Tú y yo, invencibles

¿Debemos tomar un desvío ante los tropiezos o aprender de ellos e intentar seguir hacia adelante?

La mentira es escurridiza como una serpiente, su lengua bífida podría considerarse un símbolo de esa dualidad y la rotura de algo que antes estaba unido.

, le pregunté al salir de la última consulta mientras me acompañaba a la parada del autobús. Y Lucas me contestó:.

Las malas personas nunca sospechan que lo son, ahí reside precisamente su peligro

Antes era así: si tu madre te decía que hicieses un recado, lo hacías y punto; si tu padre te pedía que te callases, no sé te ocurría volver a abrir la boca. Las normas eran claras, a prueba de tontos.

Aquel acto de amor hacia mi propio cuerpo me alejaba de él.

Me sentía como un pájaro que volaba libre hacia su destino. Pero entonces apareció una flecha de la nada y, ¡pum!, se clavó hasta el fondo en el pequeño corazón. Ya no hubo manera de sacarla de ahí.

Supe que era peligrosa cuando comprendí que estaba dispuesto a hacer lo que fuera para conseguir que volviese a curvar los labios así.

Porque te hará reír hasta que te vuelvas adicta a ese golpe de felicidad. Y notarás la complicidad; le mirarás, te mirará y los dos os entendereis sin palabras

No pediría permiso a nadie para coger lo que me correspondía: mi libertad.