Tú y yo, invencibles

La admiración es el abono del que se nutre una buena relación

Me hizo sonreír y pensar, las dos mejores cosas que alguien te puede regalar de forma altruista

Quiero abrirte el pecho y ver qué tienes dentro

Porque te hará reír hasta que te vuelvaa adicta a ese golpe de felicidad

"A los quince años una todavía no es capaz de comprender el amor, es tan complejo como un rompecabezas interminable."

Porque te hará reír hasta que te vuelvas adicta a ese golpe de felicidad. Y notarás la complicidad; le mirarás, te mirará y los dos os entenderéis sin palabras.

Si uno se para a pensarlo, no creo que los jóvenes de los ochenta y los de hoy en día sean muy distintos: es fácil sentirse invencible y, todavía más, perderte en este mundo acelerado e incierto. Recordar las fragilidades de ayer fortalece nuestro presente.

Quería reflejar que la piel sigue siendo la piel, erizándose ante una caricia. Y la belleza sigue siendo belleza, aunque no consista en una piel inmaculada. El tiempo erosiona, pero no cambia la naturaleza de lo que somos. Ahí está la clave.

Los ochenta fueron devastadores por culpa de las drogas, el sida y los accidentes de tráfico.

Por eso siempre fue mi persona favorita. Porque no la habían educado para ser abierta, tolerante y moderna, pero aún así encontró la manera de ser todo eso y de reinventarse durante sus últimos años de vida.