tostada salada para saber quién será su novio en el futuro, conoce a los hermanos Liljecrona y es acusada de querer romper un matrimonio, con el consiguiente escándalo. El libro se divide en capítulos que son como cuentos independientes, todo muy invernal y hasta navideño, es una novela muy para esta época. Es fácil, es amena a su manera y también tiene un aire como muy añejo, de libro que tenían tus abuelos en la biblioteca. Selma Lagerlöf fue la primera mujer en ganar el Premio Nobel de Literatura en 1909 y tiene una obra extensísima, que incluye novelas, cuentos, biografías, memorias y ensayo.

Erase una vez una familia que vivía en la rectoria de Lövdala (Suecia) .

El padre Erik Lyselius, la madre , la hija Maja Lisa y la abuela Beata Spaak. Cuando Maja Lisa era una niña la madre muere y desde entonces ella y su padre, un hombre bondadoso y alegre, han vivido solos de una manera apacible y han sido muy felices. Pero pasan los años y Erik se casa con la malvada y amargada Anna Maria Raklitz. Y todo cambia.


En la Nochebuena de 1800 una niña llamada Pequeñita empieza a trabajar en la rectoria de Lovdala y será testigo de cómo la malvada madrastra hace la vida muy difícil a Maja Lisa que por amor a su padre y para evitarle problemas debido a su delicada salud oculta todos sus problemas. Pequeñita adora a Maya Lisa y quiere que sea feliz así que intentará ayudarla en todo lo que pueda.

Como vemos están todos los ingredientes de un cuento, la madrastra, la hija maltratada, el hada buena que ayuda a la hija (Pequeñita), una ninfa de un lago antiguo que se secó y que hace el mal y hasta dos elfos bailarines.
Y por supuesto nos encontraremos el amor cuando aparece el príncipe, que en este caso es un violinista atormentado por un trágico secreto.

Y como todo buen cuento están presentes el rencor, el egoísmo, la maldad y la crueldad pero también la amistad, la sororidad y los buenos sentimientos.

Y también nos deja ver ese costumbrismo que tanto me gusta de la Suecia rural del siglo XIX, el día a día, las diferencias de clases y lo que ello supone sobre todo para la mujer, la costumbres, las creencias religiosas y las leyendas populares,el frío clima sueco o la naturaleza salvaje.



Una historia corta, bonita, sencilla, ligera y muy tierna que he disfrutado muchísimo.
La casa de Liljerona se trata de una obra clásica de Selma Lagerlöf que fue la primera mujer que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1909.

Enlace: https://instagram.com/mi.ter..

Una rectoría en la Suecia profunda, una madrastra, una joven y una sirvienta que es una niña viven amores y aventuras en una historia mágica y conmovedora.
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Pequeñita con solo trece años entra a trabajar en la rectoría de Lövdala, allí conocerá al buen pastor, a su hija Maja Lisa de diecisiete años y a su cruel madrastra. Un día Maja Lisa conocerá a un herrero y comenzará a sentir algo por el pero no lo tendrán fácil pues el herrero sufre por algo de su pasado.
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Me ha encantado este libro, un clásico que he disfrutado un montón.
Para ser un clásico con más de cien años se lee bastante bien y es cortito por lo que se lee rápido.
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La historia es una especie de cuento y tiene mucho de Blancanieves, es más la propia Maja Lisa cuenta su versión de este cuento y eso me ha gustado mucho. Me encantan los cuentos y las historias que hacen alusión a algún cuento.
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Este libro le dio a su escritora el Premio Nobel de Literatura en el año 1909, fue la primera mujer en ganarlo y sinceramente se lo merece, es una historia tierna, bonita, dulce, con un toque de magia y un toque de amor.
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Así que solo os puedo decir que me ha encantado y que lo recomiendo un montón!!

Uno de mis propósitos de este año era volver a leer novela clásica. Por eso me apunté –con la intención de cumplirlos- a los retos de Un lector indiscreto y de Las inquilinas de Netherfield. He de decir que lo llevo bastante bien pues ya he leído 3 clásicos y tengo otro a la espera.

