¿Y qué opinaba yo de la verdad? Que a menudo podía ser aterradora, sí. Pero con la verdad venía el poder.
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¿Y qué opinaba yo de la verdad? Que a menudo podía ser aterradora, sí. Pero con la verdad venía el poder.
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El miedo y el valor a menudo son la misma cosa. Te convierten en una guerrera o en una cobarde. La única diferencia es la persona que reside en el interior.
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Cuando pensaba en cómo creía tener derecho a tocarme, me entraban ganas de arrancarme mi propia piel.
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Algunas verdades no hacen nada más que destruir y estropear lo que no son capaces de borrar. Las verdades no siempre liberan a la persona. Solo un tonto al que han alimentado toda la vida con mentiras creerá eso.
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Nada es simple nunca. Y cuando lo es, rara vez merece la pena.
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El miedo y el valor a menudo son la misma cosa. Te convierten en una guerrera o en una cobarde. La única diferencia es la persona que reside en el interior.
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La muerte es como una vieja amiga que viene de visita, a veces cuando menos se la espera y otras cuando la esperas. No es la primera ni la última vez que vendrá de visita, pero eso no hace que ninguna muerte sea menos dura o despiadada.
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¿Pureza? Odiaba esa palabra, el significado que se ocultaba tras ella. Como si mi virginidad determinara mi bondad. Como si su presencia o falta de presencia fuera de algún modo más importante que los centenares de elecciones que hacía cada día. |
No me importa si pega como un ratoncito, este mundo está jodido si alguien encuentra que eso es aceptable.
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¿No era eso lo que significaba vivir? Dar más de un sorbito aquí y un bocadito allá. Se trataba de tragar y engullir todo lo que pudieras.
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¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?