La novela del verano

Me ha gustado mucho, por un lado, la forma en que la escritora describe la situación y los personajes, pero también me ha gustado muchísimo, la sinceridad de esta.
Me generó mucha empatía, me sentí allí con los personajes.
No puedo hablar de las últimas páginas, pero gracias a la escritora por hacerlas.

January es una escritora de novela romántica, a la que la vida le ha hecho pasar por muchos baches familiares y amorosos, ahora mismo está en una situación familiar muy difícil, y se irá a una casa al lado del lago para poder seguir escribiendo.

Luego tenemos a Gus también escritor, pero de un género totalmente diferente, los finales felices no van con el.

Ambos se cruzaran , en el momento más delicado para ambos...Los dos pasan una racha mala emocionalmente y para colmo están bloqueados para escribir una nueva novela.

✨✨

A decir verdad este libro me costó mucho leerlo, no sé si después de leer tan buenas críticas de él, me esperaba más, pero hasta por lo menos la mitad del libro no me engancho la historia, mira que últimamente estaba siendo ágil con los libros pues este no se porque no me entró.

La historia si que tiene partes entretenidas, otras donde nos cuentan los protagonistas su historias y son mas complicadas...a medida que va pasando la hostorial se irán descubriendo misterios y se irá entendiendo mas la situación.
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La historia nos presenta a January, quien es una escritora de novelas románticas cuya vida se encuentra en declive. Su novio con quien salía hacia años termina con ella, su padre fallece y en el funeral se entera que estuvo todo este tiempo engañando a su madre. Y para rematar todo, se encuentra en medio de un bloqueo escritor que le impide comenzar su nuevo libro. January sin hogar y con poco dinero se instala en una casa de playa que le deja su padre. Mientras lidia con los nuevos acontecimientos de su vida hace lo posible por escribir algo pero no estará sola en ese proceso ya que recibirá una ayuda inesperada. Su vecino quien resulta ser August Everett otro escritor y un antiguo compañero de estudio irrumpirá en su vida con una apuesta inesperada. Pese a sus diferencias Gus se convertirá en un gran apoyo para January. Y poco a poco ella se dará cuenta de que tienen más cosas en común de lo que imaginaba y que el Gus que recordaba no se parece en nada al que está enfrente de ella ahora.
January es una joven que toda su vida creyó en los finales felices hasta que todo a su alrededor se derrumba y ahora se siente a la deriva. Me gusto leer como pece a todo lo que le sucedía January no perdía su chispa y encanto. Como fue lidiando con los secretos de su padre y como conocer su historia le ayudaba en parte a conocerse mejor.
Ame por supuesto su relación con Gus. Él es un hombre que paso por situaciones difíciles que lo hicieron más duro y que contrario a January no pudo ver el vaso medio lleno. Pero me gusto leer como el estar con January sacaba a la luz su mejor versión. La interacción entre ellos me encanto. Como se relajaban y estaban tan cómodos el uno con el otro.
La historia me gusto más de lo que esperaba aunque en ciertas partes se me hizo cuesta arriba. En ocasiones es muy divertida y en otras te emociona hasta la medula pero vale por completo su lectura. Definitivamente tendré en cuenta a la autora para otra lectura.

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Una novela entretenida en la que dos autores se encuentran. Cada uno con su pesada mochila y que, lo único que puedo destacar, es el trato al que llegan en el que ambos han de escribir su próximo libro en el género del otro. Me ha parecido interesante esa premisa pero ya.
Entretenido pero sin más.
No puedo destacar absolutamente nada más.

La verdad que no había investigado mucho sobre él y me esperaba un libro lleno de clichés veraniegos, un novela puramente romántica con alguna escena marranilla. Pero, ¿cuál fue mi sorpresa? Este libro es mucho más.

Es una lectura adorable, sexy y emotiva. La relación de January y Gus es muy divertida, él es un cascarrabias con un sentido del humor curioso y ella solo desea volver a ser el rayo de sol que todo el mundo espera, y la química entre ambos me hicieron rogar para que sucediera algo.

