Casa de muñecas

Una obra de teatro muy interesante. Puesta en escena en 1879 representó todo un boom, por su crítica al papel de la mujer de la época y la reacción revolucionaria de Nora, su personaje principal.

Nora es la mujer prototipo de ese tiempo, abnegada esposa, madre atenta, mujer hermosa, buena anfitriona, es decir, representa a la maravilla su papel. Pero además, en la sombra, se ha encargado de salir adelante con los problemas familiares, en especial de su esposo, aún cuando él mismo no es consciente, no solo de las situaciones que su esposa ha enfrentado, sino también de cómo ha sacrificado sus propios intereses con tal de que se salga adelante y él no se vea preocupado por ello.

Esto último lo hacían las mujeres de antes y posiblemente lo siguen haciendo muchas en el presente, “hasta ahí todo normal”. El asunto es que cuando su esposo se entera de la verdad, manifiesta de forma enérgica su repudio ella y por la forma en que Nora ha resuelto los problemas debido a que eso podría poner en entredicho su “honor”. Ante tal situación, aún cuando todo se resuelve a favor del marido, Nora toma una decisión que contraviene todo el “papel pasivo” que ha desempeñado hasta el momento, un ejemplo de coraje y determinación.

Alrededor de esta trama, vemos intriga, amor, celos, venganza, amores platónicos y mucho más, es interesante ver como en una obra tan pequeña, se da cabida para tanto.

Muy recomendada.

Interesante manejo de lo que actualmente llamarían empoderamiento.
Más interesante por la época en que fue escrito, por la forma en que fue producido, más aún si consideramos que el autor es el señor Ibsen.
Nora es una mujer hecha y derecha, que aún de manera oculta ha tomado decisiones fundamentales toda su vida, decisiones que generan consecuencias que eebe afrontar, lo hace y de que manera.
Vivir en una casa de muñecas, siendo siempre una de ellas. Tal vez no sea para todas, para algunas o para ninguna mujer. Pero era lo que había...
Aunque...

Cuando salió publicada esta obra, la sociedad de la época sintió amenazado el ideal del matrimonio como símbolo de amor, respeto y estabilidad. Ibsen escribió un drama que rompía todos los esquemas sobre el papel de la mujer en el matrimonio y mostraba aspectos totalmente ocultos, que ponían en tela de juicio los valores tradicionales, basados en la religión y los convencionalismos sociales, dejando entrever el nivel de hipocresía en el que vivían.

Ibsen no sólo puso en la cuerda floja el matrimonio como institución, sino que además mostró a la protagonista como una mujer rebelde, con ansias de libertad, que a través de su crecimiento personal conseguiría apartarse de su rol de esposa y madre en un alegato de empoderamiento que da a esa obra una visión crítica y feminista del papel de la mujer en la sociedad del siglo XIX. Un papel basado en la imposibilidad que la mujer pudiera llegar a realizarse personalmente ni a tener opinión propia, sino solo a través de su deber como madre y esposa.

La obra transcurre en el interior de una casa de una familia burguesa típica durante la época navideña. Una familia aparentemente modélica que poco a poco va dejando entrever sus grietas. Un ideal de familia basado en el engaño, la mentira y la hipocresía. Un matrimonio que se sustenta entre comportamientos infantiles y caprichosos, ambición y superficialidad por parte de un marido vanidoso, cegado por las apariencias y una mujer entregada. Hasta que un secreto se destapa y todo se desmorona, llevándonos a un sorprendente final impensable para la época.

Un clásico del teatro imprescindible que no os dejará indiferentes.

Me encantó leer esta obra feminista escrita por un hombre y presentada por primera vez en 1879. Disfruté mucho esta obra innovadora para su época. El título es sugestivo y a lo largo de la obra se va descubriendo el sentido de ese título.
Desde el primer acto se presenta un conflicto que llega a su resolución en las páginas finales que le dan toda la trascendencia a esta obra. Rescato las diferencias que muestra el autor entre las dos mujeres que aparecen en la obra pero también que ambas se encuentran en una sociedad masculina.

El ambiente de esta obra de teatro es clásico: una familia feliz con tres hijos que triunfa socialmente; sin embargo, la protagonista tiene un secreto...

Tenemos relativamente pocos personajes ya que se trata de una obra de teatro, pero entre ellos destaca, obviamente, nuestra protagonista Nora, quien al principio aparenta ser una mujer frívola y débil; pero al final la conocemos más a fondo y descubrimos que es una heroína fuerte e independiente en contraste con un marido débil y aferrado a su rol patriarcal.

Este libro es una crítica al sistema de matrimonios del siglo XIX, al principio Nora era manejada por su esposo, pero eso a ella no le molestaba.

Pero hacia el final de la obra vemos un cambio en Nora, que hace que me encante el final de la obra y la obra en sí.

A pesar de las observaciones un tanto críticas que tengo para hacer de esta obra, la incluí en mis libros favoritos porque me gustó la trama. Creo que logra captar la atención del lector/ espectador (nunca se sabe, en estos casos, dónde termina uno y empieza el otro) más por lo que sucede que por sus personajes, que en ningún momento me causaron simpatía.

La propuesta de Ibsen es simple. Un matrimonio aparentemente feliz está en peligro por culpa de un error de la esposa (dato innecesario... ¿Quién iba a ser si no?), así que la obra se ve atravesada por la tensión constante de un secreto que está a punto de estallar. El problema es que todo pasa de blanco a negro en dos segundos.

