"Ser alguien era algo que querían ser muchos ahí en Las Heras. Ser alguien, decían. Como si ellos, así, no fueran nadie, nada".
A fines de los 90 una ola de suicidios azotó al pueblo de Las Heras, Santa Cruz.Teorías, decenas; investigación y prevención, ninguna; ni siquiera registros; "Nadie preguntó, ni entonces ni nunca, por los suicidios".
En esta crónica, #LeilaGuerriero relata un tema de difícil discusión; nadie sabe con certeza lo que lleva a otro a tomar tremenda decisión; pero esta es la historia no sólo de los que se fueron sino también de quienes quedaron: los sobrevivientes, los que resistieron e hicieron frente a la desidia, a la política nefasta, falta de oportunidades y proyectos, prejuicios, ausencia de futuro y porvenir, falta de arraigo, pero, sobre todo, indiferencia.
Me llamó la atención, cómo la autora capta a la perfección la sensación de ser el fin del mundo, esta cuestión muy arraigada en nuestro país (podemos remontarnos hasta unitarios y federales) de que el interior está para servir a unos pocos en Bs. As.; mientras allá se disfruta de lo que las provincias producen, quienes vivimos en el interior pagamos el doble, por más que lo haga nuestro vecino (y, claramente, el vecino no recibe ese monto).
En 1986 se presentó el Proyecto Patagonia y Capital que propugnaba mover la capital del país al "Distrito Federal Viedma-Carmen de Patagones" (esta última estaría en las noticias por razones tan desdichadas como las que aquí nos ocupan) pero, como sabemos, la descentralizacion quedó truncada; "Dios está en todas partes, pero atiende en Bs. As." suelen decir...
Leila expone magistralmente una realidad común en varios pueblos y ciudades de la Nación. Sin ir más lejos, el libro se publicó en 2005, pero, aún hoy, hay muchas localidades de nuestro país sin agua potable ni gas natural; ni hablar de políticas pauperrimas o caudillistas.
"Cómo será, pensé, no verte reflejado en las noticias, no entrar nunca en el pronóstico del tiempo, en la estadística, no tener nada que ver con el resto de todo un país".
El suicidio es un tema sobre el que no se habla, se ocultan las estadísticas -supuestamente- para evitar conductas imitativas y el efecto contagio; pero los verdaderos expertos refieren que si el tema se trata con la debida responsabilidad y cuidado, por el contrario, puede servir a los fines de la prevención y desmitificación.
No debe perderse de vista que es una lamentable realidad, una problemática de salud pública y, como tal, sobre la que debería hablarse.
"Afuera el viento seguía. Seguirá siempre, me dije. No hay quién lo pare".
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