La biblioteca de los susurros

Reseña en IG @angela.lectoravoraz

La pequeña Dora tiene miedo del silencio porque cada vez que este entra en su ruidosa casa junto al río significa que algo malo ha sucedido. Hasta que conoce al abogado Ferro y, entonces descubre otro tipo de silencio que no le aterra y que; sin embargo, le sirve de refugio: el silencio de los lectores.

Leer este libro es como un viaje lleno de emociones. Acompañaremos a Dora a lo largo de los años desde que es una niña hasta que se hace adulta. Son tantos los sentimientos que transmite está historia que es difícil poder expresarlas en palabras.

La autora ha puesto tanto cariño en crear a unos personajes tan entrañables que los ha hecho imperecederos; es imposible que haya mejor personaje que el señor Ferro, una fuente inagotable de sabiduría y buenos consejos, y la tía abuela Dorina, una mujer a la que he adorado junto a sus peculiaridades.

Ese mismo cariño ha puesto en transmitir el amor por los libros. Cuando Dora encuentra que el silencio de los lectores no es uno al que se deba temer porque entiende que los lectores nunca estamos solos, nos acompañan las voces de los personajes de las historias que leemos. El libro está lleno de referencias literarias según el momento en que nos encontremos de nuestra vida o en función de lo que sentimos, aparecen autores como: Jane Austen, L. M. Montgomery...

Creo que es de los libros que mejor escrito está de los que he leído. Cada fragmento está hecho para no pasar desapercibido y sumirte en una interesante reflexión. Nos habla de la infancia desde el punto de vista de una niña que ve como su vida pasa ante sus ojos mientras otros deciden por ella. de la adolescencia cuando buscamos encajar desesperadamente y como eso a veces nos lleva a perdernos a nosotros mismo. Y también nos habla de la importancia de la familia.

Tiene pequeñas dosis de realismo mágico que han vuelto aún más especial la historia.

En cuanto al ritmo no es especialmente ágil —está es la única pega que puedo ponerle—, más bien es de esas lecturas para leer con calma. Los capítulos son cortitos y eso sumado a como la historia logra cautivarte, hace que no se haga aburrida ni pesada en ningún momento.

Lo recomiendo si gustan las historias con unos personajes inolvidables, que profecen un gran amor por los libros y sobre la importancia de la familia y encontrar nuestro lugar en mundo.

Empecé esta lectura con ganas de que me gustase, ese puntito de realismo mágico que tiene todo el libro era un plus para mí.
La historia de la familia y la casa donde viven junto a ese río que casi habla con sus habitantes, la capacidad de escuchar a los muertos de dos de sus miembros y alguna que otra sorpresa van transcurriendo muy lentamente, demasiado, no conseguí encontrar ese hilo del que poder seguir la historia con interés, la encontré monótona y lo peor es que no había nada que me motivase a seguir leyendo, no consiguió que quisiese saber cómo les iba a ir a los protas.

Hoy vengo con “La biblioteca de los susurros”, la tercera novela de Desy Icardi que pertenece a una pentalogía dedicada a los sentidos. Esta entrega está dedicada al sentido del oído y las dos anteriores al olfato (“El aroma de los libros”) y al tacto (La chica de la máquina de escribir). Desde ya os confirmo que también los leeré, al igual que espero leer los dedicados a la vista y al gusto cuando se publiquen.

Es cierto que no he entrado en la novela “de golpe”, ha sido un ir poco a poco hasta que al final me encontré habitando en la casa sobre el río Dora, un hogar lleno de ruidos y sonidos cotidianos al que solo alcanza el silencio cuando la tía Catlina ronda con su presencia hasta que alguien muere y es que sí, este libro y me imagino que los anteriores, tiene un puntito de realismo mágico que me ha parecido muy interesante y acertado y que también tiene que ver con esos “susurros” que Dora, la protagonista que comparte nombre con el río y su tía abuela Dorina, son capaces de ver y oír.

Para refugiarse de esos silencios tan intensos, que casi se escuchan, Dora y su primo Fluvio visitan cada día la biblioteca y allí, la niña descubrirá que el silencio a veces también es bueno, sereno, y que los "susurros" no siempre conllevan dolor.

En esa maravillosa biblioteca también conocerá al abogado Ferro, “lector centenario”, que es un personaje que ha dedicado su vida a la lectura y que se encuentra a un paso de la otra vida. Me ha encantado este longevo lector, sobre todo su generosidad para compartir con otros lectores todo lo que los libros le han enseñado a lo largo de su vida y que decide convertirse en el mentor de la niña para guiarla en el camino hacia el placer de la lectura y ¡qué importante será este hombre en su vida!, y cuánto aprenderá de él a lo largo de los años a través de esas maravillosas listas de libros.

