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ISBN : 8498722195
635 páginas
Editorial: Zeta Bolsillo (01/07/2010)

Calificación promedio : 5/5 (sobre 1 calificaciones)
Resumen:
Suecia, finales del siglo XIX. En Nås, una aldea remota cuyos habitantes sobreviven en condiciones de extrema pobreza, un grupo de campesinos empujados por la fe decide establecer una comunidad religiosa en Palestina. Una novela coral que tiene como escenario un mundo de transición y como protagonistas a unos personajes que reflejan la dualidad del ser humano y que se debaten entre la esperanza y el miedo, la razón y la pasión.

Selma Lagerlöf fue la p... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (1) Añadir una crítica
Celia_0504
 18 March 2022
#RetoEdwardianspirit de la cuenta @victorianspiritsblog, premisa “Un Libro de una autora”.

No sabéis qué ilusión me hace poder haber llegado a hacer esta reseña. Mi historia con este libro viene de años atrás y es bastante significativa para mi. Y es que la ciudad de Jerusalén es uno de mis rincones preferidos de la tierra, me parece el lugar más fascinante del mundo, y he tenido la suerte de poder visitarla un par de veces (y espero que haya más oportunidades). Hace unos cinco años fue la última vez que tuve la oportunidad de poner un pie en tierra Santa. En esa ocasión me alojé con mi familia en un Hotel que anteriormente había sido una mansión palaciega, con unas increíbles vistas a la Ciudadela de David. Se trataba de uno de esos hoteles con aire añejo que a poco resultan encantadores para el visitante, pese a que no es estaba también acondicionado como lo estarían otros centros más modernos.No obstante, era un lugar increíble y no solo por sus vistas, también por la antigüedad que rezumaban sus salas y su decoración de siglos de antigüedad, y los mil y un detalles que te transportaban a otra época. Sin duda alguna, si tuviera que elegir un hotel para volver elegiría este entre todos. La cuestión es que nos alejaron en una habitación de dos pisos que se llamaba Selma Lagerlöf. Un nombre que no conocía de antes y no sabía qué relevancia tenía hasta que busque por Internet información sobre esta mujer (en una de las salas comunes, porque el Wi-Fi no iba bien en las habitaciones). Fue así como descubrí a esta completa desconocida, apenas tratada en la literatura hispánica. La cual, como me dijo el dueño del Hotel posteriormente, se había alojado en las habitaciones que ahora ocupaba yo con mi familia. Y que tiene el honor de haber sido la primera mujer en haber ganado un Nobel de literatura en la historia.

Ni que decir tiene, que me quede como con el nombre de esta mujer para buscar más información sobre ella cuando volviera a España. Y parece que mi destino era encontrarme con ella si o si. Porque justo en el viaje de vuelta, en la estación de trenes de Madrid cuando esperaba para coger él que iba a llevarme a mi ciudad me encontré con un puesto de venta de libros. Y ahí estaba, el nombre de la autora que había conocido por primera vez hacía solo unos días estampado en la portada del libro cuya escritura le había la había llevado a la capital de Israel. Donde había estado yo hacía solo unas horas alojada entre las mismas paredes que ella. Y encima el libro costaba menos de tres euros. ¿Cómo no iba a cogérmelo?

Desde entonces, siempre ha estado en mi lista de ternos pendientes. Lo he tenido muchas veces entre manos para empezarlo, y alguna vez me he leído las primeras páginas. Pero de alguna forma sentía que tenía que llegar el momento propicio para introducirme en esta novela y con su creadora. Y gracias al reto eduardiano creo que he encontrado este momento y he leído el libro en el momento perfecto para disfrutarlo tal y como se merece. Porque puedo asegurados que es una obra que merece la pena leerla. Y mucho.

Eso si, aviso para navegantes: no sé que puede salir de esta reseña, la obra me ha sorprendido tanto y me ha dicho tantas cosas que no sé ni que decir de ella. de hecho, he hecho algo que no me gusta mucho hacer.He encontrado un par de criticas en Internet en las cuales aparecían ideas sobre esta novela que yo había percibido a lo largo y ancho de su lectura, pero que me costaba mucho poder explicarlo con palabras. de ahí que muchas veces haya escrito con mis propias palabras algunas de estas ideas que aparecen en ellas (algunas, no todas, por supuesto). Son dos reseñas muy buenas y me parece de justicia explicar cómo me han influido y ayudado para escribir esta critica, que me ha parecido tan compleja de realizar.