Casa de muñecas fue polémica en su tiempo porque desafiaba los rígidos valores sociales vigentes y resquebrajaba la concepción de la mujer como "el ángel del hogar". Si bien las mujeres del siglo XXI podríamos discutir con Ibsen porque, en la actualidad, nadie corre peligro de convertirse en una outsider por el anhelo de ser libre, se entiende perfectamente el revuelo que debe haber causado, sobre todo en el público masculino. No, no voy a soltar una risa malvada después de esto.

Hola, como andan? Sigo andando muy poco por aca ya que estoy leyendo a full paa traeles nuevas reseñas
Hoy le toca el tur: Casa de Muñecas de Henrik Ibsen, lectura de agosto del grupo @elclubdelaserpiente

Sinopsis....
Narra la historia de una pareja de dos personas casadas, Nora y Torvaldo. Nora se cree felizmente casada con Torvaldo. Llevan ocho años de casados y tienen tres hijos. Ademas, Torvaldo Helmer asumira en el año nuevo el puesto de director de un banco. Todo parece perfecto, pero Nora guarda un secreto con el cual sera chantajeada.

Mi opinion..
Es de lectura rapida( yo la lei en menos de 2 hs).
Una excelente obra que habla de la situación de la mujer en el siglo 19: al no poder estudiar o trabajar tenia que casarse por obligación para tener un buen futuro y pasar económico. Pero va a surgir conflictos que van a enriquecer la obra.

«Me llamaba “muñequita” y jugaba conmigo, ni más ni menos que yo con mis muñecas (…) He sido una muñeca grande en esta casa» dice Nora, la protagonista por derecho propio de Casa de muñecas. Nora es una mujer adulta que se libra de la manipulación de su padre solo para comenzar a sufrir la de su marido, una mujer que cumple con lo que la sociedad pide y espera de ella: es madre, es esposa y es hija.
Es una mujer adulta que, sin embargo, es infantil porque así es como la tratan (es la “muñequita” de su padre, la “ardillita” y la “niña caprichosa” de su marido), pero que —a veces de las formas más sutiles— se nos presenta en la obra poseedora de un gran mundo interior que acabará saliendo a la luz cuando se enfrente a su «mentira vital», tema que obsesiona a Ibsen. de inspiración individualista, la mentira vital se revela como el enfrentamiento no solo entre lo que uno es y lo que uno muestra, sino sobre la sociedad contra el individuo. Por eso Nora solo está segura de una cosa hacia el final de la obra: «Tienes razón, no comprendo nada. Por eso quiero pensar en soledad quién tiene la razón, si la sociedad o yo», y es en ese momento cuando por fin expresa una idea que ella misma ha gestado y aceptado como propia, cuando por fin empieza a ser ella misma.

Nora siempre ha sido tratada por su marido como una hermosa muñeca, al igual que su padre la trataba como su muñequita
Será necesario un drama familiar para que tome conciencia de lo que va mal en ese papel que siempre se le han atribuido
(Antes de la historia contada en la obra, Nora había falsificado una escritura para obtener la suma de dinero que le permitiría ofrecer a su marido enfermo una larga estancia en Italia )
Nora es víctima de chantaje. A su marido sólo le importan las apariencias.
Y ante nuestros ojos ella descubre que nunca ha sido tratada como Humana igual a otro humano (masculino)
¿Cómo va a reaccionar ante esta toma de conciencia inesperada?
¡La obra es de 1879!!

Obra de teatro que causó furor en su época.

Nora es un ama de casa acomodada, casada con un abogado (Helmer) y 3 hijos. Han pasado penurias económicas, una grave enfermedad del marido, la muerte de un padre... Por fin empiezan a ver la luz y la vida empieza a sonreírles con un ascenso del marido.

En esas navidades donde transcurre la historia, aparece un viejo conocido (Krogstad), procurador empleado del banco donde Helmer va a ser nombrado nuevo presidente y recibe la noticia de que va a ser despedido. Nos enteramos entonces, que Nora ha contraído tiempo atrás, una deuda económica con Krogstad que le ha prestado un dinero para que la familia superase la época en la que las cosas no iban tan bien. Krorgstad, dolido por el reciente despido, se dedica a extorsionar a Nora pidiéndole que, o paga la deuda que le queda, o le contará al marido toda la verdad.

Finalmente, Helmer acaba enterándose de la deuda contraída por su mujer a sus espaldas, y en lugar de defenderla, apoyarla o entenderla, se siente herido en su honor. Ante esta situación, Nora decide abandonarle por no sentirse comprendida y valorada.

En una sociedad en la que la mujer, tenía un papel de acompañamiento del marido, que necesitaba su firma y su permiso para cualquier cosa, Nora descubre o se siente como si no tuviera una identidad propia como ser humano. Se siente como una muñeca o un juguete, primero para su difunto padre y segundo para su marido. Un personaje estático y sin voluntad propia, del que cualquiera que sea su propietario se ve obligada a hacer lo que a ellos se les antoje.

Aunque hoy en día parece más que normal que una mujer pueda abandonar su vida junto a una casa, un marido o unos hijos, en pos de buscarse y descubrirse a sí misma, en esa época era intolerable que una mujer pudiese reclamar ciertos derechos y libertades que le eran denegados. Una crítica voraz a la hipocresía de la sociedad de entonces y al papel relegado de la mujer con respecto al hombre con el compartía su vida.

Una auténtica revolución para el año 1879