También la tía abuela Dorina es un personaje adorable, una mujer sabia y generosa sin medida que aunque está algo sorda para los ruidos terrenales, sabe escuchar otros sonidos ajenos al resto de su familia.

En esta novela veremos crecer a Dora, adaptarse a los cambios que se van produciendo en su familia, aunque ella no siempre entenderá las decisiones que toman sus mayores, pero siempre le quedará el refugio de los libros, títulos que parecen llegar en cada etapa de su vida en el momento adecuado, como si el “lector centenario” fuera capaz de adivinar su futuro.

Me ha gustado mucho esta novela, la verdad. al principio no lo veía claro, pero cuando he conectado con ella ha sido perfecto. Me ha gustado cómo está escrita, de forma sencilla, ligera... Me han gustado los personajes, me ha gustado la casa sobre el Dora, la importancia que tiene la familia en la historia...

Es cierto que no es un libro para devorarlo de una sentada, todo lo contrario, hay que degustarlo poco a poco y dejar que Dora, su protagonista vaya madurando, pero sin duda "La biblioteca de los susurros" tiene la magia de una buena historia que transmite amor por los libros.

Enlace: https://bitacorademislectura..

Esta es la historia de una casa a la orilla de un río en Turín. Allí todo es muy ruidoso y sus habitantes tienen su propio sonido particular. La pequeña Dora nos muestra el mundo que le rodea, tal y como ella lo percibe. Vive con su familia, sus tíos y su tía abuela, la dueña de la casa, una mujer con muchas excentricidades y dones.

Pero un día, ocurre una desgracia y la casa se llena de un silencio incómodo. Entonces, Dora acudirá cómo refugio a la biblioteca, donde encuentra un silencio apacible. Se enamorará de la lectura y se convertirá en algo clave para su vida.

La pluma de la autora es preciosa y encontramos frases con las que los lectores nos sentimos identificad@s. Pero también es bastante descriptiva, esto hizo que al inicio me costase conectar, por lo que es recomendable leerlo con tranquilidad. Además, tiene partes de realismo mágico, es algo que me dificulta en todos los libros, pero es cuestión personal . Hacia la mitad se vuelve una lectura adictiva, llena de reflexiones y aprendizajes sobre la vida.

Los personajes me han encantado, Dora es una chica muy curiosa, cercana y con inquietudes que irán cambiando a lo largo de sus diferentes etapas de la vida. Su tía abuela es una mujer dispuesta a ayudar en todo momento, llena de consejos, muy familiar. Pero el mejor sin duda es el abogado Ferro, un amante voraz de los libros, los utiliza para todo y me he apuntado varias de sus recomendaciones.

Una historia de libros y sobre libros, con personajes variopintos, situaciones cercanas, duelo, emigración, mentiras, problemas económicos, amistad, amor,... Nos deja con la enseñanza de escuchar a nuestro corazón que es el que nos ayudará a encontrar nuestro verdadero camino. Los sonidos son importantes en la historia y hay que estar muy atent@s a ellos.

Esta autora no para de sorprenderme siempre que leo algo suyo es mejor que lo anterior, supera por mucho mis expectativas.
La pequeña Dora ha vivido desde siempre rodeada de mucha familia, en un sitio con demasiado ruido, pero a pesar de todo este caos y bullicio Dora se siente bien, hasta un día que tras la muerte la casa se vuelve fría, ya no es lo que era. Dora busca refugio en la biblioteca donde conoce a Ferro, este la protege y le enseña el placer de la lectura.

Este libro como todos los anteriores de la autora (que si no has leído te los recomiendo) son preciosos. En mi caso no he podido despegarme de ellos, te adiestra en mundo tan especial. de este libro me gustaron los paisajes que describían, me imaginaba la casa con el río, me encariñe mucho con Ferro y con la tía Dorina que es un personaje muy peculiar, un poco cascarrabias, pero a la vez muy generosa me pareció una persona muy especial, y del abogado que parecía un mago dejándole a Dora una lista de libros que encajaban perfectamente al momento de su vida y la ayudaron a entender los cambios, como si este pudiera ver su futuro,
la manera con la que adentró a Dora en este mundo de la lectura, y que luego ella siguió ya de adulta, las cartas tan preciosas que también le dejo.
A mí parecer, este libro tiene un poco de magia, todos esos susurros y casualidades lo hacen misterioso. En fin que a mi me ha gustado demasiado y además tiene esa edición tan preciosa con la melodía de la cajita de música. Si no conocías a la autora te recomiendo que lo hagas no te arrepentirás.