Antes de que se enfríe el café

"Antes de que se enfríe el café" es una novela que, a primera vista, promete una intrigante mezcla de romance, nostalgia y la posibilidad de cambiar el pasado. La premisa de una pequeña cafetería en Tokio que permite a sus clientes viajar en el tiempo al pasado es fascinante y sugiere un enfoque original para explorar temas como el amor, las oportunidades perdidas y la esperanza en el futuro.

Aunque me pareció una trama atractiva la ejecución se me quedó muy plana.

Antes de que se enfríe el café seguro que te lees este libro, ya que consta de cuatro relatos llenos de amor, recuerdos, tristeza y ternura, que hará que te lo leas de un suspiro.

Otra cosa no, pero este libro me ha emocionado a cada relato contado llegando a su culmen con 'Marido y mujer'. Tratando temas como las enfermedades, la muerte, la esperanza y el perdón, este libro parecía que iba a ser Feel Good y no ha sido del todo así, ya que deja al lector con un sabor agridulce con la antítesis constante entre la "mala fortuna" y la esperanza.

Por otro lado, la narración omnisciente me ha parecido que se hacia un tanto repetitiva ya que por ejemplo se nos cuentan las reglas de los viajes en el tiempo en cada relato, cuando el lector es lo primero que ha leído en las primeras páginas; o las situaciones de los viajes en el tiempo de cada personaje, que se recapitulan en cada relato a pesar de que lector ya las conoce.

Antes de que se enfríe el café ha sido una lectura que a pesar de tratar temas complejos y duros, se hace amena por la manera en la que está narrada. He pasado por la alegría, la tristeza, la sorpresa y la ternura más pura. Sin duda un libro que recomiendo para hacer un viaje completamente diferente antes de que se enfríe el café.

Tenía ganas de leerme este libro porque me daba la sensación de que iba a ser tierno y lleno de enseñanzas que podría aplicar en la vida diaria.
Ha sido un poco agridulce.
Veréis, según cuenta la leyenda, existe una cafetería en Tokio que tiene un secreto particular, y es que si te sientas en una silla concreta mientras te tomas un café, puedes volver al pasado. Siguiendo una serie de reglas, cada una más engorrosa que la anterior; puedes reunirte con otra persona que haya estado mínimo una vez en esa cafetería. Acompañado de otras normas como no poder levantarse de la silla porque te devolvería al presente de golpe, no obligar por la fuerza a la fantasma que siempre está sentada ahí (es decir, que tienes que esperar a que se levante para ir al baño, gracioso fue el dato que me dieron que los fantasmas sí mean jaja) y tristemente (en la mayoría de los casos) hagas lo que hagas, digas lo que digas en el viaje al pasado, el presente no cambiará una vez te termines el café antes de que se enfríe.
Parece todo puesto en contra y hace que mucha gente se replanté su necesidad brusca de viajar al pasado, ya sea por arreglar una disputa, cumplir con una promesa, reunirse con alguien... A simple vista no compensa mucho viajar al pasado, y para colmo solo puede hacerse ese viaje una vez, lo cual hace que se te quiten incluso más las ganas.
Porque si el presente no cambia, qué sentido tiene viajar al pasado.
He de decir que un viaje al pasado no entraría dentro de mis fantasías o ilusiones por la pega de no alterar el presente. Pero aunque este no cambie, las personas que viajan sí, y eso es lo que me ha gustado del libro.
Ha sido una lectura tierna, llena de sabores agridulces pero de lo que creo que ha pecado el autor Kawaguchi es de repetir las reglas de la cafetería demasiadas veces. Entiendo que Kazu (la que se encarga de servir el café a esos clientes que quieren viajar) les explique en detalle cómo funcionan las reglas, pero el narrador omnisciente no tiene la necesidad de recordarlas cada cuatro páginas.
Se me hizo un poco repetitivo y me daba la sensación de que el libro se quedaría en menos páginas sin tanto relleno.
A pesar de ello y contra todo pronóstico (aunque a mitad del libro ya me iba oliendo quién era la niña con cola de caballo y pinza roja) el último capítulo de los cuatro que hay me ha dejado con el corazón muy vulnerable y se me han humedecido los ojos, no al punto de llorar; pero ha sido un capítulo maravilloso y que da un sentido totalmente diferente a la famosa silla de la cafetería.
Novios
Marido y mujer (ha sido demoledor por lo real que lo hizo parecer, mis felicitaciones al autor)
Hermanas
Madre e hija (el mejor capítulo para acabar la obra, sencillamente maravilloso)
Una silla
Un café
Un viaje que cambia el presente pero no lo cambia a la vez, paradójico pero quien haya leído el libro pensará igual.
Recomiendo este libro cuando quieras tomar un descanso, acurrucarte en tu cama (o donde sea que esté uno cómodo/a/e), tomarte un té o café y disfrutar de esta suave novela cozy que solo tiene una gotita (nunca mejor dicho) de fantasía pero los problemas cotidianos. Además hace poco me enteré que este es el primero de cuatro (que yo haya visto). Yo creía que los que tenía son autoconclusivos, pero resulta que son una continuación. Es un dato importante que hay que tener muy en cuenta. Espero que el segundo libro no tenga la misma cantidad de relleno que el primero y gane más desarrollo de narrativa. Pero, mientras tanto...
Dime, ¿quieres un café? Pues tómatelo, antes de que se enfríe.

