Pocas rutinas hay que hermanen más a los hombres, incluso tan diferentes como nosotros tres, que el mutuo consentimiento del silencio antes del primer café de la mañana.
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Pocas rutinas hay que hermanen más a los hombres, incluso tan diferentes como nosotros tres, que el mutuo consentimiento del silencio antes del primer café de la mañana.
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Al depositar en otra persona la posibilidad de devolverte a esa soledad con la que has convivido como una odiosa compañera de juegos, dejas de ser el dueño de tu cómoda tristeza.
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Hola. ¿De dónde eres? Cuatro palabras. Eso es todo. Cuatro palabras comunes, cuatro palabras que no significan nada, que no comprometen a nada. Tan vacías que mi soledad las rellena de significado hasta convertirlas en el mismo anhelo de contacto humano que me consume. |
Cuando las barreras que has levantado para proteger tu existencia y las de los que quieres caen, cuando la fragilidad de la vida y lo simple que es perderla se desvela ante tus ojos, el universo se transforma en un lugar injusto y atroz del que, al igual que esta habitación, no hay forma de escapar.
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La auténtica tragedia de la tortura no era el dolor que padecías, era la cantidad de alma que se te arrebataba.
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Los humanos queremos vivir en la mentira, refugiarnos entre sus cálidas paredes edificadas sobre arena, y somos capaces de matar para evitar que nos saquen de la protección que nos ofrecen. Pagamos por la esperanza de obtener libertad, vida eterna, remedio contra el cáncer, tres cerezas en la máquina tragaperras y abdominales perfectos —¡sin esfuerzo, con solo cinco minutos al día!—.
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(...) porque el dolor que produce la verdad es tan agudo que dedicamos una vida entera a evitarlo.
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Reflexionar sobre tu pareja en la soledad de madrugada tras un día emocionalmente extenuante es parecido a echar pedazos de carne ensangrentada en un agua infestada de pirañas. Los pequeños gestos y los detalles minúsculos que desechas en el día a día se colocan bajo el microscopio y se engrandecen. Una mirada de fastidio se vuelve de desprecio, un comentario amable se interpreta manipulador, una buena intención se transforma en cálculo, el piropo se torna en adulación. Lo ordinario se vuelve obstáculo, como un cajón que sobresale y no hay manera de volver a colocarlo de nuevo.
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No reacciono demasiado bien a la presión ni a las interacciones sociales, ni siquiera a estar cerca de otras personas. Me gusta la soledad.
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El pasado se vuelve presente.
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?