Amarrar el amor al sexo ha sido una de las ocurrencias más extravagantes del Creador.
|
Amarrar el amor al sexo ha sido una de las ocurrencias más extravagantes del Creador.
|
Es precisamente esa frontera (la frontera tras la cual termina mi yo), la que me atrae.
|
El carácter único del "yo" se esconde precisamente en lo que hay de inimaginable en el hombre.
|
¿Cómo es posible que alguien que estime tan poco a la gente dependa tanto de su opinión?
|
Se alegran de que la inflación de cobardía trivialice su actitud y les devuelva el honor perdido.
|
¿Es inocente el hombre cuando no sabe?, ¿un idiota que ocupa el trono está libre de toda culpa sólo por ser idiota?
|
La gente, en su mayoría, huye de sus penas hacia el futuro. Se imaginan, en el correr del tiempo, una línea más allá de la cual sus penas actuales dejarán de existir.
|
Así es el momento en que nace el amor: la mujer no puede resistirse a la voz que llama a su alma asustada; el hombre no puede resistirse a la mujer cuya alma es sensible a su voz.
|
No entendía por qué los muertos querían tener encima estas imitaciones de palacios. Aquel cementerio era la soberbia convertida en piedra. En lugar de haberse vuelto más razonables después de muertos, los habitantes del cementerio eran aún más necios que cuando vivían. Exhibían su importancia en esos monumentos. Los que descansaban ahí no eran padres, hermanos, hijos o abuelitas, sino dignatarios y hombres públicos, portadores de títulos, distinciones y honores; hasta los empleados de correos exponían aquí a la admiración pública su posición, su importancia social.
|
¿Que el amor es un combate? No tengo el menor deseo de combatir.
|
Son considerados los padres de la filosofía occidental: