Casa de muñecas

Obra de teatro que causó furor en su época.

Nora es un ama de casa acomodada, casada con un abogado (Helmer) y 3 hijos. Han pasado penurias económicas, una grave enfermedad del marido, la muerte de un padre... Por fin empiezan a ver la luz y la vida empieza a sonreírles con un ascenso del marido.

En esas navidades donde transcurre la historia, aparece un viejo conocido (Krogstad), procurador empleado del banco donde Helmer va a ser nombrado nuevo presidente y recibe la noticia de que va a ser despedido. Nos enteramos entonces, que Nora ha contraído tiempo atrás, una deuda económica con Krogstad que le ha prestado un dinero para que la familia superase la época en la que las cosas no iban tan bien. Krorgstad, dolido por el reciente despido, se dedica a extorsionar a Nora pidiéndole que, o paga la deuda que le queda, o le contará al marido toda la verdad.

Finalmente, Helmer acaba enterándose de la deuda contraída por su mujer a sus espaldas, y en lugar de defenderla, apoyarla o entenderla, se siente herido en su honor. Ante esta situación, Nora decide abandonarle por no sentirse comprendida y valorada.

En una sociedad en la que la mujer, tenía un papel de acompañamiento del marido, que necesitaba su firma y su permiso para cualquier cosa, Nora descubre o se siente como si no tuviera una identidad propia como ser humano. Se siente como una muñeca o un juguete, primero para su difunto padre y segundo para su marido. Un personaje estático y sin voluntad propia, del que cualquiera que sea su propietario se ve obligada a hacer lo que a ellos se les antoje.

Aunque hoy en día parece más que normal que una mujer pueda abandonar su vida junto a una casa, un marido o unos hijos, en pos de buscarse y descubrirse a sí misma, en esa época era intolerable que una mujer pudiese reclamar ciertos derechos y libertades que le eran denegados. Una crítica voraz a la hipocresía de la sociedad de entonces y al papel relegado de la mujer con respecto al hombre con el compartía su vida.

Una auténtica revolución para el año 1879

Controvertida obra dramática escrita y estrenada en 1879 en el Real Teatro de Conpenhague y en 1880 en Estocolmo y en el Teatro Nacional de Cristianía, la actual Oslo, población natal del autor.
“Casa de Muñecas” es una obra teatral de crítica social donde se plantea la desigual relación entre los sexos, considerada hoy en día como una reivindicación feminista, pero que en su momento provocó un gran escándalo, pues fue considerada un brutal ataque a los fundamentos de la familia. de hecho, el autor noruego lo que pretendía era cuestionar las normas y las leyes de la sociedad de su época.
El mismo título es una metáfora de la...
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Nora es sutileza hecha persona. Una superviviente en una época donde la mujer era un simple objeto decorativo, y en eso impera su fuerza, porque, valiéndose de las pocas armas que tiene para defenderse, lo hace con una inteligencia magistral.
Poco más hay que decir de esta obra de teatro, perfectamente delineada, en la que con el paso de las escenas descubrimos a una protagonista fascinante, femenina y sagaz. Inmersa en una situación agobiante, sabe aunar la suspicacia con la palabra.
Entiendo que esta obra causara sensación cuando fue publicada, porque es un alegato feminista rotundo.
Maravillosa y recomendable. Y uno de mis "Fondos de Armario" imprescindibles.
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Es una obra teatral bastante corta que os podéis leer en una tarde, y que plasma la sociedad burguesa desde la perspectiva de la mujer de una forma creíble. Y como la empatía es parte vital de cualquier buena lectura, lo he vivido con intensidad: me he cabreado, reído y agobiado junto a Nora en cada página. Definitivamente, me parece muy recomendable.
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Me ha encantado, lo escuché en audiolibro y está narrado fantásticamente. Te logra atrapar por completo, la evolución de Nora es maravillosa y su monólogo final es apoteósico en todos los sentidos. Una obra que pone en jaque el papel de la mujer en aquella época.

Obra del dramaturgo y poeta noruego Henrik Ibsen, en su época fue muy cuestionado por poner en entredicho los valores de la sociedad victoriana.
Esta obra escrita en 1879, se convirtió en bandera del feminismo y su autor en su abanderado.
Obra en tres actos en los que Nora, la protagonista, evoluciona desde la mas ingenua mujer, casada y con hijos, esposa y madre perfecta, (perfecta muñeca para su padre y después para su marido), hasta que empieza a descubrirse a si misma y se revela.
Obra atemporal que marcó en su momento y supuso una autentica revolución.

«Casa de muñecas» es una obra de teatro breve, únicamente 175 páginas, en las que se desarrolla la historia de Nora Helmer, una muñequita con la que juegan primero su padre y luego su marido. La usan para entretenerse, divertirse, y ella fomenta esto comportándose de forma infantil y caprichosa. Aparentemente, es un personaje frívolo, solo pendiente del dinero, de lo bonita que pueda lucir y de las apariencias. Su esposo, Torvald, es feliz mostrándola en sociedad y se suele referir a ella como «alondra» o «ardillita», remarcando así el hecho de que parece que la tiene como mascota. Krogstad es el personaje que rompe con esa aparente felicidad y obliga a Nora a afrontar su realidad, mucho más dura de lo que ella misma es capaz de admitir. Con ello, Nora se rebela y toma una decisión inconcebible para una mujer de su época.
Con diálogos cortos y ágiles, se consigue la empatía del lector/autor y que éste se sumerja en la crítica feroz que se refleja en «Casa de muñecas». Hay que tener en cuenta el contexto social y cultural en que fue concebida esta obra, siendo completamente entendible por ello el enorme escándalo que supuso su estreno y que Nora se convirtiese en una especie de heroína para las feministas. Una lectura muy recomendable, aunque hay situaciones que te revuelven las tripas por lo injustas y humillantes para la mujer.

Esta obra de teatro se encuentra en su segunda etapa y fue estrenada el 21 de diciembre de 1879 en el Teatro Real de Copenhague. Se trata de la historia del matrimonio de Nora y Torvaldo Helmer, ella ha tenido que tomar una decisión para el bienestar de su padre (ahora fallecido) y la ocultó a su esposo. Esa decisión tiene consecuencias en el presente, sobre todo relacionadas con el nuevo trabajo de Torvaldo y uno de los empleados en el mismos banco, Krogstad.

Al principio no sabía para dónde se dirigía la historia, si era de amor, de celos o de desengaño pero conforme fui leyendo la situación se hizo cada vez más clara: Nora está en clara desventaja pues a pesar de haber actuado de buena fe, Kogstad tiene un documento que la puede llevar incluso a la cárcel. Ella teme por la reacción de Torvaldo y aunque uno como lector desearía que estuviera equivocada, él actúa tal como se lo temía y el desenlace será sorpresivo.

Lo que más me sorprendió fue que el autor es un hombre pues en aquella época (y lamentablemente algunos todavía en el presente) los autores retrataban a las mujeres como un estereotipo y nada más, en este caso Nora no solamente tiene personalidad sino también opiniones y acciones que retan y cuestionan.
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Hoy les traigo esta icónica obra de teatro Noruega. Sí, ya sé que el librito está para el museo, pero la verdad que en este caso aplica a la perfección el dicho "no juzgues a un libro por su tapa" porque lo que contiene es para la sorpresa.

Este drama está dividido en tres actos, sucede en Noruega y su protagonista es Nora, una hermosa mujer casada y con tres hijos pequeños.

Si hay algo que destaca en esta obra, es la evolución de Nora. En un principio se la presenta como una mujer infantilizada, ingenua, caprichosa y derrochona pero feliz. al contraer una deuda ilegal con Krogstad, un empleado de su marido de dudosa reputación, comienza su calvario. Helmer, su esposo, decide echar a Krogstad y este chantajea a Nora, ella debe convencer a su esposo de que no le quite su puesto o conseguir el dinero. Este es el problema que la protagonista debe resolver para mantener su matrimonio y su imagen.
Cabe aclarar que todo lo que Nora hizo, a pesar de ser ilegal, fue para salvar la salud de su esposo.

El nudo de este drama lleva a nuestra heroína a crecer personalmente y abrir los ojos ante una felicidad que no le era propia, sino que ella estaba alienada a la felicidad de su marido. Se da un despertar del personaje, quien nota que siempre ha sido una muñeca al servicio primeramente de su padre y luego de su esposo. Nora pasa de ser un objeto a ser un sujeto y toma las riendas de su vida.

El portazo final de la obra es de las escenas más icónicas del teatro y le valió la catalogación de primera obra dramática feminista, aunque su escritor lo haya negado. También es por esto que su estreno causó un escándalo general en las esferas conservadoras, por cuestionar el modelo de matrimonio y familia tradicional.

Para Ibsen, la mujer de su época no podía ser auténtica ya que en una sociedad exclusivamente masculina, se la juzgaba desde el punto de vista masculino.

Esta obra suscitó una división en el público, había quienes defendían el personaje de Nora y quienes lo aborrecían.

Una obra de teatro que a ratos me ha entretenido y a ratos me ha aburrido. El final me ha sorprendido pero no me ha gustado mucho.