Elegí esta novela porque me enamoró su portada. He de reconocer que no había oído hablar de esta autora sueca a pesar de haber sido Premio Nobel de Literatura en 1909. Pero fue ver el título, la preciosa y evocadora portada y leer un par de comentarios en Goodreads y saber que tenía que leerlo

Eleonora es una niña de trece años a la que todo el mundo conoce como “Pequeñita”. Es el invierno de 1800 cuando entrará a trabajar en la rectoría de Lövdala. Justo el día de Nochebuena, con un frío tremendo. Su propia madre también trabajó allí y guarda muy buenos recuerdos.

En la rectoría viven el pastor Lyselius, un hombre que es todo luz y bondad, siempre sonriente y con algo agradable que decir. Con él vive su guapa hija Maja Lisa, de diecisiete años. La madre de la chica murió cuando esta era una niña y desde entonces viven el padre y la hija juntos, siendo muy felices. Pero un día llega una mujer a la rectoría, la doncella de la condesa del lugar. Se queda a pasar unos días pero, desgraciadamente para todos, su estancia se convierte en permanente pues se casa con el pastor. La señora Raklitz es una mujer seria y amargada que va a cambiar la vida, hasta entonces tan apacible y alegre, de los habitantes de la rectoría.

La novela comienza con una escena que nos pone rápidamente en situación. Es el día de San Esteban y ha caído una nevada tremenda. Pequeñita, su madre y su hermano menor deciden arriesgarse e ir a casa del tío como todos los años. El camino es largo y lo tienen que hacer andando pero la recompensa será una buena comilona y, teniendo en cuenta las privaciones que pasan, algo así no es de desdeñar. A pesar de las dificultades, Pequeñita consigue llegar a su destino, demostrando valentía y fortaleza de carácter. Es por eso que la esposa del rector decide que vaya a su casa, a servirles. Desde entonces, Pequeñita pasará a ser compañía de Maja Lisa, en cuyo cuarto dormirá. Por eso, enseguida se dará cuenta de lo que ocurre en esa casa, de lo mal que la madrastra trata a Maja Lisa sin que el padre se entere de nada.

La novela se ambienta en la Suecia rural de principios del siglo XIX y, en este sentido, puede ser considerada una novela de ficción histórica o quizás mejor una novela costumbrista ya que nos habla de la forma de vida en un pueblo remoto, aislado por el invierno, cuya vida gira en torno a la rectoría. El párroco es la piedra angular de la comunidad, rige sus destinos en un momento en el que la religión tenía una importancia básica. La autora no es prolija en descripciones que pudieran enlentecer el ritmo narrativo pero, aún así, da los datos justos para situarnos bien en el lugar, haciéndonos una idea de cómo transcurren allí las cosas.

En ciertos aspectos, la novela recuerda a los cuentos clásicos. Especialmente al de Blancanieves que evoca en varias ocasiones. al fin y al cabo, la protagonista es una chica joven que es maltratada psicológicamente por una madrastra horrible. Cambiamos reina y princesa por mujer del párroco y su hija y ya tenemos el cuento hecho realidad. También recuerda a otras novelas clásicas del estilo en el que una mala mujer hace la vida imposible a una bella y dulce huérfana mientras que el padre no se entera de nada. Por si fuera poco, hay un punto –pequeñito y delicado- de realismo mágico que unido a la ambientación casi mágica en ese profundo invierno blanco sueco le da un toque muy especial.

Las protagonistas de la novela son Maja Lisa y Pequeñita, que la adora y quiere ayudarle a conseguir la felicidad. Maja Lisa se debate entre el amor por su padre que está muy delicado de salud y al que no quiere dar ningún disgusto por lo que no le cuenta la situación real de su casa y sus ansias por hacer su vida y tomar las riendas de su vida. Por si fuera poco, conocerá el amor y, como no pudiera ser de otro modo, éste resulta ser complicado; tendréis que leer la novela para saber cómo se resuelve todo.

La novela se estructura en capítulos sin numerar y con títulos de una extensión media. Es un narrador omnisciente quien nos va contando la historia con un estilo pulcro y cuidado pero fácil de leer. El libro es corto, poco más de doscientas páginas y resulta entretenido y de amena lectura.
Enlace: http://librosquehayqueleer-l..

La verdad es que no había oído hablar de esta autora pero en cuanto leí la sinopsis, supe que tenía que leerlo sí o sí. He de admitir que la portada también hizo que aumentaran mis ganas de leerlo, tengo debilidad por el invierno y la portada no podía ser más representativa.