Basada en hechos reales, la novela empieza en un pueblo campesino de la región sueca de Dalecarlia, zona muy importante del sentir y la cultura del país. En dicho lugar, sus habitantes llevan una vida dura trabajando arduamente la tierra, pero les sostiene los lazos que hay entre vecinos y su fe inquebrantable en dios. Entre ellos destaca la familia Ingmarsson, cuyos miembros no son los más ricos y apuestos del lugar, pero son muy respetados y hasta las familias más pudientes quieren emparentar con ellos, porque se considera que siempre hacen lo que Dios ve más conveniente, y por eso cuentan con su gracia. Todos sus cabezas de familia llevan siempre el nombre de Ingmar Ingmarsson, y, como curiosidad, hay que señalar que el prólogo de la obra que nos ocupa, en el cual conoceremos la desgracia en la que se fragua el matrimonio de los padres del protagonista de la historia principal, fue sacado por la autora de un escrito previo suyo, ya que consideró que no iba a idear otra saga familiar mejor construida que esta.

A partir de este planteamiento, conoceremos las desgracias que van a ir aconteciendo a los Ingmarsson de la finca Ingmarsgården, y la manera en que la vida de la comunidad cambia con la llegada de Hellgum, un hombre en torno al cual se crea un movimiento religioso en el que se defiende la bondad, el compañerismo y el amor al prójimo como medios para llegar a Dios y traer a la tierra su reino. Y así el destino de los habitantes del pueblo acabara por unirse a un acontecimiento previo, el hundimiento del vapor L'Univers. Y es que varios de los supervivientes de dicha tragedia escuchan la llamada de dios, que les anima a crear una comunidad en Jerusalén cuyos integrantes vivirán en paz y armonía entre ellos y con el prójimo. La conexión entre los dos sucesos no tardará en ejecutarse, dando pie a que muchos de los habitantes del pueblo sientan la llamada de dios y decidan emigrar hacia Jerusalén para unirse a dicha comunidad de los Gordonistas (nombre que se le está informalmente porque fue fundada por una de las supervivientes del naufragio antes mencionado y que se apellida Gordon) y llevar una vida acorde con las enseñanzas de Cristo, dejando atrás a sus familias y a todo lo que han conocido siempre.

Creo que con solo leerlo, podréis notar lo muchísimo que me ha costado hacer simplemente el resumen. Y a partir de ahí podéis imaginaros cuánto me ha costado hacer esta reseña, no os voy a engañar. Porque ¿como se puede definir la complejidad de lo que aparentemente es simple? Porque eso es “Jerusalén, una historia sencilla en argumento y prosa, pero en la que rápidamente se advierte una enorme complejidad que acaba por arrastrar al lector al mundo interior y religioso de sus personajes y a sus complejas y profundamente humanas personalidades. Es una obra difícil de clasificar, inscrita entre la novela naturalista, el realismo mágico, la saga familiar y la búsqueda religiosa. Lagerlöf no se limita a crear una historia en la que la religión tiene un peso fundamental y una familia es su columna vertebral. Crea algo más que eso, algo que es muchísimo más que eso. Crea una epopeya sobre la humanidad, en la que tienen cabida todos los sentimientos y todos los hechos vitales y relevantes que conlleva a ser humano y existir. “Jerusalén” está ambientada en la ciudad de este nombre y en un parte concreta de Suecia, pero si hubiera estado ubicada en España, en África o en China hubiera dado igual. Porque lo que cuenta es algo intrínseco del ser humano, algo imperecedero y eterno, y que todos conocemos. “Jerusalén” es como la vida misma, tan difícil de vivir en el momento, pero al final más sencillo de lo que parecía a simple vista.

La primera parte de la novela (publicada en 1901 como libro independiente) tiene lugar en Dalecarlia, mientras que en la segunda (publicada al año siguiente) nos moveremos entre Jerusalén y Suecia, es decir, veremos que pasa tanto a quienes se fueron como a quienes se quedaron atrás. Esta segunda parte empieza con la descripción del hundimiento del transatlántico antes mencionado, que se convierte en el detonante de toda la acción principal de la obra. Esta estructura me ha parecido muy interesante e innovadora para la época en que la obra fue escrita. Deja al lector con la sensación de que todo lo que ha leído hasta ahora es un mero aperitivo. Y sobre todo de que no puede dar nada por hecho, en cualquier momento aparecen sucesos y personajes que dan otro aire a la narración (que es exactamente lo que ocurre). Da pie a que los personajes puedan desarrollarse de una forma muy orgánica y creíble, a que el lector descubre que pese a la sencillez de sus ideales, y la parquedad es su forma de ser, son mucho más complejos de lo que aparentan a simple vista o de lo que incluso ellos pueden intuir. Y permite que esa complejidad aparezca al lector de una forma realista y significativa para el o ella.