Creo que todos, en algún momento de nuestra vida, hemos querido regresar al pasado, para hacer algo diferente, para cambiar. Sin embargo, sabemos que eso no puede ser, pues un pequeño cambio podría alterar inefablemente el presente. Por ese motivo, el autor nos da una oportunidad, es posible volver al pasado y encontrarte con aquella persona, una oportunidad para verle, y probablemente decirle eso que no supimos hacer, o bien, darle una alternativa. Eso sí, sin importar lo que hagas el presente no cambiará.

Esto sucede en un pequeño sótano de Tokio, donde hay una cafetería especial, si te sientas en un lugar particular y cumples una serie de reglas estrictas, podrás viajar en el tiempo y cumplir con el propósito autoimpuesto, eso sí, debes hacerlo antes de que se enfríe el café.

En la novela encontramos cuatro historias que se entrelazan entre quienes administran el café y quienes lo visitan, creando entre ellos una amistad y un sentir de ser familia que sin duda va a trascender el tiempo. Un libro que todos deben leer para sentir y reflexionar.

Es un libro muy bonito, te dura un suspiro. Delicado, bien escrito, te deja los sentimientos a flor de piel. Cuatro historias conmovedoras de cuatro clientes de un café y sus conocidos. No es el libro de mi vida pero me ha parecido precioso. Totalmente recomendable si quieres olvidarte de las prisas del dia a día, disfrutar de una lectura pausada y aprender cómo se vive la vida de otra forma, con máximo respeto y fijándose en los pequeños detalles.

Antes de que se enfríe el café nos cuenta cuatro historias nostálgicas que suceden en la cafetería Funikuri,Funikura ubicada en Japón.
Este sitio es especial ya que circula el mito de que si vas a esta cafeteria a tomar un café tienes la oportunidad de viajar al pasado siempre que te sientes en el sitio concreto.Pero si estás decidido a hacerlo tienes que cumplir ciertas reglas.
Son cuatro historias diferentes en las cuáles cuatro clientes se atreverán a embarcarse en la aventura de viajar al pasado por motivos diferentes y tener la oportunidad de reencontrarse con esa persona especial para ellos una última vez.
El libro cuenta con una adaptación cinematográfica por si la queréis buscar.
Si este libro os gusto,podéis leer la segunda parte que se titula "La felicidad cabe en una taza de café"

Una mesa, un café y una decisión. Eso es todo lo que hace falta para ser feliz.
Una novela sobre el amor, el tiempo perdido y las oportunidades que están por llegar.
En este libro se centra en 4 historias , donde te puede transportar al pasado pero cumpliendo unas normas. Si te tomas un cafe frio te transporta al pasado.
Me gustaron los personajes tan idiosincráticos y su amable sentido del humor, que se deja entrever de vez en cuando. Si estás buscando una lectura breve y diferente, este es tu libro.
Una novela que te deja con mucho en lo que pensar.

Un rumor circula por Tokio... Oculta en uno de sus callejones hay una pequeña cafetería que merece la pena visitar no solo por su excelente café, sino también porque, si eliges bien la silla donde sentarte, puedes regresar al pasado.
Nos encontramos con 4 relatos en la que los personajes están relacionados entre sí. La ambientación es increíble, me sentí como si pudiera ver la cafetería.
Los personajes están desarrollados lo justo para entender los relatos.
Se tratan temas como el duelo, las segundas oportunidades, el tiempo perdido y lo hace de una manera que emociona.
Si tengo que poner una pega es que durante los relatos se repiten mucho las normas de los viajes. Lo recomiendo mucho.

Nagare, Kei y Kazu manejan una cafetería muy peculiar, todo el mundo sabe que ahí se puede viajar en el tiempo, como en todo...hay reglas. El libro nos narra 4 historias en las que los protagonistas deben enfrentarse a la difícil decisión ...si pudieras cambiar el pasado o futuro lo harías?. Lleno de reflexiones y de momentos muy emotivos nos ayuda a reflexionar sobre nuestra perspectiva de la vida. Con un final que te deja meditando es ideal para pasar un buen rato pero aparte te deja una gran lección.

Vaya, no ha sido una buena lectura.

Supongo que las expectativas han jugado conmigo porque no me ha gustado, simplemente. En su momento, este libro estaba por todas partes, todo el mundo lo leía. Reconozco la originalidad de escribir sobre una cafetería donde puedas regresar al pasado, mientras te tomas un café aún humeante, sabiendo que cuando se enfríe tendrás que volver al presente. Ok, es genial, es cozy, es bonito. Pero sinceramente, la historia está mal contada, se hace pesado repetir cuatro veces cómo funciona esto de ir atrás en el tiempo porque son cuatro historias de cuatro personas que hacen el viaje.

Lamentablemente esta edición tiene además muchas erratas, incluso del tipo que confunden los nombres de los personajes. En fin, nada. Un chasco pero no abandoné la lectura aún así, tiene cierta magia.

Me parece que es un buen libro para crear una película de animación, poniendo todos los detalles del establecimiento, creando todos y cada uno de estos personajes con cariño, tipo Ghibli.

Una libro que pasa sin pena ni gloria por mis estanterías.