Pero lo que más me gustó de estos dos fue cómo tenían su propio bagaje emocional con el que intentan lidiar y cómo tratan de enfrentarse de nuevo al amor. Fue una representación perfecta de cómo dos personas pueden dejar espacio para las experiencias y traumas del otro, y al mismo tiempo amarlos y confiar en ellos.

La novela del verano sabe mantener la tensión a la perfección de principio a fin, atrapando toda la atención del lector con una facilidad extraordinaria: ¡es imposible parar de leer! No hay escena en el libro que no te deje con ganas de más e, incluso cuando resulta predecible, consigue sorprendernos por lo bien construida que está su historia.

Y es eso mismo lo que la hace diferente otras historias parecidas que hayamos leído o visto en alguna que otra película. La capacidad que tiene su autora para hilar las diferentes subtramas a las que se van a ir enfrentando los personajes resulta fascinante, pues se complementan a la perfección como las piezas de un puzle, integrando así una trama de lo más interesante y adictiva.

Su prosa, además, está cocida a fuego lento de tal manera que resulta deliciosa para sus lectores, acertando de lleno con cada una de las palabras que ha escogido Emily Henry para narrarnos su historia, aumentando así el placer que sentimos mientras nos metemos de lleno en su trama.

Si hay algo que he disfrutado especialmente de la novela son sus personajes, con todas sus imperfecciones, unos protagonistas con los que es fácil conectar y que resultan encantadores. Algo que se transmite, además, al resto de personajes secundarios, sobre todo a Pete y Maggie que, incluso cuando no aparecen tanto como nos gustaría, se terminan por hacer con un pedacito de tu corazón.

Hay una cualidad terapéutica de la lectura de algunos libros que los diferencia del resto, que es sentir cómo la historia que se nos está contando pasa a formar parte de nosotros mismos hasta hacerla nuestra de alguna manera, y es eso mismo lo que ocurre con La novela del verano de Emily Henry: nos vamos a enfrentar a un relato que podríamos leer sin cansarnos de él, a unos personajes que terminamos sintiendo como si los conociéramos de toda la vida...

Es, en definitiva, una novela con la que la sonrisa te va a surgir de manera involuntaria y que, además, va más allá de tus labios hasta atravesarte el corazón.
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La historia nos cuenta la vida de January, una escritora de novela romántica que atraviesa un bloqueo escritor, por lo que decide mudarse a la casa que su padre le ha dejado en herencia, en la cual descubriremos una serie de secretos familiares 🙃 Allí, conoce a su vecino August, ¿pero realmente lo conoce? Él es otro escritor que se encuentra en la misma situación que ella, por lo que hacen una apuesta bastante arriesgada 🙊 El libro nos cuenta sus peripecias, asuntos internos y, por supuesto, el romance surgido entre estos dos rivales 🥰

Me ha sorprendido que un libro donde apenas hay diálogos me haya atrapado, el estilo de la autora se hace ligero de leer y adictivo 🥺

Las tramas personales de ambos personajes están bien definidas y cuidadas, resultando imprescindibles para la parte romántica de la historia ❣️ El desarrollo personal de los dos protagonistas es el más acertado posible para ser lo más fiel a la realidad 🤓

Me quedo sin duda con su forma de comunicarse a través de las ventanas 😂

En definitiva, recomiendo este libro, sobre todo como lectura veraniega por sus vibes, ya que el libro se desarrolla en época estival y el mejor lugar para leerlo es en la playa 🏖

4'5/5 🌟

Creo que la cubierta engaña porque esto no me ha parecido una comedia romántica al uso. Tiene humor, por supuesto, y del bueno, pero no es lo típico que te encuentras en un romance jovial y entretenido. Esto tiene enjundia.