De todas formas, tengo que decir que la segunda parte ha tenido pequeños flecos que han hecho que esta lectura no sea todo lo redonda que prometían sus primeras páginas para mí. Lo cual no equivale a que esta parte desmerezca para nada de la primera. Simplemente, creo que la autora que hay demasiado en el romanticismo de folletín y que hay algunas escenas que me han resultado especialmente pesadas de leer. Pero aún así, intercaladas con ellas ha habido momentos en las que la pluma de Lagerlöf logra salvar los muebles totalmente. Y creo que es lo único negativo que puedo decir de esta magnífica lectura, así que tampoco me parecen que sean errores especialmente tremendos.

Si algo me ha sorprendido mucho en esta lectura ha sido su pulso narrativo. El ritmo es pausado y sereno prácticamente todo el rato, Lagerlöf se toma su tiempo para narrar. Pero esa serenidad tiene sentido con la espiritualidad que impregna toda la obra. Hace que sea fácil aceptar muchas de las cosas que suceden, y que los elementos más fantasiosos tengan todo el sentido y casen bien con la trama. Y que la autora no se ahorre casi doscientas páginas para introducir al lector en su historia y sus personajes. Y lo hace de una forma tan magistral que todo fluye perfectamente, con la serenidad y ligereza del mecanismo de un reloj, y aquel que lee se lo traga todo sin pestañear. de hecho, está encantado y maravillado, por la forma tan nítida y especial que tiene para crear ese microcosmos rural, en el que sus habitantes sufren a lo largo de sus páginas por una serie de conflictos internos con los que todos podemos sentirnos identificados en algún momento, sobre las lealtades, la familia, el amor y Dios. Estos conflictos resultan crueles en muchas ocasiones por como les llevan hacia extremos insospechados y como muchas veces suponen para ellos y para otros autenticas traiciones, y por la forma en que trastocan sus vidas y terminan por definirlos a ellos y a todos sus conocidos.

En ese sentido, tengo que reconocer que esta novela me ha recordado a otra que a primera vista no tiene nada que ver, la celebre “Middlemarch” de George Eliot, un libro en el que su autora nos presenta con pulso lento, pero firme y seguro, un fresco nítido, realista y vivido que es una ciudad de provincias que envuelve, totalmente al lector, en la que conviven diferentes familias y personajes de distinta posición social y suerte monetaria, donde la trama es una tela de araña en la que todo está interconectado, lo que suceda a alguno de sus participantes acaba por afectar al resto. Y también me ha recordado mucho a otra genial y conocidísima obra esencial de la literatura universal, esa maravilla increíble que es “Cien Años de Soledad” de Garcia Márquez. La leí el año pasado y en ella mencione que ningún escritor había sido tan Dios en su trabajo como Gabo en este caso. Pero hay que decir que Lagerlöf no le va para nada a la zaga. La epopeya del Ingmar Ingmarsson de turno y sus familiares y vecinos quizás no tenga nada de grandioso o heroico, y los elementos de realismo mágico en ella no sean tan poderosos como en la obra latinoamericana . Pero es la epopeya del hombre pequeño y corriente que solo tiene su propio honor e integridad para moverse en el mundo, y que debe enfrentarse a sus pecados y errores, a los problemas y a las pasiones que le desgarran el corazón y dirigen sus existencias para bien y para mal. Es el mito de como ellos deben buscar y tratar de hacer aquello que creen correcto mientras sienten la mirada de Dios sobre ellos en todo momento.

Y es que Dios es una pieza central de este juego. Su búsqueda y el miedo que genera, la necesidad de que sea una fuente de consuelo e iluminación marca los tempos de los personajes y sus decisiones. Y al mismo tiempo es lo que les lleva, muchas veces, a decepciones y equívocos, a lo peor de si mismos. Con la inmigración hacia Jerusalén aparecen las sombras y dudas de muchos de ellos, al ver que su aventura no da los frutos esperados y se siente como náufragos en una ciudad de costumbres raras para ellos y cuyos habitantes les son hostiles, con un clima que les hace enfermar, y que no es para nada el lugar idílico de cristal y oro del que hablan las sagradas escrituras y los cuadros, si no un lugar muchas veces sucio y empobrecido. Dios no está en un desconocido cualquiera, y su reino no parece más cercano en Israel que en Suecia. Se le va encontrando en uno mismo, en el trabajo y en una religiosidad más realista y humilde, alejada de visiones, voces divinas y apocalipsis. La propia Jerusalén es un mito que se desmitifica por si mismo, y gracias a eso muchos de los peregrinos, tras una odisea personal y emocional muchas veces cruel, se encuentran a si mismos y con ellos la paz. Y creo que esto le llega al lector porque la autora evita emitir juicios, no se ataca ningún tipo de sentir religioso. Todo es valido mientras no de dañe a otros, ella sabe tanto donde está Dios como sus personajes.

