Paula Hawkins me dejó claro que era una escritora de las que te atrapa mucho ya desde su primera novela, La chica del tren. Más tarde, con Escrito en el agua me demostró que no era cosa de suerte, sino que tenía un gran talento para mantenerme toda la noche despierta leyendo sus historias. Por eso, a A fuego lento llegué con la tranquilidad y la certeza de que todo iba a ir genial en esta historia. A fuego lento salió a la venta el 1 de septiembre por eso, según puse un pie en la Feria del Libro de Madrid, mi primer objetivo fue hacerme con esta novela. Y a pesar de que otras tres más la acompañaron a casa, y de la enorme lista de pendientes que tengo en la estantería desde hace tiempo, según cabe la lectura que tenía en ese momento me senté a disfrutar de esta historia. Como siempre, Paula Hawkins nos presenta un crimen con muchos sospechosos, pasos en falso, pistas que más que esclarecer el camino despistan y muchísima intriga. En esta ocasión ha mezclado varias tramas que nos llevan del presente al pasado a través de una novela y los pensamientos de los personajes que hacen al libro todavía más adictivo. Por otro lado, uno de los puntos fuertes de la novela ha sido como la autora profundiza en las emociones y los motivos de los personajes para actuar como lo hacen. El rencor, la sed de venganza o el duelo son algunos de los sentimientos en los que Paula Hawkins profundiza a través de unos personajes muy bien definidos. A pesar de que la historia no tiene grandes giros que te dejen boquiabierto, pues desde el primer momento conocemos todos los elementos con que vamos a resolver el crimen, sí consigue mantener el misterio hasta el final. Para cuando llegues al desenlace habrás pensado en quién hizo el crimen de forma correcta, pero también habrás descartado esa opción en un par de ocasiones. Sin duda, esta ha sido una de mis mejores lecturas de este 2021 y ya estoy deseando leer la próxima historia de su autora. + Leer más |