—Cállate. —… y tú crece de una vez… Resonó la risa y las sombras sonrieron. —Nunca. |
—Cállate. —… y tú crece de una vez… Resonó la risa y las sombras sonrieron. —Nunca. |
—… la piedad es una debilidad que puede usarse en tu contra (...)
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Pero esta iglesia está diseñada para volverme fría. Así que aferrarme a la parte de mí que aún puede sentir piedad se vuelve más importante con cada giro que pasa.
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—… quienes meten las narices en los asuntos de los demás suelen perderlas… —Llámalo curiosidad. —… ya sabes lo que le hizo al gato… |
Nunca te inmutes. Nunca temas. Y nunca, nunca lo olvides.
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Tienes el aspecto de una chica que no es ajena a la página. Puedo decir. Tienes palabras en tu alma.
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Demasiados libros. Muy pocos siglos.
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«Si no puedes hacer daño a quienes te lo hicieron, a veces basta con hacérselo a cualquiera.»
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(...) la miró y aquellos ojos nacidos para refunfuñar se suavizaron en las comisuras.
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A veces la debilidad es un arma, si eres lo bastante lista como para usarla.
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¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?