La obra no se hace para nada difícil o pesada de leer, pese a sus más de seiscientas páginas y a las muchas cosas que suceden en ella. Lagerlöf debería dar clases de como hacer que un argumento fluya con ligereza, sin forzar nada y sin necesidad de artificios y grandes efectos. Creo que uno de los puntos fuertes de esta lectura es la prosa de Lagerlöf, sencilla, claro y ágil, impregnada de una vivacidad que logra que el lector se implique en lo que lee y que hace que la experiencia sea muy amena. Su pluma es muy directa , al igual que su estilo, y con una gran economía de medios logra un trabajo muy lírico y hondo. Pero aún así tiene el don de hacer una obra llena de detalle, en la que no se da puntada sin hilo. Todo tiene su porque y todo está interconectado entre si. Y todo con un cuidado y una nitidez sublime, con un sentido poético lleno de gran belleza y al que es muy fácil llegar mientras se lee. No dedica mucho tiempo a las descripciones, pero aún así logra transportarte desde la región de Dalecarlia, con su exuberante vegetación, su bosque umbrío y su río indómito y profundo; hasta una Jerusalén polvorienta y yerma, con un clima tan caliente que enferma y un sol inmisericorde que cae plomizo y se mete en el cuerpo y en el cerebro. Y por ello todo lo escrito se vuelve real y cercano, palpable. Como la vida misma.

En fin, para acabar, solo puedo recomendar encarecidamente “Jerusalén”. Es una odisea sobre el amor hacia la tierra, la añoranza, el tratar de hacer lo correcto, la espiritualidad, el deber y las grandes pasiones del ser humano. Es una pena, y una absoluta injusticia que esta obra y su autora hayan sido tan olvidadas por el mercado español. Desde luego, la primera mujer ganadora de un Nobel se merece mucho más reconocimiento. A mí me ha quedado plenamente claro con esta lectura, tan especial y diferente a todo lo que leído, pese a su simplicidad y al hecho que trata temas que pueden parecer muy comunes. Es una lectura que de algún modo, sin giros espectaculares (lo que no quita para que haya escenas bastante dramáticas y duras), logra alcanzar al lector Y atraparle. Siempre que leo por primera vez a un autor que me gusta mucho digo que quiero seguir leyendo más sobre él. Pero en este caso juro que va a ser así, me ha gustado mucho lo que he conocido de esta autora. Tengo mucha curiosidad por ver la película que hay sobre ella de los años 90. Me parece un libro muy difícil de adaptar a un guion y tengo curiosidad por ver cómo se ha hecho, aunque tengo que reconocer que no tengo muchas expectativas respecto a ello. Pero quién sabe, quizás me sorprenda lo que vea.
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Video de Selma Lagerlöf (1) Ver másAñadir vídeo
Vidéo de Selma Lagerlöf
16/6/2020. La escritora boliviana Liliana Colanzi nos habla sobre literatura y sobre las letras hispanoamericanas en una situación de crisis sanitaria y social a nivel mundial. “La ciencia ficción tiene mucho que ver con nuestros deseos y miedos más profundos”, confiesa la autora. Además, para la lectura recomienda cuentos de la infancia: Queridos monstruos, de Elsa Bornemann, y El maravilloso viaje de Nils Holgersson, de Selma Lagerlöf.
Hace además un ejercicio de reflexión sobre la situación actual: “Leer nos hace ser conscientes de que la humanidad ha pasado ya por situaciones como esta y que podemos aprender de su potencial revolucionario”.
Liliana Colanzi (Bolivia, 1981). Publicó los libros de cuentos Vacaciones permanentes (2010) y Nuestro mundo muerto (2016), y editó La desobediencia, antología de ensayo feminista (2019). Ganó el premio de literatura Aura Estrada, México, 2015. Fue seleccionada entre los 39 mejores escritores latinoamericanos menores de 40 años por el Hay Festival, Bogotá39-2017. Vive en Ithaca, Nueva York, y enseña literatura latinoamericana en la universidad de Cornell.
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