La milla verde

Creo que si uno no recuerda quién le ha hecho daño, puede dormir mejor por las noches.

Si quiere que le sea franco, jefe, nunca he sabido mucho de nada.

Es curioso cómo el sufrimiento marca nuestras caras y nos hace semejantes.

No es preciso saber qué ha hecho un hombre para alimentarlo y cuidarlo hasta que le llega la hora de saldar sus deudas.

La gente siempre hace bromas acerca de las cosas que le asustan pero no puede controlar.

A todos nos llega el final; sé que no hay excepciones. Sin embargo, Dios mío, a veces la milla verde parece tan larga...

El mundo gira y así son las cosas. Uno puede resignarse y girar con él o levantarse para protestar y seguir girando de todos modos.

El tiempo se lo lleva todo, quieras o no.

Sonreía con desprecio, como si me odiara. ¿Por qué? No lo sé. A veces no hay una razón, y eso es lo más terrible.

Incluso un reloj roto da la hora correcta dos veces al día.