En realidad, se trata de una novela existencialista con humor ingenioso y amor auténtico. Es el viaje catártico de una mujer para reconciliarse con el mundo roto de su familia, su carrera de escritora y su identidad. Maravillosa.

Con unos diálogos de lo más vivaces y divertidos, la trama se centra en la crisis feroz de la protagonista. Ha perdido a su padre y, con él, el sentido de su vida al descubrir un secreto que transforma su comprensión del mundo y su papel en él. Planea pasar el verano en la casita de la playa de su padre con la esperanza de recobrar la musa literaria y salir del pozo miserable en que se ha sumido.

Todo ello con un estilo narrativo inteligente, ágil, incisivo y sensible. Sus interacciones con el vecino, también autor y al que conoce y odia desde siempre, darán lugar a un desafío entre ellos del que partirán una perspectiva nueva de la escritura, una visión comprensiva del dolor más profundo y un amor real, falible, inspirador y hermoso. Me ha encantado la mezcla de cinismo y vulnerabilidad junto a ese sentido del humor constante que no roba ni un ápice de su intensidad a los personajes y sus pesares.

Si debo juzgar a la autora por este libro, chapeau.
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Este libro fue una sorpresa. Piscina en Cancún, el Mar Caribe y con ese título me dije: la novela perfecta para estos días con una piña colada. Esperaba una comedia romántica cliché: chica conoce a chico y aunque también va de eso hubo dos cosas sobre la escritora que me sedujo:

Uno: A través de su protagonista femenino, defiende, con inteligencia y mucho sentido común, a las escritoras que escriben romántica. Las defiende desde el punto de vista de la idea a generar y el trabajo que conlleva construir una trama, que también es disciplina, esfuerzo, dedicación, y es válido el respeto aunque no sea un género para todos.

Segundo: Este libro trata definitivamente sobre ese bloqueo que sufren los escritores, el principal verdugo de su trabajo, y encontró un modo divertido e ingenioso de revertir en ella misma este nulo proceso creativo que estaba viviendo. Lo revirtió creando estos dos personajes, escritores, presos del bloqueo. Y con ello generó una trama y una historia de vida para cada uno que me hizo pasar un auténtico gran rato de lectura.

¿De qué va? Una escritora de romántica, soñadora de las buenas. Un escritor de libros "serios", pragmático y con pocos bonos para el amor. Invierten sus roles porque ambos (además de odiarse) están en pleno bloqueo creativo. Uno debe escribir algo del género del otro.

¿Qué pasa? Léelo! ¡Te vas a divertir! Te prometo un buen rato y un "mis respetos" para quiénes no escriben histórica o ensayos, sino que intentan ver el mundo desde el lado bonito, ofreciendo una perspectiva idílica para sobrellevar el acto de vivir (tan serio) un rato. Con risas, cariño, amor del bonito y muchas novelas para el verano.

Lectura ligera para pasar el rato. Últimamente no encuentro ningún libro de este género que me haya encantado, igual el poco romanticismo que poseía ha terminado por evaporarse o es que llega un momento que todas las novelas de este tipo (romántica contemporánea) me parecen iguales.

January es una escritora de romántica que no se encuentra en su mejor momento vital: su padre ha fallecido; se entera de que éste ha estado engañando a su madre; sufre un bloqueo escritor y no sabe cómo afrontarlo; su novio la ha dejado; y, para colmo, tiene que mudarse a la casa que su padre compartió con su amante para preparala para su venta. Lo mejor de todo es que el nidito de amor trae premio, ni más ni menos que un vecino toca pelotas.

January pronto descubre que el gruñón de su vecino es su archienemigo de la universidad (en ningún momento me dio la impresión de que se hubieran odiado), el cual también es escritor. Ambos terminan haciendo una apuesta: cada uno escribirá un libro del género del otro y el primero que logre venderlo a una editorial gana.

Lo dicho, es entretenido, con toques dramáticos pero también humorísticos que si no tienes nada mejor que leer no viene nada mal.