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Este libro fue una sorpresa. Piscina en Cancún, el Mar Caribe y con ese título me dije: la novela perfecta para estos días con una piña colada. Esperaba una comedia romántica cliché: chica conoce a chico y aunque también va de eso hubo dos cosas sobre la escritora que me sedujo: Uno: A través de su protagonista femenino, defiende, con inteligencia y mucho sentido común, a las escritoras que escriben romántica. Las defiende desde el punto de vista de la idea a generar y el trabajo que conlleva construir una trama, que también es disciplina, esfuerzo, dedicación, y es válido el respeto aunque no sea un género para todos. Segundo: Este libro trata definitivamente sobre ese bloqueo que sufren los escritores, el principal verdugo de su trabajo, y encontró un modo divertido e ingenioso de revertir en ella misma este nulo proceso creativo que estaba viviendo. Lo revirtió creando estos dos personajes, escritores, presos del bloqueo. Y con ello generó una trama y una historia de vida para cada uno que me hizo pasar un auténtico gran rato de lectura. ¿De qué va? Una escritora de romántica, soñadora de las buenas. Un escritor de libros "serios", pragmático y con pocos bonos para el amor. Invierten sus roles porque ambos (además de odiarse) están en pleno bloqueo creativo. Uno debe escribir algo del género del otro. ¿Qué pasa? Léelo! ¡Te vas a divertir! Te prometo un buen rato y un "mis respetos" para quiénes no escriben histórica o ensayos, sino que intentan ver el mundo desde el lado bonito, ofreciendo una perspectiva idílica para sobrellevar el acto de vivir (tan serio) un rato. Con risas, cariño, amor del bonito y muchas novelas para el verano. |
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