Los Miserables

El espíritu es también un jardín

París hace algo más que la ley, hace la moda; hace algo más que la moda, hace la rutina.

Respirar el aire de París es algo que conserva el alma

Mientras el hombre es niño, Dios quiere que sea inocente.

Es que en el alma conserva una pena, la inocencia, y las perlas no se disuelven en el barro.

La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano.

No ser escuchado no es razón para guardar silencio

La dicha suprema en la vida es la convicción de que somos amados, amados por nosotros mismos; mejor dicho, amados a pesar de nosotros; esta convicción la tiene el ciego. ¿Le falta algo? No, teniendo el amor no se pierde la luz. No hay ceguera donde hay amor.

Oíase retumbar sordamente la voz del pueblo.
Voz amedrantadora y sagrada que es a medias rugido de fiera y a medias palabra de Dios, que aterra a los débiles y que avisa a los prudentes, que llega al tiempo desde abajo, como la voz del león, y desde arriba, como la voz del trueno

Fauchelevent, aunque inculto, pero muy agudo, se dio cuenta de que estaba tratando con una categoría temible, un pedante