Desde su llegada, más de una vez había acabado oculta en recovecos oscuros para observarlo entrenar con los otros guardias. Aparte de las sesiones semanales del Consejo de la Ciudad que se celebraban en el Gran Salón, esas eran las únicas ocasiones en que lo veía. Mi interés podía deberse solo a que Hawke era... bueno, era bello. |