Eleonora, Nora o «Pequeñita» pertenece a una familia de origen humilde, una de las fechas más importantes era el día de San Esteban, en época navideña. Su hermano, madre y ella querían visitar a su tío en ese día señalado y de paso poder saborear todos los manjares de la cena. Tras una vida llena de privaciones, la visita a su familiar era una oportunidad para sentir por un día lo que es tener el estómago lleno y no pasar frío. Pero las condiciones climatológicas no están de su parte, una tremenda ventisca acaba por hundir sus planes.

Pero Pequeñita no se rinde con facilidad, con ayuda del hielo y mucho ingenio acaba por llegar a su destino, dejando impresionados a los vecinos de Nygard, en especial a la mujer del párroco que acaba por incluirla en su servicio como compañía para su hijastra.

Digamos que la mujer del párroco no es quien dice ser, de puertas para fuera aparenta ser una mujer muy distinta del rol que asume en casa, el párroco no presta atención a la relación entre su mujer y su hija, pero Maja Lisa (hija del párroco) vive en un entorno hostil debido a su madrastra. Pequeñita pronto se da cuenta del ambiente enrarecido de la casa.

En la celebración de una amiga, Maja Lisa conoce a un forastero, desde el primer momento le llama la atención, y aquí comienza la búsqueda de la moneda de plata. Más tarde sus caminos se vuelven a cruzar y descubre la verdadera identidad del herrero-violinista y su trágico secreto.

Es una novela que se lee nada y engancha desde el principio, ambientada en la Suecia rural de 1800, recrea el cuento de Blancanieves en otro contexto y con otros personajes, y en algunas escenas también me ha recordado a Cenicienta. La autora se centra en el papel de Maja Lisa, cómo la joven busca tejer su propio destino, a pesar de las adversidades, para ella es importante cuidar de su padre a pesar de todas las ofensas y maltratos que recibe por parte de su madrastra.

La llegada del forastero acabará por sacudir su vida, acelerando aún más su propósito de ser dueña de su vida, luchando por sus creencias y apostando por ella.

La relación de amor crece de manera paulatina, pero a paso firme. La novela está catalogada con el sello «clásico», dada la época de la autora (1858-1940) pero también podemos hablar de un clean romance, así que no encontraréis escenas tórridas ni explícitas, son momentos muy puntales y "castos".

La autora también hace hincapié en el ámbito social, cómo es la vida en el campo y en qué zonas se podía vivir mejor o peor. También la figura del párroco como una persona con poder y prestigio, con posición social en el entorno rural.

Otro punto fuerte es el contexto, en pocas páginas consigue dar pinceladas del entorno histórico-económico de la Suecia de 1800 sin perder de vista la historia principal. Muy recomendable.

Este libro puedes verlo de dos maneras: la vida en una parroquia sueca, con el poder que debía tener un párroco no sólo a nivel espiritual si no también administrativo, o como una especie de cuento formado por muchos cuentos más cortos.Toda la historia tiene cierto tinte de magia y la protagonista, Maja Lisa, es una especie de Blancanieves. Cada capítulo es como un cuento que, unidos, llegan a ser un cuento más grande. Y quizás eso lo consigue la autora con ciertos toques de realismo mágico, metiendo a algunos personajes de la fantasía nórdica.

Selma Ottilia Lovisa Lagerlöf escribió La casa de Liljecrona en 1911; también fue la primera mujer en recibir el premio Nobel de Literatura (1909) «por su nivel de realismo, su vívida imaginación y la precepción espiritual que caracteriza sus escritos». También fue la primera mujer en formar parte de la Academia Sueca. Conocía desde niña los cuentos de hadas populares de Suecia y en ellos se inspiraría para escribir sus historias.
La casa de Liljecrona nos hace pensar en los cuentos de hadas que leímos de "pequeñitos" ambientados en una Suecia del S. XIX: una muchacha bondadosa, hija de un padre que las adora, pero casado en segundas nupcias con LA MADRASTRA (en mayúscula), una observadora atenta, un salvador. Odios, maltratos, rencores, la búsqueda de la felicidad. Todo ello contado de tal modo que la atmósfera fría de esa Suecia nos envolverá y nos transportará a un mundo real y mágico a la vez. Una lectura muy placentera.